El líder de la célula yihadista llegó a España en patera y fue detenido tras comprar un fusil

Aquellos, una vez en suelo nacional, se dirigieron a Barcelona, y allí planearon atacar con rifles emulando otros sangrientos ataques acaecidos años atrás. Fueron detenidos en enero de este mismo año. Dos meses después, en marzo, 'El Jeque', menos de 30 años, nacionalidad argelina, se embarcó en uno de esos precarios botes otro lado del Mediterráneo hasta atravesar la frontera terrestre, emprendiendo el mismo camino hasta la Ciudad Condal.

Allí se instaló en el barrio de la Barceloneta. Se rodeó de otros jóvenes de la misma procedencia que él a los que pronto adoctrinó. Les convenció, gracias a la palabra y la propaganda, de que debían inmolarse y perpetrar atentados en nombre de la yihad.

Tal y como relatan fuentes jurídicas de la Audiencia Nacional a EL ESPAÑOL, el cabecilla de la peligrosa célula yihadista desarticulada esta misma semana entre Barcelona y Madrid por la Policía Nacional llegó a España en esa clase de embarcación cruzando el mar. Desde Argel había estado coordinando una serie de medidas de seguridad de otros recién llegados con el fin de que no fueran detectados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Por eso sabía cómo hacerlo.

Aquellas tempranas detenciones llevaron a los agentes de la Comisaría General de Información (CGI), los principales especialistas en la lucha contra el terrorismo yihadista, a tirar del hilo hasta dar con el líder de este grupo terrorista al que ahora el juez de la Audiencia Nacional atribuye los delitos de integración o pertenencia a grupo terrorista, adoctrinamiento, colaboración y tenencia de armas. Dieron con ese facilitador, que se encontraba en Argelia: era 'El Jeque', un joven "líder espiritual" -en palabras de los investigadores- cuyos pasos desde aquel momento comenzaron a seguirse.

Tal había sido el trabajo de adoctrinamiento que 'El Jeque' dispensó a sus esbirros que, tal y como aseguran fuentes de la investigación a este periódico, "estaban todos dispuestos a atacar". Esta vez los policías no hallaron perfiles en las redes sociales. "No se anunciaba ahí de manera pública -insisten esas mismas fuentes -. 'El Jeque se dedicaba a crear terroristas. Conformaba terroristas. Les hacía terroristas". Había conseguido que estuvieran preparados y dispuestos para consumar un posible atentado. 

"Martirio"

Los investigadores de la CGI descubrieron que ya había sido expulsado de Turquía años atrás cuando intentó viajar a Siria para combatir en las filas de Daesh, el autodenominado Estado Islámico. También constataron que había estado en prisión en su país natal por tratar de adoctrinar a otros en los ideales del terrorismo yihadista. Tras detectar el momento en que entró en España pronto le localizaron la casa en la que vivía en Barcelona y desde donde comenzó a aleccionar a otros argelinos que llevaban ya años en Europa.

Pronto forma con ellos un pequeño círculo de confianza. Todos son jóvenes. Todos carecen de documentación alguna. Todos buscan páginas de Daesh y tienen acceso a armas. Ninguno pasa de los 30. Alguno, en los últimos meses y semanas, empieza ya a hablar de "martirio". Sin embargo, constatan cómo 'El Jeque' ocupa, con respecto a ellos, una posición predominante.

Para ese entonces los policías ya saben que los jóvenes de los que se ha rodeado son delincuentes callejeros de su misma nacionalidad. Antes de conocerle, sus adláteres se dedicaban de manera organizada a perpetrar toda clase de robos contra los turistas. Desde su llegada los agentes constataron que todos ellos habían experimentado signos de radicalización.

Los argelinos continuaron con esa costumbre de forma paralela a la aparición del que iba a ser su jefe y mentor. Mientras continuaban con los hurtos, obteniendo así lo justo para vivir, iban escuchando e interiorizando el ideario de las corrientes más extremistas del islam.

Excepto el jefe de la célula, los otros cuatro integrantes hacía años que habían conseguido entrar en Europa. Todos fueron entrando en España a lo largo de estos últimos meses hasta agruparse entre las dos ciudades. Ninguno tenía la documentación en regla. 

El AK-47

Las detenciones se precipitaron cuando los agentes especializados en la lucha contra el terrorismo detectaron la semana pasada movimientos relevantes. El cabecilla del grupo estaba realizando gestiones para la adquirir un fusil kalashnikov. Una vez 'El Jeque' acordó la compra del arma, se decidió actuar de inmediato.

La operación, adelantada en exclusiva por EL ESPAÑOL, estuvo comandada por el Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional. El domingo de madrugada desplegaron los efectivos en torno al domicilio en cuestión. 4 de los arrestados fueron apresados en Barcelona. Al detenido de Madrid se le atrapó en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) donde se encontraba de forma provisional, aunque tenía residencia en la capital catalana.

De todos ellos uno ya había entrado hace poco tiempo en la cárcel. En los registros de las viviendas, llevados a cabo en los últimos días, los investigadores han encontrado toda clase de machetes, de más de medio metro cada uno, y setenta cartuchos de munición de calibre 9 milímetros. 

Todo ese arsenal pertenecía en realidad al líder. Entre los artículos incautados se hallaron también diversos efectos que presuntamente emplearon para falsificar documentos oficiales.

Tan solo 4 han pasado a disposición judicial. Al líder se le atribuyen los delitos de integración o pertenencia a grupo terrorista, adoctrinamiento, colaboración y tenencia de armas.

A los otros tres se les imputan colaboración o integración en banda terrorista. Al quinto, el que ya está entre rejas, se le tomará declaración en los próximos días. El juez ha decretado el ingreso del resto en prisión.