La Guardia Civil ha detenido esta misma mañana a la subdirectora de Seguridad de la cárcel de Villena, en Alicante, y la investiga por un supuesto delito de denuncia falsa y otro de simulación de delito, un mes después de que la funcionaria acudiera a denunciar una supuesta agresión perpetrada por parte de cinco encapuchados a la puerta de su casa en Benidorm. Tras investigar los hechos han constatado que tal agresión nunca existió.
Según ha podido conocer EL ESPAÑOL a través de fuentes penitenciarias y judiciales, los agentes del Instituto Armado concluyen que el ataque nunca se produjo. Esta misma mañana la citaron en las dependencias desde las cuales han llevado a cabo la investigación.
En el marco de la 'Operación Silencia', el Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil en Villena, tras constatar que mentía, le anunció que procedían a investigarla por esos dos delitos. Según relatan fuentes de Instituciones Penitenciarias a EL ESPAÑOL, será cesada en las próximas horas de su cargo.
En el telón de fondo del caso y de la inexistente agresión se encontraría las tensiones internas que venían produciéndose en la prisión tras una investigación abierta a diversos funcionarios de la prisión alicantina después de estos tuvieran que recurrir a la fuerza para reducir a un preso extremadamente violento. De este modo, en la denuncia de la funcionaria se dejaba entrever que el ataque podría haber sido perpetrado por varios de sus subordinados.
El incidente con el recluso ocurrió el pasado mes de agosto, y se abrió una investigación interna cuyas declaraciones se comenzaron a realizar en septiembre. Jornadas más tarde, en vísperas de la declaración judicial por la reducción del interno, la subdirectora de la cárcel aseguró haber sido atacada a primera hora de la mañana la entrada de su casa.
Aseguró que varias personas con la cara tapada la habían abordado cuando se dirigía al trabajo. "Cierra la boca mañana", dijo que le advirtieron sus agresores, mientras la golpeaban en la cara.
La subdirectora era, indican fuentes penitenciarias, la persona encargada de guardar las imágenes de las cámaras de la cárcel que grabaron aquella agresión al preso. Según denunció, los atacantes pretendían que las eliminara.
Una "verdadera funcionaria"
Aseguró también haber recibido un mensaje a través de Whatsapp que contenía graves amenazas: "Ya vemos que te has posicionado y de qué lado, así que no tendremos miramientos contigo. Vamos a por tu director y, si tenemos que llevarte por delante, lo haremos. Te vamos a joder la vida por perra".
Después de tomarle declaración, tal y como ha avanzado La Información y ha confirmado este periódico, se le han leído los derechos y le han informado de su detención. Luego le tomaron declaración y la dejaron en libertad.
Días después de denunciar haber sido agredida, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, salió a defenderla. Mostró su apoyo a la supuesta víctima. La calificó de "verdadera funcionaria". A estas horas, ni el ministro ni Instituciones Penitenciarias se han pronunciado sobre si va a ser cesada en su cargo. El Partido Popular ya ha solicitado la comparecencia del ministro para dar explicaciones.
Los servicios centrales de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y los centros penitenciarios llegaron a convocar concentraciones de rechazo por el supuesto ataque. Hasta el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, acudió a una de ellas.
Lo hizo acompañado por la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, a la concentración a las puertas del centro penitenciario. Lo hacía para mostrar su repulsa hacia una agresión que nunca llegó a producirse.
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