La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, llegó a asegurar que la falsa agresión denunciada por la subdirectora de la cárcel de Villena en la que se dejaba entrever que había sido cometida por varios de sus subordinados constituía un hecho de una "gravedad" a todas luces "incuestionable". Así consta en el oficio con el que se suspendió provisionalmente de sus funciones a dos trabajadores de la prisión alicantina.
Interior creyó sin reservas la denuncia de la responsable de la seguridad en la prisión y todo lo que decía sobre los trabajadores, a los que apuntaba la responsable de seguridad del centro penitenciario como autores del ataque perpetrado a las puertas de su casa.
El documento al que ha podido acceder en exclusiva EL ESPAÑOL está fechado el pasado 21 de septiembre y fue emitido por la Subdirección General de Análisis e Inspección. En él se daba por buena la denuncia de la funcionaria que a la postre ha resultado ser falsa.
Por ello, Interior decidía incoar un expediente disciplinario a ambos funcionarios. Quedaban ahí marcados como responsables de un hecho que, según la Guardia Civil, nunca llegó a producirse, puesto que ella se lo había inventado.
"La gravedad de los hechos denunciados por la Subdirectora de Seguridad es incuestionable", reza literalmente el oficio. Sin esperar a las investigaciones de la Benemérita, en Interior aseguraban que "las amenazas y agresiones sobre una directiva del establecimiento penitenciario en su propio domicilio, por varias personas, de manera sorpresiva y agresiva" eran inequívocas.
Y así, debido a que la finalidad no era otra que "intimidarla y evitar su declaración en una investigación abierta por el centro directivo sobre el incidente con el interno", Instituciones Penitenciarias sentenciaba que se volvía "imprescindible la suspensión del Sr. M.". Todo ello mientras los agentes recababan las pruebas que demuestran que la subdirectora estaba mintiendo.
Interior tomaba esta medida de manera provisional, pero ya le apunta como autor de los hechos. Pese a ello, terminan matizando que la suspensión se prolongará "hasta que se produzca la identificación de los autores y la eventual relación o no, de los mismos con el inculpado".
Ahora los investigadores del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil en Villena han logrado constatar que tal agresión nunca se produjo. Por ello, han procedido a investigarla por un supuesto delito de denuncia falsa y otro de simulación de delito un mes después de que acudiera a denunciar la inexistente agresión perpetrada por parte de cinco encapuchados a la puerta de su casa en Benidorm.
La denuncia
La subdirectora de Villena denunció la falsa agresión el día anterior a su declaración en una investigación interna promovida por Instituciones Penitenciarias para indagar en la actuación de tres trabajadores que se vieron obligados a reducir a un preso violento. Este se había abalanzado sobre ellos para atacarles en uno de los pasillos del centro a mediados del pasado mes de agosto.
En su denuncia, a la que ha podido acceder también EL ESPAÑOL, la subdirectora aseguró que el pasado 6 de septiembre, a las seis de la mañana, observó a dos varones dirigiéndose de frente hacia ella en el portal de su edificio. Al mismo tiempo, notó cómo alguien, que le agarraba por detrás, le decía: "Mañana calladita". Al instante, dijo, le propinaron un puñetazo en la cara.
La denuncia interpuesta por la subdirectora incluía una secuencia de supuestos mensajes de WhatsApp repletos de amenazas que la subdirectora habría recibido días atrás de ese episodio: "Ya vemos que te has posicionado y de qué lado estás, así que no tendremos miramientos contigo. Vamos a por tu director y, si tenemos que llevarte por delante, lo haremos. Te vamos a joder la vida por perra".
Sin embargo, la ahora investigada por simulación de delito y denuncia falsa no pudo aportar los originales de esos mensajes. La funcionaria aseguró a los investigadores que los mensajes le habían sido enviados desde un "número oculto", y que su teléfono le había desaparecido jornadas antes de su oficina y que por ello no podía remitirles la versión primigenia de esas supuestas amenazas.
El incidente con el recluso ocurrió el pasado mes de agosto, y se abrió una investigación interna cuyas declaraciones se comenzaron a realizar en septiembre. La subdirectora era, indican fuentes penitenciarias, la persona encargada de guardar las imágenes de las cámaras de la cárcel que grabaron y registraron aquel episodio. Según denunció, los atacantes pretendían que las eliminara.
Acusación a funcionarios
Pese a todo, en la denuncia la responsable penitenciaria apuntaba ya directamente a funcionarios con nombres y apellidos e incluso a la asociación 'Tu Abandono Me Puede Matar' (TAMPM), llegando a asegurar que "algún miembro de la misma" era la persona que le había enviado los mensajes, enlazando la falsa agresión de la que había sido víctima con esas supuestas amenazas.
Este colectivo que fue el que denunció las lesiones sufridas por los tres funcionarios que redujeron al peligroso y agresivo interno en Villena y cuya actuación dio lugar a la posterior investigación interna de Prisiones. De hecho, se personaron también en la causa de las amenazas a la subdirectora con el fin de esclarecer los hechos y han negado reiteradamente lo denunciado, que ahora se ha demostrado que era mentira.
TAMPM defendió también la actuación de los trabajadores con respecto al incidente con el recluso en Villena. Este era catalogado por Instituciones Penitenciarias como "enfermo mental". Nada más salir en libertad había intentado violar a una joven y al ser nuevamente encarcelado le clavó un cristal en el cuello al jefe de servicios de la cárcel de Cuenca, el cual estuvo a punto de perder la vida.
La detenida, una vez la Guardia Civil le comunicó que pasaba a ser investigada por los hechos, fue puesta en libertad provisional. Hoy comparecerá en los tribunales y quedará a disposición del juez de instrucción del caso.
Días después de denunciar haber sido agredida, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, salió a defenderla. Calificó a la falsa víctima de "verdadera funcionaria". El Partido Popular ya ha solicitado la comparecencia del ministro para dar explicaciones. Según Prisiones, Interior la ha cesado esta misma mañana de su cargo.
Los servicios centrales de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y los centros penitenciarios llegaron a convocar concentraciones de rechazo por el supuesto ataque. Hasta el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, acudió a una de ellas.
Lo hizo acompañado por la subdelegada del Gobierno en Alicante, Araceli Poblador, a la concentración a las puertas del centro penitenciario. Lo hacía para mostrar su repulsa hacia una agresión que nunca llegó a producirse.