El Gobierno de Pedro Sánchez, en el marco de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional cuya aprobación se adelanta a este año, ha anunciado la creación de una unidad especial para monitorizar y retirar propaganda del yihadismo radical de Internet.
Según figura en el informe redactado desde el Departamento de Seguridad Nacional, organismo dependiente directamente de Moncloa, los principales esfuerzos en los que se debe concentrar la actuación son las amenazas que suponen los lobos solitarios, los combatientes terroristas extranjeros, la propaganda yihadista y extremista y la radicalización en las prisiones.
Por ello, para atajar las actividades terroristas o de radicalización en la red —cada vez más en auge—, el Gobierno tiene la intención de crear la Unidad Nacional de Notificación de Contenidos de Internet. Gracias a ella, asegura Moncloa, se podrá supervisar y retirar contenidos ilícitos de la red que contengan las características propias de la propaganda del extremismo islámico.
Adicionalmente, la Estrategia de Seguridad Nacional afirma la importancia de actualizar el plan de protección y prevención antiterrorista exterior. Este deberá centrarse en la asistencia a los ciudadanos o activos españoles víctimas de ataques terroristas fuera de España.
Es una de las medidas que tomará el Gobierno tras adelantar un año la aprobación de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. La Ley de Seguridad Nacional establece que esta planificación debe cambiar cada 5 años, pero la magnitud de la situación sanitaria a nivel mundial —provocada por la pandemia de la Covid-19— han obligado a actualizarla cuanto antes. Entre las medidas a tomar, ésta es una de ellas.
Cuatro pilares
"Para reducir la vulnerabilidad de la sociedad —asegura el informe— es necesario neutralizar la amenaza que representan las acciones terroristas dirigidas contra los ciudadanos y los intereses de España, dentro y fuera de sus fronteras y hacer frente a los procesos de radicalización que conducen al extremismo violento".
A juicio de Moncloa, la actuación en materia de lucha contra el terrorismo se estructura en cuatro pilares: "Prevenir, proteger, perseguir y preparar la respuesta". Estas columnas servirían como base para el desarrollo de las principales medidas contra esta amenaza.
Para garantizar la seguridad será, una vez más, crucial el desarrollo de "una mayor cooperación policial, militar, de inteligencia y judicial" en la Unión Europea para luchar contra el terrorismo, el crimen organizado y la delincuencia grave.
Además de las investigaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la Estrategia de Seguridad Nacional sostiene la relevancia crucial de "la participación de las Fuerzas Armadas en misiones internacionales contra el terrorismo". Se trata de algo "fundamental para hacer frente a esta amenaza".
Colaboración ciudadana
En los próximos años, los esfuerzos se centrarán en fomentar y actualizar las herramientas para la prevención, la detección y el seguimiento de los procesos de radicalización, en general, con la colaboración ciudadana y en los centros penitenciarios, en particular, con programas de tratamiento y evaluación del riesgo de radicalización.
Respecto a la financiación del terrorismo, el desarrollo de un trabajo conjunto cada vez más intenso entre distintas instituciones permitirá, a juicio de los responsables de la Seguridad Nacional, "identificar a los actores implicados y posibilitar la trazabilidad completa de los fondos que sean susceptibles de emplearse con fines terroristas".