La trama corrupta de ERC liderada por el exconseller de Gobernación de la Generalitat Xavier Vendrell intentó presionar al presidente de AENA, Maurici Lucena, para lograr un contrato millonario en la ampliación de un aeropuerto en Bolivia.
Los mensajes intervenidos por la Guardia Civil en el caso Volhov acreditan que Xavier Vendrell (exterrorista de Terra Lliure y aún vinculado a la dirección de ERC) utilizó sus influencias políticas para reunirse con el presidente de AENA quien, sin embargo, rechazó sus pretensiones.
El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, investiga en el caso Volhov si los independentistas han desviado recursos públicos de la Generalitat para financiar la estancia del expresident y prófugo de la Justicia Carles Puigdemont en Waterloo (Bruselas).
Xavier Vendrell (que fue conseller de Gobernación durante dos meses, en el Tripartito de Pasqual Maragall) está imputado en la causa por los presuntos delitos de malversación, blanqueo de capitales, prevaricación urbanística y tráfico de influencias.
El mayor proyecto de Evo
La Guardia Civil intervino varios mensajes de Telegram que Vendrell intercambió entre junio y septiembre de 2019 con tres empresarios, identificados como Mario Rivera, Nicanor Ríos y Facu.
Aprovechando los contactos políticos de Vendrell, estos empresarios pretendían que la empresa pública AENA les designara como socios preferentes para participar en las obras de ampliación del aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra, el proyecto de infraestructura más importante acometido por el Gobierno de Evo Morales.
Para ello pretendían aprovechar el clima de colaboración que se había abierto entre ambos países, tras la visita que el presidente Pedro Sánchez realizó a Bolivia en agosto de 2018, tan sólo dos meses después de llegar a la Presidencia del Gobierno.
A raíz del viaje oficial, varios medios publicaron en Bolivia que la empresa pública AENA estaba dispuesta a participar en la macroampliación del aeropuerto de Viru Viru, con la que el Ejecutivo de Evo Morales quería potenciar la región de Santa Cruz de la Sierra como destino turístico: el proyecto incluía la construcción de una segunda pista de aterrizaje, una terminal de pasajeros de 50.000 metros cuadrados y una nueva plataforma de carga.
AENA rechazó su plan
"Xavi, ¿cómo va la gestión con el ministro Ábalos?", escribió uno de los citados empresarios en un mensaje dirigido a Xavier Vendrell el 21 de agosto de 2019, según consta en el sumario del caso Volhov.
En la conversación de chat, otro de los empresarios implicados explicó que ya había enviado a AENA el borrador de "memorándum de entendimiento" que había redactado, para que su grupo fuera designado socio preferente de la empresa pública en el proyecto de Bolivia.
Varias semanas después, el 19 de septiembre de 2019, Xavier Vendrell comunicó a sus socios en el mismo chat que había logrado reunirse con el presidente de AENA, Maurici Lucena, para "abordar el tema del aeropuerto de Santa Cruz".
Xavier Vendrell aseguró que esta reunión había sido posible gracias a la mediación del portavoz de ERC en las Cortes, Gabriel Rufián: "La persona a la que había pedido que realizara la gestión (el portavoz de mi partido en el Congreso de los Diputados) había llevado adelante el encargo y había transmitido nuestros mensajes", escribió en el chat de Telegram.
Sin embargo, el exterrorista de Terra Lliure no tenía muy buenas noticias para sus socios. Tras la reunión con Maurici Lucena, Vendrell explicó que "AENA tiene muchas reservas de participar en negocios en Bolivia, ya que en su momento sufrió una expropiación por parte del Gobierno boliviano".
Efectivamente, el Gobierno de Evo Morales había nacionalizado en febrero de 2013 la compañía Sabsa (filial participada por AENA y Abertis) que gestionaba tres aeropuertos en el país, alegando que había saqueado el "patrimonio del pueblo boliviano" y que los altos sueldos de sus ejecutivos le habían impedido asumir las inversiones previstas.
Así que a Maurici Lucena no le seducía la idea de volver a poner en peligro el patrimonio de la empresa pública, en un país sin seguridad jurídica como Bolivia. A través de Telegram, Xavier Vendrell siguió exponiendo a sus socios las objeciones que Maurici Lucena había planteado durante la reunión: "El modelo de negocio propuesto para este proyecto no encaja con su visión".
A pesar de todo ello, añadió Vendrell, "no está totalmente cerrada la posibilidad de que AENA participe en este proyecto, si se puede revisar la forma de participación, los plazos y las garantías". En caso de reconsiderar su posición, aseguró, el presidente de AENA estaba dispuesto a retomar el contacto con estos empresarios. Algo que nunca ocurrió.
Quería visitar La Moncloa
El sumario de la operación Volhov ya ha dejado constancia, en otros pasajes, de los intentos del exdirigente de ERC de aprovechar la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno para hacer negocios.
Meses antes, en 5 de noviembre de 2018, Vendrell había enviado el siguiente mensaje de Telegram al entonces presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell: "Buenos días, Joan, soy consciente de que este es un mes complicado para ti, pero si pudiéramos desencallar la visita a La Moncloa me harías un gran favor, para mí es importante por diferentes temas. Gracias!".
Dos semanas después, Juan Rosell contestó informando a Vendrell: "Pedro Sánchez en Fomento el 20 de diciembre!! Oportunidad para hacer reunión Petro!! Vamos hablando". Aludía a la visita a Barcelona que el presidente del Gobierno tenía previsto realizar, para asistir a la entrega de los Premios Carles Ferrer Salat y las Medallas de Honor de la patronal catalana Fomento del Trabajo. Antes de asistir a este acto, Sánchez celebró un encuentro institucional con el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el Palacio de Pedralbes.
Como ha informado EL ESPAÑOL, la Audiencia Provincial de Barcelona ha confirmado la decisión del juez instructor del caso Volhov de enviar a la Fiscalía Europea los pinchazos telefónicos en los que otro de los encausados, David Madí (exjefe de gabinete de Artur Mas) anunciaba su intención de hacer negocio con los fondos europeos Next Generation tras mantener en Barcelona una reunión de "pequeño comité" con Iván Redondo, entonces jefe de gabinete de Pedro Sánchez.
La instrucción del caso Volhov ha acreditado que Xavier Vendrell se benefició del trato de favor de las instituciones gobernadas por ERC: la Generalitat le adjudicó irregularmente un contrato de 442.000 euros para la realización de análisis de laboratorio y el Ayuntamiento de Cabrera de Mar (Barcelona) recalificó su finca Villa Bugatti, que duplicó así su valor.
Según los pinchazos telefónicos ordenados por el juez, Vendrell propuso además a David Madí asociarse para hacer negocio con los test Covid que contrata la Generalitat. El juez instructor señala que ambos empresarios forman parte del sanedrín que dirige el fallido proceso de independencia desde 2017.