Durante los últimos años, miles de agentes venían exigiendo al Ministerio del Interior que declarase a Cataluña como "Zona de Especial Singularidad", ante "la sangría de efectivos que sufre la plantilla" en esa comunidad autónoma. Allí el descontento es tal que la mayoría de los efectivos no aguantan demasiado en un destino que es, a su juicio, de los más complicados de España.
Pero este miércoles el ministro Fernando Grande-Marlaska se ha comprometido, por fin, según ha podido conocer EL ESPAÑOL, a dotar a Cataluña de la declaración de Zona de Especial Singularidad, una denominación de la que ya goza el País Vasco -otorgada durante los años de mayor actividad de la banda terrorista ETA- y que los agentes pretenden también para la región del Campo de Gibraltar, tan castigada por el narcotráfico.
En una reunión mantenida con la asociación JUCIL, la mayoritaria en el seno de la Guardia Civil, el ministro ha indicado al secretario general de la entidad, Ernesto Vilariño, que el proceso de tramitación de esa declaración para Cataluña se encuentra "muy avanzado". Marlaska aseguró además que, como en otros casos, "incluirá ventajas que faciliten que guardias civiles y policías nacionales se asienten en la zona", según el secretario de Comunicación de JUCIL, Agustín Leal.
Leal explica a este periódico que desde hace años, y más concretamente desde 2017, cuando se intensificó el desafío separatista, los agentes destinados en Cataluña "malviven debido al rechazo y al abandono que sufren de parte de la sociedad catalana, la independentista".
Bajo esa situación de "estrés y de tensión permanente" a la que se ven sometidos los agentes, cada vez son más los que deciden solicitar otros destinos, donde puedan trabajar y residir "sin respirar la crispación que soportan en Cataluña".
Tal y como ya reveló EL ESPAÑOL, muchos policías nacionales abandonan Cataluña en cuanto pueden. Si en 2020 cerca de 800 policías se fueron de esa comunidad, en 2021 más de 900 agentes hicieron lo propio. Eso obliga cada año a reestructurar una plantilla, la de la Policía Nacional, que apenas llega allí a los 3.500 efectivos.
Equiparación salarial
Desde JUCIL han reclamado al ministro incentivos, como más días de descanso y un plus en las condiciones salariales, para conseguir un arraigo mayor en Cataluña que permitirá, además, "un mejor servicio al ciudadano".
El ministro se comprometió "a seguir avanzando" en el logro de la "equiparación salarial real", pero también a la equiparación de medios y de condiciones laborales de los guardias civiles y de los policías nacionales con las policías autonómicas,según Leal.
La reunión con el ministro ha servido también a JUCIL para recordarle al ministro las "desigualdades" de los agentes de la Benemérita en relación a otras fuerzas de seguridad, no solamente en cuestiones salariales, sino también en condiciones laborales y de jubilación.
Destacaron que los Mossos d'Esquadra pueden jubilarse en Cataluña a los 60 años sin que eso suponga una pérdida de valor de sus prestaciones económicas, mientras que los guardias civiles siguen obligados a jubilarse a los 65 años para evitar un menoscabo de su pensión. "El ministro se comprometió en avanzar para eliminar estas desigualdades", aseguran desde JUCIL.
Los miembros de la associación también le dijeron al ministro que en la Guardia Civil faltan más de 10.000 agentes para completar la plantilla necesaria para atender todos los servicios que ahora presta, con lo que se mejorarían las condiciones de seguridad de los ciudadanos.
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