Una operación de la Brigada Provincial de Información (BPI) de la Policía Nacional en Madrid acaba de desarticular una trama que había captado a personal sanitario de todo el país para expedir pasaportes falsos de vacunación, el llamado pasaporte Covid. En total, han sido detenidas siete personas, a las que se les atribuyen los delitos de falsedad documental y contra la salud pública.
Los investigadores, cuyas pesquisas comenzaron en enero, contaron con la colaboración total de colectivos sanitarios y de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, según fuentes de la investigación. Pronto constataron que la red había conseguido hasta la fecha la inscripción fraudulenta de unas 1.600 personas en el Registro Nacional de Vacunación, entre ellas al cantante Omar Montes.
También otros personajes procedentes de submundo del narcotráfico, como Ana María Cameno, conocida como 'La Reina de la Coca', llegaron a beneficiarse de esta red, según remarcan a EL ESPAÑOL fuentes de la investigación. En el transcurso de sus averiguaciones, los policías detectaron que la organización criminal, por un lado, habría captado a personal sanitario que introducía en el registro a quienes requerían las certificaciones falsas.
Además, se continúa investigando por el posible robo de claves de acceso al mismo, claves con las que igualmente registraban a personas no vacunadas para que les constara la pauta de vacunación completa y pudieran obtener la documentación que necesitaban.
Las fuentes de la investigación consultadas aseguran que la gravedad de los hechos reside en que se hiciera constar como vacunada en los registros nacionales y europeos a gente a la que no se le había inoculado la primera, la segunda y en algunos casos ni siquiera la tercera dosis. Es decir, que se le expidiesen pasaportes válidos a ojos de las autoridades sin haber pisado un solo hospital para que se les suministrase la inyección.
En la trama hay implicados delincuntes habituales, narcotraficantes e incluso empresarios. A las cerca de 1.600 personas los que obtuvieron ese pasaporte de manera presuntamente fraudulenta se les tomará declaración próximamente en calidad de investigados, por delito de falsedad documental y delito contra la salud pública.
La organización utilizaba de tal modo esas dos vías para obtener los pasaportes Covid falsos. Tras desmantelarla, los agentes de la investigación han constatado que tan solo era la rama española de una organización que proporcionaba pasaportes COVID falsos en diferentes países de la Unión Europea.
Han sido detenidas siete personas, seis en Madrid y una en la provincia de Barcelona. Cinco son hombres y dos mujeres, una de ellas una enfermera a la que también se le atribuyen los delitos de revelación de secreto y acceso ilegal a bases de datos. Introducía en las bases los nombres de las personas que deseaban ese certificado.
Los arrestados se anunciaban en aplicaciones de mensajería instantánea aprovechando grupos de temática negacionista en los que ofrecían tanto pruebas PCR falsas como los pasaportes Covid falsificados.
La operación, que continúa abierta, ha permitido la detección e identificación de los líderes de la organización criminal que operaba desde Francia, cuyos datos ya han sido puestos en conocimiento de las autoridades del país.
Los pago que exigía la red a cambio de las certificaciones fraudulentas era de 50 euros, en el caso de emitir certificados de pruebas PCR negativas, y cantidades que oscilaban entre los 200 y 1000 euros a cambio de expedir pasaportes COVID en los que constaran dos o tres dosis de vacunación.
Principios de enero
La investigación comenzó a principios de enero cuando se detectaron anuncios que ofrecían tanto pruebas PCR falsas como pasaportes COVID falsificados en grupos de carácter negacionista de una aplicación de mensajería instantánea. Los agentes pudieron comprobar que personas integrantes de grupos criminales o intermediarios de estos, se introdujeron en estos grupos para garantizar un “pase de salud” a personas que no estuvieran vacunadas.
Además, los investigadores pudieron constatar que, en la mayoría de los casos, los integrantes de la organización exigían el pago en criptomonedas, a través de cuentas que habían abierto en terceros países para hacer más complicado el rastreo por parte de las autoridades.
Una vez que los implicados percibían el pago los interesados obtenían el código QR en el que constaba la pauta de vacunación fraudulenta. A los dos días podían obtener el pasaporte COVID en el que constaban como recibidas dos o tres dosis.
Dos redes clientelares
Las pesquisas llevadas a cabo por los investigadores han permitido detectar que la organización había creado dos tipos de redes clientelares. La primera cobraba alrededor de 200 euros para que pudieran obtener el documento fraudulento. A la segunda, con mayor poder adquisitivo, se le exigía un pago de 1.000 euros por introducirlas en el registro con la pauta de vacunación completa.
Tras identificar a los intermediarios en España de la red criminal, se llevó a cabo un operativo que permitió la detención de todos ellos, así como la identificación de los líderes de la organización. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones. Las 1600 personas que han adquirido las pruebas fraudulentas han quedado sujetas a investigación.