Si hay algo en lo que destaca la inteligencia militar de Rusia es en la llamada guerra híbrida. También en la técnica de los ciberataques, en las estrategias de desinformación, los golpes cibernéticos a los sistemas electrónicos de sus rivales. Por eso, conociendo la trayectoria y la experiencia en esta materia, el Gobierno ha ordenado ya que este fin de semana los ordenadores personales y los equipos personales del personal de los distintos ministerios permanezca apagado. En plena invasión rusa de Ucrania, un ataque por tierra mar y aire, el resto de potencias se protegen de todo lo que pueda venir.
El ejemplo de la orden dada desde Moncloa lo encontramos en un correo electrónico al que ha podido acceder EL ESPAÑOL y que fue enviado en la noche de este pasado viernes. En ese mensaje la Secretaría General Adjunta de Informática del CSIC remite a sus empleados la instrucción de que los equipos permanezcan desconectados durante este fin de semana.
"En previsión de posibles ciberataques -reza el correo- y siguiendo las instrucciones que acabamos de recibir en estos precisos momentos desde la Secretaría de Estado de Administración Digital y el Centro de Operaciones de Ciberseguridad de la AGE, así como a través de la División de Tecnologías de la información del Ministerio de Ciencia e Innovación, rogamos todo el personal del CSIC proceda al apagado de los ordenadores personales y el resto de equipos cuyo equipo sea prescindible durante este fin de semana".
"Somos conscientes de la dificultad de realizar esta tarea -prosigue el mensaje- máxime dada la hora en que se solicita. No obstante, se ruega encarecidamente a aquellas personas a las que llegue esta comunicación que procedan al apagado de sus equipos y den traslado de estas instrucciones al personal de sus respectivas unidades".
"En eso nos sacan años luz. Los problemas que hemos tenido aquí alguna vez con ellos suelen ser de lo que entendemos por guerra electrónica. Aplican sus servicios de inteligencia a este cometido, tienen edificios de hackers dedicados a robar información", aseguran fuentes militares consultadas, expertas en la llamada guerra del ciberespacio.
Ciberataque a Ucrania
Sin ir más lejos los primeros bombardeos rusos en territorio ucraniano a primera hora de la mañana de este jueves vinieron precedidos de al menos cuatro ciberataques lanzados contra Ucrania, Lituania, Letonia y Alemania. El caos era, siguiendo el estilo habitual de la guerra avanzada en el que se ha especializado el Kremlin, la primera fase de la ofensiva. Moscú preparó el terreno de la actividad armada echando mano de sus sistemas de guerra híbrida y electrónica con el fin de colapsar el territorio en el que irrumpirían horas después.
Esa oleada de bombardeos virtuales que inutilizaron los servidores ucranianos y diversas webs gubernamentales en las horas previas al discurso pronunciado por Vladímir Putin desde el Kremlin. Este daba el pistoletazo de salida al lanzamiento de las primeras bombas desde el cielo de Kiev y a la incursión de la artillería pesada terrestre rusa en las regiones de Donetsk y Lugansk.
Estos ataques, aseguran las fuentes consultadas en la inteligencia militar, se reprodujeron en regiones del Báltico como Letonia o Lituania, donde la OTAN mantienen destacamentos de tropas desplegadas en sendos Battle Group. En esos dos países los ciberataques, a tenor de las informaciones a las que ha tenido acceso este diario, tumbaron los servidores de telefonía de ambas potencias. Las mismas fuentes aseguran que ese asalto virtual se habría producido también en Alemania.
Este miércoles, horas antes del ataque, también diversas cuentas de Twitter que hacían seguimiento de la situación en Ucrania sufrieron ataques de bots de origen desconocido. La acometida tumbó su información durante 12 horas, las previas al inicio de la invasión.
Stoltenberg avisa
Jens Stoltenberg, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, aseguraba este viernes que los aliados están desplegando tropas cerca de Ucrania para "responder con rapidez a cualquier contingencia". Advirtió también de que el empleo de los ciberataques rusos sería considerado como una razón para aplicar el Artículo 5, según el cual un ataque contra un país de la Alianza equivale a un ataque contra todos ellos, por lo que sería obligatorio responder.
Eso sí, pese a la llamada de atención y el aviso lanzado al Kremlin, aseguró que los aliados tomarían las convenientes precauciones. "Vamos a aplicar mecanismos de defensa para que no haya ciberataques", señaló.
La perpetrada contra Ucrania las horas previas a ser invadida fue la ola de ciberataques más sofisticada que se haya registrado hasta el momento. Ya desde el miércoles existen serios problemas para acceder a los espacios web de las áreas virtuales de los organismos públicos. También a las aplicaciones de los bancos del país.
Este colapso ha tenido su repercusión en la calle, de tal forma que quienes trataban de extraer sus ahorros encontraban con que muchos de los cajeros ya no estaban funcionando. Las tarjetas no surtían efecto, tal y como ha relató un corresponsal en TVE.
La estrategia de los servicios de inteligencia militar de Moscú, en cuyas manos deposita Putin la estrategia de la guerra híbrida (unos 5.000 hombres dedicados a ello), se ha elevado en las últimas jornadas a otro nivel debido a la introducción de una nueva amenaza digital.
Se trataba de un wiper, un programa malicioso (malware) que eliminaría la información guardada en los equipos digitales en los que propaga su infección.
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