Los 200 militares de la fragata Almirante Juan de Borbón (F-102) han sido ya prevenidos por si la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) requiere los servicios de este buque de la Armada Española en el mar Negro o en el Báltico en las próximas fechas.
Se trata de las dos zonas más caldeadas tras el recrudecimiento de la guerra en Ucrania, propiciada por la invasión de las tropas de Vladimir Putin.
Las fuerzas de la Alianza prosiguen en esas aguas con sus misiones habituales integradas en las agrupaciones permanentes de la OTAN, a las que las Fuerzas Armadas españolas aportan otros tres barcos de su flota marítima.
Según fuentes militares consultadas por EL ESPAÑOL, la F-102, que navega bajo el control operativo nacional del Mando de Operaciones, ha sido alertada en las últimas jornadas. Se busca que la Juan de Borbón esté "alistada", de forma que pueda salir de su puerto base, el Arsenal Militar de Ferrol, en un plazo de 5 días después de que se comunique que se necesitará su colaboración.
"Es el buque mejor adiestrado ahora mismo, el que está más fresco", defienden fuentes militares conocedoras de la capacidad de este navío. Las mismas fuentes sostienen que la fragata tiene ya marcado en estos momentos lo que se conoce como un notice to move (NTM) de 5 días, lo que quiere decir que su tripulación ha de estar prevenida por si tuviera que zarpar en ese plazo de tiempo.
En consecuencia, la F-102 empieza ya a pertrecharse de munición, víveres y combustible. Todo lo necesario ante la posibilidad de partir nuevamente para unirse a las misiones de la OTAN, en la que es la situación más grave en el Viejo Continente desde la Segunda Guerra Mundial. Se trataría de la cuarta aportación de la Armada Española a la Alianza Atlántica en las últimas fechas.
La Armada española está presente ahora mismo en el Mar Negro con tres buques de guerra: la fragata Blas de Lezo (F-103), el Buque de Acción Marítima (BAM) Meteoro y el cazaminas Sella. El primero cuenta con una dotación de 202 militares, el segundo con 52 y el tercero con 41. En total, unos 300 soldados a los que, en caso de resultar necesario, se sumarían los dos centenares de marinos de la Juan de Borbón.
La más preparada
En las últimas jornadas los aliados buscan reforzar su muro defensivo en Europa del Este, los llamados eFP Battle Group, cuya traducción es Presencia Avanzada Reforzada. La decisión forma parte de la estrategia conjunta de la OTAN para fortalecer las misiones defensivas "y preventivas" en los países de la región, que ya estaban en marcha y se ha decidido apuntalar, tras la invasión perpetrada por Rusia en Ucrania.
Por eso, se ha pedido a esta fragata de la Armada que se ponga en alerta. Según las fuentes consultadas, sería el barco cuya maquinaria estaría mejor engrasada en estos momentos. No en vano, la F-102 participó hace apenas un mes en una serie de maniobras en el Mediterráneo. El despliegue se produjo junto al Grupo Aero Naval francés y tuvo lugar entre el 1 y el 8 de febrero, con resultados muy satisfactorios.
Por esas fechas la escalada de tensión entre la OTAN y Rusia comenzaba a resultar insostenible, debido a la acumulación de más de 100.000 soldados del Ejército ruso y la creciente amenaza de una invasión ordenada por Putin, algo que finalmente ha terminado sucediendo.
Casi al mismo tiempo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, adelantó la salida hacia el Mar Negro de dos de los tres buques de la Armada que ya se encuentran en esas aguas, y anunció el envío de cuatro cazas Eurofighter a Bulgaria para unirse a la Policía Aérea del Báltico.
Fue entonces cuando la Juan de Borbón abandonó el Arsenal Militar ferrolano para participar en los ejercicios en las aguas mediterráneas junto a sus compañeros de la Armada francesa. Era la llamada misión Clemenceau, conformada por 3.000 militares, nueve buques escolta, 30 aviones y dos submarinos.
Anteriormente, durante el pasado mes de noviembre estuvo integrada en la Agrupación Naval Permanente de la OTAN nº 1 (SNMG-1), realizando patrullaje antiaéreo en el mar del Norte y en el Báltico. Era la antesala de las fricciones más agresivas de Rusia con la OTAN, que llegarían apenas dos meses después.
La barrera este
La decisión de los aliados de incorporar más tropas a las misiones OTAN se está consumando en las últimas jornadas. Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, el Ministerio de Defensa ha reforzado con 160 soldados del Ejército de Tierra su contingente integrado en el batallón multinacional ubicado en la localidad de Adazi, en Letonia.
Así, se añaden a los 350 hombres que permanecen junto a los aliados, comandados por las tropas canadienses. Los soldados que se suman a esta misión, en su mayoría de la Brigada "Guzmán el Bueno" X (Córdoba), son una unidad de artillería de campaña, una unidad de ingenieros (zapadores y apoyos), así como soldados que aportarán capacidades de apoyo logístico.
Todos ellos estarán integrados en el llamado eFP Battle Group, cuya traducción es Presencia Avanzada Reforzada. El trabajo de los efectivos en el terreno comprende operaciones tácticas en grupos de combate que la OTAN impulsó después de que el Kremlin decidiera invadir la península ucraniana de Crimea, en el año 2014.
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