La estrategia para la gestión de la pandemia de la Covid-19 en España cambiará radicalmente a partir del lunes. Sólo los positivos de coronavirus detectados en mayores de 65 años, profesionales sanitarios o personas vulnerables serán registrados en la base de datos del Ministerio de Sanidad y las cuarentenas para contagiados se eliminarán, excepto para personas extremadamente vulnerables (residencias y hospitales).
El cambio es enorme y marca un punto y aparte en la forma de convivir con el virus. Sin embargo, se mantendrán medidas que empezaron a tomarse al inicio de la pandemia, pese a que algunas no han demostrado eficacia ni tienen validez científica.
La maraña de consejos, protocolos y guías de actuación de las distintas administraciones siguen vigentes porque no tenían 'fecha' de caducidad. Ahora, diversos organismos (sanitarios y del comercio) piden indicaciones nuevas y que, si la pandemia ha pasado a una nueva fase, "lo haga para todos".
1. Pantallas de metacrilato
Una de esas medidas que parece que ha llegado para quedarse ha sido la pantalla de metacrilato. Quienes trabajan cara al público la utilizaron como medio de protección cuando todavía no era ni siquiera obligatorio el uso de mascarillas en interiores.
2. Gel de manos
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, tiene muchos mantras Covid y uno de ellos lo heredó de su antecesor, Salvador Illa. Es ese de las "tres emes", la "mascarilla, distancia de 1,5 metros y lavado de manos". En ese último, el de la higiene personal, hizo que se llenaran todos los establecimientos españoles de gel hidroalcohólico. "Litros y litros" señalan desde algunos centros comerciales.
Lo cierto es que los últimos estudios conocidos sugieren que el riesgo de infección por SARS-CoV-2 tras tocar superficies es "bajo", y generalmente menos de 1 por cada 10.000 contactos.
3. Códigos QR
Fue ese riesgo de contagio al tocar superficies el que hizo que la mayoría de los locales de hostelería dieran un salto hacia la digitalización implantando códigos QR en sus establecimientos. Las cartas en papel desaparecieron y parece que, por la aceptación del público, esto va a seguir así.
4. Pago con tarjeta
Del mismo modo, esa fobia llegó hasta los métodos de pago. En muchos establecimientos todavía se indica la "preferencia" de pago con tarjeta. Para proteger sus datáfonos, muchos tomaron la medida de plastificarlos, aunque no había ninguna evidencia científica de que esto fuera útil.
5. Purificadores
Entre las medidas más cuestionadas están los purificadores de aire o filtros HEPA. Aunque varios estudios los recomiendan para eliminar las partículas de Covid, no está 100% demostrada su eficacia. Muchos establecimientos se han lanzado a ponerlos, pero lo cierto es que para que sean eficaces deben de tener la proporción adecuada al local y responder a unos exigentes estándares europeos que no siempre se cumplen.
Como explica el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, José Luis Yzuel Sanz, su sector ha sido uno de los más perjudicados porque se les obligó a poner todo tipo de medidas y a hacer grandes inversiones sin garantizar "la eficacia de nada".
6. Entradas y salidas diferenciadas
Hay que recordar que, en julio de 2020, todos los ministerios se coordinaron con el del Sanidad para elaborar guías de buenas prácticas en todo tipo de espacios cerrados. Una de las medidas que más se repetía en lo que afecta a los centros comerciales era la de diferenciar la entrada y la salida de los establecimientos.
7. Alfombrillas de húmedo-secado
Con las entradas y salidas diferenciadas llegaban las alfombrillas de húmedo y secado que se agotaron en todos los establecimientos.
Algunos gobiernos autonómicos, como el murciano, llegaron a la conclusión de que, en relación con este asunto, "no se han encontrado ensayos clínicos que demuestren la efectividad de la práctica de poner a la entrada de habitaciones o centros sanitarios alfombras o empapadores humedecidos con lejía para minimizar la transmisión de Covid".
8. Buffet libre
Un sector que se ha visto muy perjudicado por estas medidas es el hotelero, y los establecimientos cuyo reclamo principal era el "todo incluido". Durante las primeras olas se recomendó eliminar los buffet libres e, incluso se entregaban los cubiertos plastificados de forma individual.
Fuentes del sector insisten en que ahora eso no es obligatorio y que es una decisión que toma cada compañía. Los que los han recuperado han mantenido limitaciones como la distancia de seguridad, usar mascarilla y gel hidroalcohólico.
9. Servilleteros fuera
El temido contagio por contacto también eliminó la dispensación de servilletas en mesa. De hecho, en algunos establecimientos, desde restaurantes a cafeterías, sigue siendo así.
10. Tomar la temperatura
El uso de termómetro infrarrojo se hizo muy popular durante la primera ola de la pandemia como modo de controlar a las personas en los aeropuertos. La fiebre es uno de los síntomas más comunes del Covid-19. Pero su utilidad se ha demostrado nula, aunque en muchos establecimientos sigan tomando la temperatura al entrar.
11. Sin cocina en el trabajo
Para evitar el contagio en el entorno laboral, también se recomendó cerrar las cocinas y eliminar la hora de la comida. Fue una decisión que se tomó acorde a los parámetros del Ministerio de turno y que, en algunas oficinas, ya se ha eliminado.
Aun así, el protocolo y guía de buenas prácticas dirigidas a los establecimientos físicos del Ministerio de Turismo indica que se deben "eliminar o clausurar, en los lugares de trabajo, aparatos de uso común como: surtidores de agua, cafeteras, neveras, microondas, etc.". Este documento, como el resto, sigue vigente y sin cambios desde 2020.
12. Mesas libres
Aunque las restricciones de aforo hayan desaparecido, muchos establecimientos siguen dejando mesas libres entre clientes. Una forma de "dar confianza". Desde la Confederación Empresarial de Hostelería de España insisten en que, ante la no modificación de estos protocolos, las autoridades deberían aclarar qué hay que hacer y que no.
"Si cambias algo que hemos asociado con seguridad, aunque no sea cierta, generas desconfianza en el cliente", explican desde el sector. Así que hay medidas contra el Covid que han llegado para quedarse, aunque sean inútiles.