El sexto presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha cargado este sábado, en su toma de posesión en el Salón dos Reis del Parlamento de Galicia, contra "la tentación de aprovechar los resortes del Estado para desgastar las instituciones, comenzando por la de Su Majestad el Rey".

Su enarbolada defensa ha coincidido con el día en que la Plataforma Consulta Popular Estatal Monarquía o República celebra una consulta popular sobre el modelo de Estado, apoyada por partidos como IU y Podemos, a través de unas 725 mesas instaladas en parques, calles y locales de ciudades de todas las comunidades autónomas.

La consulta no es vinculante, ni cuenta con censo ni con el respaldo de ninguna administración pública y su objetivo, según la promotora, es que los ciudadanos puedan pronunciarse sobre si prefieren un sistema monárquico o republicano.

En esta jornada, Rueda, que sucede a Alberto Núñez Feijóo, ha dicho que Galicia, en lo que de él dependa, seguirá apostando por un modelo basado en la cooperación y en la "fidelidad".

Rueda ha sido arropado en su toma de posesión por toda la plana mayor del partido, con todos los presidentes autonómicos del Partido Popular: Alfonso Fernández Mañueco, Fernando López Miras, Isabel Díaz Ayuso y su predecesor en el cargo, Alberto Núñez Feijóo, ahora presidente del PP.

También acudió al acto el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, así como otros pesos pesados como Ana Pastor.

"Desgastar"

Hay muchas situaciones, a su juicio, como ha incidido en su discurso tras la jura, que requieren de un alto grado de "responsabilidad" y de otro igualmente elevado de "prudencia", valor que primará "frente a quienes tengan la tentación de desgastar".

Igual que prevalecerá la concordia, ha garantizado, porque la Comunidad al frente de cuyo gobierno ahora está "superó y va a superar" todas las pruebas "sin que la unidad esencial de nuestro pueblo se vaya a resentir".

Rueda ha arrancado su discurso citando al pontevedrés Valentín Paz-Andrade, que se refería a "Galicia como tarea" y se ha identificado como "un gallego que ve en sus compatriotas el mejor ejemplo".

"Soy un hijo de Galicia al que Galicia encomienda que mantenga su unidad, su progreso y su bienestar. Intentaré ser digno de este pueblo que demuestra todos los días que es capaz de realizar sus sueños. Lo hace gracias a su esfuerzo propio, dentro de una España constituida en monarquía parlamentaria y en el seno de una Galicia autónoma y libre".

"Galicia lo que quiere es ser como Galicia", ha resumido el jefe del Ejecutivo gallego, a la par que ha celebrado que "acertamos" porque de este modo no pueden abrirse paso "modelos que condicionen, que nos confronten con otras tierras".

La clave del éxito de este "largo periplo" es precisamente, a su entender, "enorgullecernos de lo que somos y de como somos", ha dicho. 

"Conozco, quiero y creo en una Galicia unida, desde la Rúa Príncipe de Vigo hasta la praia das Catedrais, desde las tierras de A Limia hasta el bastión pesquero de O Barbanza, desde la Praza do Obradoiro hasta el Centro Galego de Bos Aires", ha proclamado, en un acto con medio millar de invitados, entre autoridades y representantes de la sociedad civil.

"Creo en una comunidad que se mantenga a salvo de la miopía del localismo y la fragmentación, que con el ariete de supuestos agravios carga contra la casa común y que tanto nos ha costado construir", ha añadido, antes de pasarse al castellano -algo que también solía hacer su antecesor- para garantizar que Galicia "va a contribuir con lealtad al fortalecimiento de España y del proyecto común europeo". 

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