El plan de Feijóo para "galleguizar" Cataluña inspirado en la idea de Fraga: 10 líneas maestras
El presidente del PP llegó a Barcelona hablando de la "nacionalidad" catalana buscando recuperar los votantes que le lleven a Moncloa.
14 mayo, 2022 03:58Noticias relacionadas
Alberto Núñez Feijóo tiene un sueño: galleguizar España. El nuevo presidente del Partido Popular no ha perdido el tiempo desde que llegase a la planta noble de Génova 13 y se ha puesto manos a la obra para poner en marcha su proyecto político. Ha querido fijarse primero en las regiones donde su formación se desangró en las últimas elecciones generales, conocedor de que el panorama político sólo lo llevará hasta la Moncloa con un partido fuerte en todo el territorio nacional.
El pasado 6 de mayo, Feijóo se desplazó por primera vez a Cataluña desde que asumiese la presidencia del PP. La visita fue a la capital, Barcelona. Allí enseño la primera mano de cartas que quiere jugar para hacerse fuerte en la comunidad antes de las próximas elecciones generales.
No lo tendrá fácil. En los últimos comicios los conservadores pasaron de obtener seis representantes entra las cuatro provincias a uno, el de Cayetana Álvarez de Toledo. La periodista reconvertida en política fue una apuesta personal de Pablo Casado que resultó ser un batacazo en toda regla.
El discurso de Álvarez de Toledo, contraria a cualquier tipo de identidad catalana y defensora de la españolidad en territorio comanche la señaló a nivel interno como una de las causantes de los malos resultados electorales. Pero Feijóo pretende dar un giro de 180 grados a esos planteamientos para que agua pasada no mueva molinos.
Después de tener controlados dos territorios de gran peso como Madrid y Andalucía, Feijóo espera convertir Cataluña en un territorio clave para que el PP vuelva a gobernar. El objetivo es seducir a “aquellos votantes que creen en un catalanismo que no es independentista”, explican desde su equipo. El espejo en el que se quiere reflejar data de 2003, cuando Josep Piqué consiguió 15 escaños en el Parlament. Eso le haría dar un paso de gigante en dirección a presidir el Consejo de Minsitros.
Hasta en tres ocasiones utilizó la palabra “nacionalidad” en Barcelona. “Es que así aparece en el artículo 2 de la Constitución”, afirman las fuentes consultadas, en alusión al concepto que aparece como nacionalidades “históricas” que recoge la Carta Magna.
En realidad la idea de “galleguizar” territorios no es genuina de Núñez Feijóo. “Esto es algo que se inventa Fraga”, el padre del PP nacional y en particular del gallego. “Es algo que todos sus sucesores han aceptado”. Principalmente porque les ha funcionado.
Un ejemplo de esto último es que no es la primera vez que Feijóo utiliza este término. En noviembre de 2017, tras el referéndum del 1 de octubre y la DUI fallida, dijo que había que “galleguizar España”. En ese momento gobernaban los suyos en Moncloa, lo que con el paso del tiempo se puede entender como una declaración de intenciones.
También el pasado 7 de febrero, semanas antes de su elección como presidente nacional del PP, empleó el término. Se dolía entonces Feijóo por la muerte de José Ramón Ónega, delegado de la Xunta en Madrid, “integrante de esa amplia legión de gallegos que supieron galleguizar Madrid”.
La hegemonía de los populares en Galicia es inapelable. Desde que Fraga, padre de ese galleguismo del que hace bandera Feijóo, llegase a la Xunta en 1990, siempre han gobernado a excepción de los cuatro del bipartito entre el PSOE y BNG.
Desde la periferia
El mismo Nuñez Feijóo ha gobernado siempre en mayoría absoluta. Hasta cuatro veces sin que nadie siquiera pudiese plantear otras alternativas. Esa supremacía es la que ha conseguido anular el nacionalismo en Galicia, un territorio que por sus características podría haber corrido la misma suerte que Cataluña o el País Vasco. Feijóo intentará clamar en cataluña que él es uno de los suyos, que sabe lo que es estar en la periferia en un territorio con sus particularidades y que no todo pasa por Madrid.
“Eso es lo que el presidente quiso decir el otro día”. Esa es la idea que Feijóo tiene para Cataluña. Abrazar y poner de manifiesto las singularidades de la “cultura, la historia y la identidad catalana, que también forman parte de lo que es España”, comentan las personas preguntadas por este asunto.
¿A quién interpela este planteamiento? A todos los catalanes que se han sentido “excluidos” por las políticas independentistas de los últimos 10 años. Estos votantes, que es el pastel final de los partidos políticos, han encontrado amparo en dos formaciones muy distintas durante este tiempo.
Primero fue el fenómeno de Ciudadanos. Inés Arrimadas consiguió ganar las elecciones tras los abruptos años del procés, pero no logró llegar al Palau de la Generalitat. Cs alcanzó 36 escaños históricos en 2017. Pero los vaivenes en toda España, los cambios de criterio de Albert Rivera y las distintas repeticiones electorales les llevaron a obtener sólo seis representantes cuatro años después.
En 2021 cogió el relevo naranja el PSC, con Salvador Illa a la cabeza. Una abultada exposición mediática durante la pandemia de la Covid-19 debido a su papel como ministro de Sanidad le impulsaron en las encuestas y el 14 de febrero de aquel año ganó las elecciones con 33 diputados regionales. Tampoco pudo formar gobierno y volvieron a pactar los independentistas.
Es a ese electorado, al que busca un refugio fuera del independentismo holístico al que se quiere dirigir Feijóo, seduciéndoles con la idea de que el PP ya no es un partido centralista que decidirá el futuro de Cataluña desde Madrid. Que él viene de Galicia y allí las cosas se hacen de otra manera. A la gallega concretamente, pero sin olvidar que Cataluña tiene su idiosincrasia particular.
Al igual que en Galicia, Feijóo quiere implantar en Cataluña un “bilingüismo armónico”, cordial, no excluyente. Espera volver a poner en valor “la senyera, que es la bandera que recoge la Constitución”. “Los nacionalistas se han adueñado del idioma, una cosa que es de todos, ya faltaba”.
En este ámbito Feijóo tiene a una reciente aliada que jugará a su favor: el Tribunal Constitucional: la sentencia que obliga a la Generalitat a impartir el 25% de las clases en castellano. No tendrá que darle muchas vueltas a su argumentario en este sentido cada vez que vaya a Cataluña. Un simple que se cumpla la ley será más que suficiente.
Sobre si creen que esta postura puede torpedear posibles alianzas con Vox, desde su equipo no se pronuncian. “No hemos tratado ese tema, la verdad”. La política lingüística llevada a cabo en Galicia ha sido una de las armas arrojadizas que los de Santiago Abascal han arrojado contra Feijóo.
Y sobre sus palabras en Barcelona no tardaron en responder. El portavoz nacional de la formación, Jorge Buxadé, arremetido días después contra el presidente del PP por haber hablado de la "nacionalidad catalana". "No hay más nación que España", le ha recalcado.
“En resumen, explicar que hay una nacionalidad catalana, como recoge la Constitución, una parte de la sociedad catalana que abraza ese catalanismo fuera del nacionalismo”, afirman desde Génova, para añadir que “el PP siempre ha sido un partido que cree en las autonomías, somos un partido de territorios. Si estamos fuerte en los territorios, estaremos fuertes en España”. Palabra de presidente.