Terrén, quien dirigía una organización destinada al tráfico de estas piedras preciosas, en una imagen de archivo.

Terrén, quien dirigía una organización destinada al tráfico de estas piedras preciosas, en una imagen de archivo. E.E.

España CRÍMENES DE GUERRA

La Policía detiene a Manuel Terrén, "gran jefe" del tráfico de diamantes de sangre en Sierra Leona

Fugado en Brasil, era el coordinador de una trama empresarial que habría permitido el blanqueo y la posterior circulación ilegal de los diamantes de sangre en Europa.

6 julio, 2024 12:57

El juez le situaba como "el gran jefe" en África de un grupo de empresarios que promovió la venta de diamantes de sangre en Sierra Leona a finales de los 90. Llevaba años eludiendo la acción de la justicia. Pero por fin, esta semana la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional ha detenido a Manuel Terrén Parcerisas, cuando trataba de volar a Brasil.

Manuel Terrén cayó en el aeropuerto de Málaga esta misma semana. Los agentes habían constatado su relación con el contrabando de diamantes de sangre. Estos diamantes eran obtenidos por milicias paramilitares que esclavizaban a civiles, de los que se servían como mano de obra en las minas de Sierra Leona. Los años en los que comerció con esas piedras preciosas fueron entre 1999 y el 2002.

Según los investigadores, Terrén era el coordinador de una trama empresarial que habría permitido el blanqueo y la posterior circulación ilegal de los diamantes de sangre en Europa. Según los investigadores el detenido con su actividad habría financiado directamente al Frente Revolucionado Unificado (RUF), sustentando así su lucha en la Guerra Civil.

La investigación se inició en el pasado año 2020 tras la presentación de una querella por parte de una víctima civil que habría trabajado como esclavo en una de las minas dirigidas por la milicia paramilitar (Frente Revolucionario Unido).

Tras las oportunas pesquisas policiales, en las que se ha contado con un amplio apoyo de la comunidad internacional a nivel policial y judicial, se constató que el ahora detenido fue empleado de una mercantil que se habría lucrado con la actividad ilegal relacionada con los diamantes de sangre.

Fue Terrén quien diseñó y supervisó en la década de los 90 las acciones de todo un entramado empresarial con sedes en distintos lugares como en Liberia, y dedicadas supuestamente a la extracción, comercialización y exportación de esos metales preciosos. Los diamantes de sangre obtenidos en Sierra Leona eran blanqueados bajo este entramado como supuestos diamantes obtenidos de forma legal en el país vecino, Liberia.

Tras la obtención ilegal de estas piedras preciosas, extraídas principalmente en las minas de Kono y Boedu, minas controladas por niños soldados del Frente Revolucionario Unificado, los diamantes se entregaban a una de las filiales del entramado empresarial en Liberia. La entrega era realizada por militares de la milicia, la cual encontraba con esta venta su forma de financiación de la guerra.

Compra presencial

Entre los años 1991 y 2002 tuvo lugar en Sierra Leona una cruenta guerra civil entre el Gobierno legítimo y opositores armados, la guerra dejó más de 70.000 personas fallecidas y 2,6 millones de desplazados. El Tribunal Especial para Sierra Leona (TESL) condenó a penas de cárcel a algunos de los responsables de cometer delitos de Lesa Humanidad y Crímenes de Guerra.

Una sentencia de esa instancia judicial constató que una de las principales fuentes de financiación de la guerra civil fue el comercio de diamantes extraídos en minas abiertas de ese país, en condiciones de esclavitud y utilizando mano de obra secuestrada por las fuerzas opositoras. El Consejo de Seguridad de la ONU declaró ilegal el comercio de diamantes obtenidos en estas circunstancias.

Según los investigadores Terrén habría participado directamente en la compra presencial de estos diamantes, coincidiendo así con militares del RUF, quienes le hacían directamente la entrega. Una vez ocultado el origen real de la extracción y ya blanqueados los diamantes como piedras extraídas de forma legal en Liberia, estos eran vendidos principalmente a una empresa belga quien los introducía finalmente en el mercado europeo.

La Comisaría General de Información de la Policía Nacional tiene entre sus funciones la investigación de delitos de lesa humanidad, crímenes de guerra y genocidio, es por ello que tras la oportuna investigación y teniendo constancia de la llegada de esta persona a territorio español, en la noche del pasado martes procedieron su detención en el Aeropuerto de Málaga, el detenido viajaba desde Brasil donde residía desde 2007. La colaboración de la Policía Federal brasileña ha sido indispensable para el desarrollo de la investigación, hecho que pone de manifiesto la buena cooperación internacional a nivel policial.

Tras el oportuno dispositivo de seguridad que finalizó con la detención de este ciudadano español, se procedió al registro de una amplia finca en Málaga, residencia de verano del detenido. Fruto de este registro los agentes incautaron documentación y dispositivos electrónicos de interés para la investigación que están siendo ahora analizados.

Este viernes, el arrestado fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número Uno de la Audiencia Nacional, cuyo titular decretó su ingreso en prisión. La operación que ha sido realizada por la Comisaría General de Información ha contado con la colaboración de las Brigada Provincial de Información de Málaga, coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y dirigida por el Juzgado Central de Instrucción número Uno. Además, la investigación ha contado con un amplio apoyo y colaboración de la comunidad internacional.