Policías denuncian que trabajan en Barajas sin EPI junto a solicitantes de asilo con síntomas de mpox
El sindicato mayoritario JUPOL urge a Interior a establecer "de manera inmediata", más medidas destinadas a evitar contagios de esta enfermedad.
20 agosto, 2024 03:58Solicitantes de asilo procedentes de África se encuentran "hacinados" en las instalaciones del Aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas y sin ningún tipo de barrera física que los separen de los agentes del aeropuerto, que carecen de EPI (equipos de protección individual) en plena emergencia internacional por la mpox (viruela del mono), declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así lo denuncian los policías nacionales que trabajan en el complejo de Barajas, quienes se sienten desprotegidos. Tienen que trabajar en la Terminal 1 en una sala diáfana, sin ningún tipo de protección ni separación física con personas procedentes del continente africano, algunas de las cuales tienen sintomatología compatible con la mpox.
Los agentes de Barajas denuncian que todavía no existe un protocolo para tratar con estas personas, como ya ha reclamado el sindicato JUPOL. La Dirección General de la Policía (DGP), a través de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, se ha limitado a realizar unas meras recomendaciones muy básicas contra la enfermedad.
Por ello, los policías reclaman que se les dote de EPI, la desinfección de las salas y la implementación de algún tipo de separación física con las personas solicitantes de asilo procedentes del continente africano.
Fuentes del Ministerio de Sanidad consultadas por EL ESPAÑOL descartan la transmisión comunitaria, aunque sí ven posible la importación de algún contagio.
Además de a varias fotografías recientes de la sala de asilo de la T-1, este periódico ha tenido acceso al oficio que la DGP ha enviado a los agentes con las recomendaciones destinadas a prevenir los contagios de mpox.
El citado documento, fechado el pasado 16 de agosto, ocupa un solo folio. Y recomienda, simplemente, el lavado habitual de manos con jabón y agua o empleando una loción hidroalcohólica, así como el uso de "mascarillas y guantes desechables" en el caso de los efectivos policiales encargados de atender la llegada de pateras, en el caso de los migrantes llegados a las costas españolas.
Asimismo, la Dirección General de Policía recomienda "extremar estas medidas" en el caso de contactos con personas que presenten "sintomatología sospechosa", como son la fiebre, las erupciones cutáneas, la inflamación de ganglios, dolores de cabeza o dolores musculares...
Éste es el caso de algunos de los solicitantes de asilo con los que están obligados a convivir en la T-1 los agentes afectados. El sindicato JUPOL, el mayoritario entre el Cuerpo Nacional de Policía, ha urgido al Ministerio del Interior y a la DGP a poner en marcha, "de manera inmediata, medidas destinadas a evitar posibles contagios de esta enfermedad".
Especialmente, entre los policías que prestan labores en la recepción, traslado y custodia de inmigrantes irregulares procedentes del continente africano. En un escrito, han solicitado que se establezca un protocolo de actuación, así como la dotación a dichos policías de EPI, guantes y mascarillas FFP2.
Sobre todo, en los llamados "puntos calientes" para la propagación internacional de la enfermedad, como son los aeropuertos y en los diversos Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE). Estas instalaciones, según advierte el sindicato, "están ya de por sí masificadas, lo que puede suponer un importante foco de contagio y propagación de la enfermedad".
"Nuestros agentes están en la primera línea de actuación, expuestos a situaciones de alto riesgo diariamente. Es imprescindible que el Estado garantice su seguridad con los recursos y medidas adecuadas", expresa Ibón Domínguez, portavoz de JUPOL.
"No podemos permitir que nuevamente la falta de preparación o de recursos ponga en peligro la salud de nuestros compañeros y, por ende, la seguridad de la ciudadanía en general", señala, tras aludir a los peligros que supuso para la actuación policial a pie de calle la pandemia de la Covid-19.