203 militares españoles han muerto en acto de servicio en los últimos 13 años, la mayoría en España

Uno de los últimos se produjo en Polonia. El pasado 22 de abril, un cabo de 43 años, padre de dos hijas, natural de Ecuador y perteneciente al Grupo de Regulares de Ceuta 54 del Ejército de Tierra, tuvo un accidente en un ejercicio con fuego real: falleció en el acto. Dos meses antes, en febrero, un alumno de la Academia de Infantería de Toledo perdía la vida en el accidente de un camión militar. En diciembre, una de las más graves tragedias que se recuerdan en las Fuerzas Armadas. La de Cerro Muriano, en la que fallecieron un cabo y un soldado, ahogados en un ejercicio en un lado de esa base en Córdoba.

La peligrosidad del trabajo que desempeñan las Fuerzas Armadas está sobre la mesa desde hace años. También la condición profesional de los militares, de la que no se suele hablar demasiado. A día de hoy, al contrario que otros profesionales, no son considerados profesión de riesgo. Y ello pese a los datos de fallecimientos en esta clase de situaciones en los últimos 13 años.

Según los datos del Portal de Transparencia, sollicitados por la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME), 203 militares fallecieron desde el año 2011 hasta el 2023 en esta clase de accidentes. A su vez, 27.511 soldados resultaron heridos de distinta gravedad en ese mismo período.

La inmensa mayoría de ellos fallecieron en territorio nacional. Según los datos desglosados por cada año, los últimos la cifra se ha mantenido en torno a una media de 15/20 soldados muertos, con años como 2011 o 2021 en los que la estadística se incrementó de forma trágica hasta los 31 y 29, respectivamente.

ATME ha remitido a los grupos parlamentarios en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados estos datos junto a una propuesta para el reconocimiento de la profesión militar como de riesgo. Esta asociación lamenta que a pesar de ser la única profesión que exige a sus miembros la entrega de su vida cuando fuera necesario en defensa de la nación y de sus ciudadanos, todavía no ha recibido tal reconocimiento.

Iniciativas parlamentarias

"Esto sí se ha hecho con otros profesionales como el personal incluido en el Estatuto Minero y en el Régimen Especial de Trabajadores del Mar, personal de vuelo de trabajos aéreos, trabajadores ferroviarios, artistas, profesionales taurinos, bomberos, miembros de la Ertzaintza, de los Mossos d'Esquadra, de la Policía Foral de Navarra o de las policías locales", señalan desde ATME.

Recientemente, el Pleno del Congreso de los Diputados aprobó una Proposición no de Ley para que le fuese reconocido tal condición a los miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como los proyectos de la Ley básica de agentes forestales y medioambientales y la Ley básica de bomberos forestales. En todos ellos se recogen coeficientes reductores para al pase a la situación de jubilación o retiro.

ATME considera que el personal militar no puede ni debe quedarse atrás en el reconocimiento de su profesión como de riesgo, debido a las características de las funciones y misiones que realizan.

"Como pueden ser actuaciones ante todo tipo de desastres naturales, manejo y uso de todo tipo de explosivos y armamento, realización de maniobras con fuego real, servicios de seguridad, formar parte de tripulaciones de aviones, buques y submarinos o, entre otras más, realizar misiones de interposición en zonas de combate".

El pasado 21 de mayo, la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados incluyó una propuesta del Grupo Parlamentario VOX relativa a la mejora de las condiciones del ejercicio de la profesión de los miembros de las fuerzas armadas, donde se encontraba englobada el reconocimiento de la profesión militar como de riesgo, fue rechazada, encontrando solo el apoyo del Grupo Parlamentario Popular.