Íñigo Errejón en una imagen de redes sociales

Íñigo Errejón en una imagen de redes sociales

España

El 'caso Errejón' incendia las redes: "Un inquisidor quemado por la propia Inquisición... justicia poética"

I.M.
Publicada

La dimisión de Íñigo Errejón ha dado incluso para análisis de texto. Una usuaria, llamada Cronopia en la red social X, ha escogido las partes de su mensaje de despedida y las ha desmenuzado por lo que, según ella, quieren decir realmente. 

La primera la resume con un "me han pillado". Después dice: "Me he pasado tres pueblos abusando de poder, pero eso lo hace todo el mundo, ¿no?". En el siguiente párrafo querría decir, "las mujeres de hoy no aguantan nada". Y así hasta que concluye con un "por favor, no me denuncien".

Desde que a primera hora de la tarde se conoció la dimisión del hasta ahora portavoz de Sumar en el Congreso, las redes han sido el principal foco de la noticia. Primero, y más importante, porque allí han ido surgiendo más acusaciones. Y, segundo, por el debate que se ha generado en torno a un líder que siempre ha defendido el feminismo

De hecho, algunas de las publicaciones más comentadas proceden del propio Errejón. "La normalización del acoso y el abuso sexual no es ninguna broma, es violencia machista y debemos trabajar para erradicarla", tuiteaba él mismo en 2017, comentando un programa de La Sexta. 

Otra de las frases en este sentido que también ha dado que hablar la pronunció él -también en La Sexta- para referirse al beso de Luis Rubiales a la futbolista Jeny Hermoso. "Está habiendo un silencio vergonzante en la política, los medios y entre futbolistas. Esto es un clamor social", denunciaba hace poco más de un año Íñigo Errejón.

Tania López, historiadora del arte, ironizaba con el concepto de gaslighting, que aparecía en la primera denuncia anónima contra el político. "A mi el lenguaje que utiliza Errejón en el comunicado me suena al de esos hombres que van a terapia y que terminan aprendiendo una terminología más compleja con la que hacerte luz de gas".

Mientras, Aina Díaz, abogada, concluía que "si empezamos en serio con el #MeToo aquí cae hasta el apuntador. Izquierdas, derechas, y judicatura/mundo jurídico. Hasta el apuntador".

Otra de las habituales en estos debates es la tuitera feminista que se esconde tras el pseudónimo de Barbijaputa. "No es que él sea un mierdas, es que se ha generado una subjetividad tóxica multiplicada por el patriarcado", comentaba. 

Y añadía después: "El hombre de derechas no pone lavadoras porque eso es cosa de mujeres. El hombre de izquierdas no pone lavadoras porque está 'emancipado de los cuidados'", en referencia de nuevo al comunicado de Errejón.

Diostuitero, otro referente en estas lides, comentaba: "Cuando un inquisidor es quemado por la propia Inquisición a la que él perteneció se llama justicia poética. ¿Verdad, Errejón?".

Y una cuenta paródica de la Agenda 2030, normalmente criticada por movimientos de extrema derecha, escribía que "Íñigo Errejón lo mismo te pide que tengas conciencia ecológica mientras se apreta una barbacoa, que te sale en la televisión preocupado por la violencia machista para acabar dimitiendo tras la denuncia pública de varias mujeres de haber sufrido su maltrato".

No sólo él se convirtió en tendencia en redes, también Milhouse, el personaje de los Simpsons con quien comparaban. 

El dibujante Julio Rey recuperaba la frase de Errejón en la que decía que había "llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona" y la ilustraba con una viñeta de Milhouse y un Bart Simpson transfigurado en Pablo Iglesias.

Otro hilo, con cierto éxito, ironizaba con que Errejón dejaba la política "para centrarse en su carrera televisiva como Milhouse".