El jefe de la UDEF en Madrid se cambió de la UDYCO a la unidad de Blanqueo cuando empezó a colaborar con el narco
- Tras ser captado por clanes de narcos en su etapa en estupefacientes, continuó con los chivatazos en Blanqueo. Cobraba un millón por operación.
- Más información: Sociedades relacionadas con el jefe de Blanqueo de la Policía en Madrid, en el punto de mira: tenía activos en criptomonedas
El inspector jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional en Madrid, Óscar Sánchez Gil, detenido con 20 millones de euros en su casa pidió entrar en la unidad Antiblanqueo tras empezar a colaborar con clanes de narcos a los que conoció en su etapa en la Brigada Central de Estupefacientes.
Según detallan a EL ESPAÑOL fuentes próximas a la investigación, Sánchez Gil pidió entrar en la UDEF al ascender en el año 2020 en la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO Central), cuando ya había comenzado a facilitar información a clanes que introducían grandes contenedores de droga en España por los puertos más importantes del país.
En la UDYCO lideró el grupo dedicado a luchar contra el tráfico de estupefacientes en internet. Durante esa etapa, según los investigadores, fue captado por las organizaciones criminales que introducen cocaína en territorio nacional. Después, al entrar en Blanqueo, pudo tener ya controladas las dos patas de las investigaciones contra el narcotráfico. Tenía acceso a las investigaciones, y conocía el modo de lavar dinero de forma discreta, y sin caer en los mismos errores que otros narcotraficantes.
La Unidad de Asuntos Internos (UAI) ha ido con pies de plomo en los últimos años al enhebrar esta investigación. Según ha publicado este periódico, el inspector jefe venía facilitando desde 2019 los chivatazos que los narcos necesitaban para escoger las rutas más oportunas con las que introducir grandes cantidades de droga en España.
Según fuentes próximas a las pesquisas, cobraba al menos un millón por cada trabajo para las organizaciones criminales que presuntamente requerían sus servicios. Ya en la UDEF de Madrid, contaba una posición más cómoda y discreta alejada del foco que supone estar en la UDYCO Central.
Además, ahí obtendría los conocimientos necesarios sobre los procedimientos típicos de blanqueo de capitales, uno de los delitos por los que precisamente ahora figura como investigado en esta causa abierta en la Audiencia Nacional, en la que también hay detenidas otras 14 personas.
Entre las personas detenidas y encarceladas figuran su mujer y su cuñada. Las mismas fuentes refieren que el papel de ambas en este entramado resultaba también muy destacado, y que por eso el juez ha decidido enviarlas también a la cárcel de Estremera. El inspector jefe de la UDEF en Madrid y su mujer son padres de dos hijos adolescentes, y pese a ello el juez no ha tenido reparo en enviarlos a los dos a la cárcel, lo que revelaría la contundencia de las pruebas recabadas en su contra.
La mujer del inspector jefe era también agente de la Policía Nacional. Estaba destinada concretamente en la unidad de Policía Judicial de Alcalá de Henares. Ambos tenían, por tanto, acceso a las bases de datos en las que figuran las investigaciones más sensibles que se llevan a cabo en el Cuerpo. Este acceso a información tan relevante, destacan las fuentes consultadas, resultaría un importante valor del que sacarían provecho las organizaciones criminales que les tenían a sueldo.
Investigación abierta
Otra de las piezas fundamentales para el blanqueo del dinero que obtenían de colaborar con los clanes de la droga era su cuñada. Esta mujer, que también ha sido enviada a prisión, ejercería como presunta testaferro. Esta mujer tenía a su nombre al menos 70 licencias de VTC, que eran las que servían para dar cobertura al inspector jefe, experto en blanquear capitales, dado que en la práctica se tenía que dedicar a perseguirlo.
De esa manera, al mismo tiempo que era registrada su casa, en distintos puntos de España sus excompañeros de UDYCO y los de Asuntos Internos irrumpieron en varias decenas de inmuebles, los de las sociedades que presuntamente utilizó junto al resto de los 15 arrestados para blanquear millones procedentes del tráfico de estupefacientes.
El discreto inspector jefe logró despistar a muchos durante años, con su vida discreta y "anodina", según la definen sus compañeros. Conducía el mismo Range Rover desde hace 10 años. Su casa, un chalet en Villalbilla, cerca de Alcalá de Henares, le proporcionaba la tranquilidad, la austeridad y la reserva necesaria para no llamar la atención. Su único vicio conocido era el palco del que disfrutaba en el Bernabéu. Nadie le invitaba. Iba porque se lo pagaba él.
Sánchez Gil ocultó en su casa de Villalbilla al menos 20 millones de euros en las paredes de la vivienda. Los investigadores de Asuntos Internos, como señaló EL ESPAÑOL, también están examinando posibles sociedades presuntamente asociadas al policía, así como los activos que pudiera tener en forma de criptomonedas.
La operación surge de la mayor incautación de la historia en España, 13 toneladas de cocaína, el mayor alijo de cocaína de la historia nunca interceptado en España. La organización para la que trabajaba Sánchez Gil contaba con la suficiente tranquilidad como para arriesgarse a meter en un solo envío en España material por valor de 780 millones de euros en el mercado. Eso, para las fuentes consultadas, da la medida del grado de infiltración y de control que podía tener esta organización de narcotraficantes en la esfera policial que les perseguía.
Que el juez mantenga la investigación bajo secreto de sumario es una mala señal para muchos en la Policía. Esto, para distintos mandos policiales, indicaría que podría haber otros efectivos en el punto de mira de Asuntos Internos.