Un narco muerto y dos guardias civiles heridos tras chocar una narcolancha y una patrullera de la Guardia Civil en Cádiz
Los hechos han ocurrido la pasada noche frente a las costas de Bonanza (Cádiz) cuando la patrullera Río Irati realizaba el seguimiento de cinco semirrígidas.
La violencia provocada por el mundo del narcotráfico sigue convulsionando y acechando las costas de Andalucía y las aguas del Estrecho de Gibraltar. Esta noche dos guardias civiles han resultado heridos y un narcotraficante ha fallecido como consecuencia de la colisión entre una patrullera de la Guardia Civil y una lancha rápida cargada de hachís en las aguas de Cádiz, junto a la desembocadura del río Guadalquivir.
Los hechos, según detallan a EL ESPAÑOL fuentes de la Benemérita, se producen después de que el Instituto Armado avistase a través del Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) cinco narcolanchas entrando por la desembocadura del río. Fue entonces cuando se activó la patrullera Río Irati, que acudió en seguimiento de una narcolancha.
Fue entonces cuando se produjo una colisión entre ambas. La narcolancha puso rumbo hacia la orilla de Doñana, en la demarcación de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva.
Como producto de la colisión han resultado heridos leves por contusiones dos componentes de la tripulación oficial (un guardia civil y un cabo).
También un narcotraficante resultó herido de gravedad, y terminó falleciendo la pasada madrugada. Las maniobras de reanimación de los servicios sanitarios fueron infructuosas, nada se pudo hacer por su vida.
Tras el impacto, la Guardia Civil ha constatado que la patrullera del Río Irati presenta problemas en uno de los motores y una vía de agua. Estas dos averías propiciaron que el patrón de la embarcación de la Guardia Civil decidiese embarrancarla en la playa de Bajo de Guía, en el municipio gaditano de Sanlúcar de Barrameda.
Sucesos similares
El fenómeno narco está viviendo un inquietante auge en la desembocadura del Guadalquivir, que se ha convertido en una auténtica autopista por las que sus embarcaciones campan a sus anchas.
Las incautaciones alcanzan niveles nunca vistos en los últimos años, y también se han vivido otros episodios incluso más violentos que este. El asesinato el pasado febrero de dos agentes de la Guardia Civil en Barbate, arrollados por una narcolancha, marcó para muchos un antes y un después.
Tras aquel suceso se produjo una especie de despertar ante la alerta de aquello en lo que puede estar convirtiéndose la provincia de Cádiz y el sur peninsular, con traficantes de toda clase de mercancías campando a sus anchas, sin miedo al enfrentamiento directo con la Benemérita.
La mayoría de las asociaciones de guardias civiles han coincidido en exigir la dimisión de Fernando Grande-Marlaska y en denunciar que llevaban varios años alertando de que la situación en Cádiz se estaba agravando. Él, a cambio, retiró en 2022 el OCON-Sur, un grupo de élite contra el narco que protagonizó algunas de las operaciones más importantes de los últimos años.
Las asociaciones también han exigido de forma recurrente al Ministerio "más medios y más personal para luchar contra unos delincuentes que se han adueñado" del Campo de Gibraltar.