Marlaska pone al frente de la lucha antiterrorista en la Policía al jefe de la Brigada de Información de Madrid
La decisión de este nombramiento llega tras la jubilación de su predecesor en el cargo, Eugenio Pereiro.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha nombrado al comisario principal Javier Antonio Susín Bercero nuevo comisario general de Información de la Policía Nacional, a propuesta del director general de la Policía, Francisco Pardo.
Se trata de uno de los efectivos más reputados en la materia en el seno del Cuerpo. Javier Antonio Susín es licenciado en Derecho e ingresó en el año 1993 en la Policía Nacional. A lo largo de su trayectoria profesional ha asumido diferentes responsabilidades, principalmente en la Comisaría General de Información.
La decisión llega tras la jubilación de Eugenio Pereiro, quien desempeñaba este puesto anteriormente. Según una nota emitida por el Ministerio del Interior, Susín Bercero es un profesional con amplia experiencia en la Comisaría General de Información, órgano que liderará a partir de ahora.
Ascendió a inspector jefe en el año 2008, a comisario en 2017 —cuando fue nombrado jefe de la comisaría de Parla (Madrid)—, y a comisario principal en 2023.
Susín Bercero ocupaba desde 2020 el cargo de jefe de la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Posee diferentes condecoraciones policiales y de otras instituciones, además de numerosas felicitaciones públicas.
Entre los retos que tendrá que acometer el nuevo comisario, tendrá que hacer a la tendencia del yihadismo internacional de captar a perfiles cada vez más jóvenes en España.
Según revelaban a EL ESPAÑOL fuentes de lucha antiterrorista, en la actualidad se ha observado "un notable aumento" de los intentos de captación de adolescentes y niños por parte de organizaciones como Daesh (Estado Islámico) o Al Qaeda. Son ya un objetivo claro de la yihad, con cifras de jóvenes radicalizados que no deja de aumentar.
Según expertos del Ministerio del Interior dedicados a combatir esta clase de organizaciones, tienen claro que hay un patrón entre los adoctrinadores, que han hallado un nicho del que alimentarse. "Los menores son un sector de la población más fácilmente influenciable; principalmente, a través de las nuevas tecnologías", señalan esas fuentes.
Los adoctrinadores las aprovechan para inocular propaganda a los adolescentes en la que se idealizan actos terroristas, como si fueran algo "heroico y atractivo", algo lleno de emoción. Les ofrecen "una misión o aventura, al estilo de los vídeojuegos o del cine de acción".
Otros grandes retos serán la lucha contra los combatientes extranjeros. También la lucha contra este fenómeno en internet. El entorno virtual tiene una importancia ineludible en este fenómeno, ya que es el espacio donde centran sus esfuerzos, cada vez más, las organizaciones terroristas. "Para los nativos digitales, no hace falta ya desplazarse y conocer gente. Lo que antes sucedía en las mezquitas ahora ocurre en una habitación", señalan las fuentes consultadas..
Esos centros religiosos, años atrás, eran el lugar escogido por los radicales para conseguir adeptos a su causa. Ese espacio de reunión ahora se ha trasladado simplemente a la pantalla de los teléfonos móviles y a las redes sociales. Y tiene como gran aliado al algoritmo que reenvía contenidos personalizados a miles de usuarios en toda España. "Daesh y Al Qaeda", advierten los investigadores, "han visto aquí un filón".