Transportes ve "sospechosa" y "llamativa" la adjudicación de la obra por la que Aldama dice que cobraron él, Koldo y Ábalos

El contrato supuestamente amañado en 2019 que ha revelado EL ESPAÑOL, tenía como objeto las obras en la Autovía A-12 del Camino de Santiago, en el tramo entre Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) y Villamayor del Río (Burgos), y contaba con un presupuesto de 70 millones de euros que luego hubo que aumentar a 80.

El Gobierno explica que esta obra no está entre las incluidas en el listado aportado por Aldama al Supremo, que el ministro Óscar Puente definió como "papeluco" tras un informe de su departamento que desmontaba las supuestas irregularidades. 

Diseño: Arte EE

El contrato de la A-12 que amañó la 'trama Koldo' tuvo que ser modificado: costó 10 M más y hubo que ampliar plazos

Según fuentes del Ejecutivo, lo llamativo de la adjudicación desvelada por EL ESPAÑOL es que la oferta económica de la empresa ganadora era muy mala y, si no hubiera sido por la puntuación de la valoración subjetiva, "no se hubiera llevado la obra".

Esta situación no se produce en ninguna de las obras incluidas en el listado aportado por Aldama y que fueron analizadas por el Ministerio de Óscar Puente. En esos casos "la puntuación técnica está muy ajustada y la oferta económica está entre las dos o tres primeras". Por eso, en el resto de obras aportadas a la causa no se muestra evidencia de trato de favor, mientras que en esta "al menos la sospecha es clara".

Según informó este periódico, José Ruz, constructor y dueño de Levantina, Ingeniería y Construcción SL (LIC) transfirió 50.000 euros a Aldama, a través de su empresa Deluxe Fortune SL, cuando se presentó al concurso y 20.000 más al día siguiente de que la Dirección General de Carreteras le diera la máxima puntuación. Aldama aseguró en el Tribunal Supremo que también recibieron una comisión Ábalos, entonces ministro, y su asesor, Koldo García.

Esa obra tuvo luego un modificado a la adjudicación inicial, pero en ese caso, el análisis de los técnicos del Ministerio no aporta dudas de irregularidad alguna en esa fase.

Aldama, empresario definido por la Guardia Civil como el "nexo corruptor", denunció en el Supremo la existencia de una trama de la que formaba parte él mismo con Ábalos y Koldo García que participaba en amaño de adjudicaciones de obras públicas. Ahora el juez instructor, auxiliado por la Guardia Civil, tendrá que investigar los expedientes de esas obras para determinar si hubo irregularidades.

Los técnicos del Ministerio sólo pueden estudiar si hay posibilidades de que se hayan producido irregularidades, por ejemplo sobre las ofertas económicas o el peso de los elementos subjetivos para las adjudicaciones, pero no pueden indagar en esos elementos subjetivos, ya que hay una investigación judicial en marcha.

La obra en cuestión fue adjudicada a una UTE en la que estaba Levantina, Ingeniería y Construcción SL (LIC) junto a Ortiz Construcciones y Proyectos SA, otra de las empresas que según Aldama pagó comisiones, y Torrescámara, una constructora próxima a Koldo García y que aparece mencionada en varias reuniones agendadas por el asesor de José Luis Ábalos. 

Como informó este periódico, la UTE de la que formaba parte José Ruz logró 100 puntos, ganando así el concurso por delante de la que componían Ferrovial, Obras y Servicios, Copasa e Ismael Andrés que recibió 96,68 puntos en la parte técnica.

Además de Ferrovial, otras constructoras como Acciona, Dragados, FCC o Sacyr se presentaron a esta licitación. Sin embargo, la UTE de la que formaba parte la empresa de Ruz superó a sus 19 competidoras con la mejor puntuación. 

Tras aplicar las diferentes fórmulas, la UTE de LIC, Torrescámara y Ortiz Construcciones se impuso por sólo 22 centésimas a la de Ferrovial.

La UTE de Ferrovial, Obras y Servicios, Copasa e Ismael Andrés presentó también una mejor oferta económica, sin embargo, la máxima puntuación recibida por LIC, Torrescámara y Ortiz en los juicios de valor decantó este contrato de 70 millones.

Sólo 24 horas después de que su UTE recibiera la máxima puntuación subjetiva, el 1 de noviembre de 2019, Ruz realiza una segunda transferencia a Aldama por un importe de 20.000 euros. Esta vez, sin embargo, el constructor intenta camuflar el pago con el concepto "préstamo". 

Aldama, en su escrito de alegaciones ante el Supremo, reconoció que ese dinero era el pago de una comisión y que no existió ningún préstamo entre José Ruz y su empresa Deluxe Fortune SL.

No es el único pago de ese constructor a Aldama denunciado por éste ante el Tribunal Supremo.