Se veía venir por segundo año consecutivo. La Covid-19 obliga de nuevo a suspender la romería de la Virgen del Rocío, la más multitudinaria de España. Llega a aglutinar por la celebración de Pentecostés a más de un millón de personas en un fin de semana, que acuden a esta pequeña aldea almonteña. Cuenta hasta con una filial en Bruselas y de otros puntos del país como Madrid, Barcelona o Las Palmas de Gran Canarias.
El presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, ha anunciado esta decisión a través de una rueda de prensa telemática ante el avance de la tercera ola en Andalucía. "Si a final de año albergábamos alguna esperanza, en estas fechas no tenemos ninguna".
No habrá romería tradicional, pero la hermandad ya está trabajando en la celebración de Pentecostés del 21 al 24 de mayo. Obviamente, será de una manera distinta y respetando las restricciones que impongan las autoridades sanitarias en esas fechas.
La suspensión de la romería el año pasado fue una decisión sin precedentes, pero una pandemia de este tipo no es la primera vez que ocurre en la historia y estos acontecimientos suelen cambiar las cosas, ha explicado Padilla. Con ello ha querido decir que probablemente en años venideros, la romería no se celebrará como se ha conocido hasta ahora.
La Virgen está en Almonte
La Virgen del Rocío se encuentra en Almonte desde el pasado mes de agosto de 2019, cuando fue trasladada de noche y envuelta en un capote al municipio desde la aldea, cuya ermita es su residencia habitual. Este acontecimiento ocurre cada siete años siguiendo la tradición marcada desde final de la década de los 40 para que los vecinos almonteños pudieran rezarle desde la cercanía.
En condiciones normales hubiera permanecido en el pueblo durante nueve meses, hasta mayo del año pasado, unos días antes de la celebración de Pentecostés.
Anterior a la década de los 40, la imagen era trasladada a la localidad en tiempos de necesidad, sin ningún calendario establecido, para que intercediera en episodios que asolaban el municipio como epidemias o sequías. El destino es caprichoso y la extensión de la Covid comenzó estando la Virgen en su pueblo.
Precisamente, sobre este traslado, Padilla ha precisado que no hay fecha. "Para ello tienen que darse unas condiciones de seguridad sanitaria que ahora mismo no existen". La ciudadanía debe ser consciente además de que un traslado multitudinario como el último no va a ser posible ni este año ni, probablemente, el que viene. Habrá que hacerlo con otro esquema distinto, ha planteado el presidente.
Implicaciones económicas
La permanencia de la Virgen en Almonte en lugar de la aldea tiene también unas importantes consecuencias económicas. El entorno de la ermita está plagado de tiendas de recuerdos, bares y hoteles. También de un importante negocio inmobiliario basado en el alquiler de las casas durante todo el año.
La Hermandad Matriz tiene planteado un calendario de peregrinaciones por las que todas las filiales pasan por la ermita a venerar a la Virgen un fin de semana del año. Esto hace que la aldea tenga un constante brío económico: las filiales mueven a grupos de personas que alquilan casas, compran y consumen en la aldea. La Covid-19 también ha acabado con estas peregrinaciones y la estancia de la Virgen en Almonte hace que ni siquiera haya movimiento en torno a la aldea.
"Ir al Rocío ahora es para echar un día de campo, no tiene sentido ir si la Virgen no está allí", afirman rocieros consultados por EL ESPAÑOL. Los negocios están prácticamente parados. La tienda El Tamboril, situada frente a la fachada principal de la ermita está bajo mínimos: "La situación nos está afectando muchísimo", confirma Carmen, empleada de este comercio.
"No sabemos si solucionaría algo que la Virgen estuviera aquí, porque las restricciones hacen que no haya movilidad, pero quien visita esta zona es para ver a la Virgen; si está en Almonte, aquí no vienen", se lamenta Carmen. Concluye la conversación con un lacónico: "Esto está desértico".
Ni siquiera la Navidad, cuando se aglutinan unas 80.000 personas, dio un respiro a los comerciantes y hosteleros. Al no estar la imagen en su lugar habitual, los devotos y turistas no han acudido.
Reacciones a la suspensión
Ante la suspensión de la romería, muchos son los peregrinos que han mostrado su "tristeza" por no poder vivir esos momentos mágicos. Aunque entienden que se trata de un ejercicio de responsabilidad, es la semana más esperada durante todo el año.
Una de las hermandades que más historia tiene en torno a la devoción de la Virgen del Rocío es la de Triana. El año pasado fue de las pocas que pudo disfrutar de su peregrinación, que se celebra a final del mes de enero con motivo de la festividad de la Candelaria. Ya se sabía que este año no se celebraría la peregrinación, porque siguen canceladas, pero fuentes de la hermandad confirman que "si no se puede celebrar la misa delante de la Virgen, no tiene sentido organizar nada".
Los rocieros de Triana vivirán este mes de febrero con una intensidad diferente y aquellos que puedan justificar la movilidad tratarán de acudir a visitar a la Virgen en Almonte, ante una suspensión que no ha pillado a nadie por sorpresa.
David Paniagua, de la Hermandad de Málaga, afronta la decisión desde "una decepción muy grande no poder celebrar Pentecostés con nuestra romería tradicional". Jesús Cruz es hermano de la Hermandad de Sanlúcar de Barrameda y afirma que "pensar otro año sin romería y sin poder volver a cruzar las arenas de Doñana se hace muy difícil".
Sobre que la imagen se mantenga en la parroquia de Almonte, Cruz piensa, además, que la Virgen del Rocío tiene su lugar en la aldea: "En su ermita y en los alrededores hay una magia que no hay en el pueblo. Por ejemplo, salir a la explanada y ver las marismas".
Son muchas fiestas populares las que se están suspendiendo por segundo año. Las Fallas de Valencia podrían ser en julio, junto a la celebración de San Fermín que todavía no ha descartado Pamplona, pero ni la Feria de Abril ni la Semana Santa de Sevilla tendrán lugar en el presente 2021.