Juanma Moreno consolida su poder en Andalucía: su mano derecha seguirá al frente del PP de Málaga

Elías Bendodo ha sido reelegido este domingo presidente del PP de Málaga por cuarta vez consecutiva. Durante su intervención, tras obtener el respaldo del 98% de los votos, ha reconocido haberse emocionado más que las veces anteriores por todo lo vivido en los últimos tres años.

También porque su triunfo es vital para que el presidente del PP andaluz y de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se consolide al frente del partido en su comunidad. Todo ello frente a los intentos de la dirección nacional por controlar territorios como el andaluz, que desempeñó un papel importante en el último congreso nacional a favor de Soraya Sáenz de Santamaría frente a Pablo Casado. Además, ahora la situación es distinta, Moreno gobierna y es barón.

No obstante, las palabras más repetidas durante el congreso han sido unidad y consenso. Juanma Moreno incluso aseguró el sábado que si no se conseguían "congresos de unidad" sería "un enorme error colectivo", pero también alabó al día siguiente la tarea de Pablo Casado que, a su juicio, es el presidente que necesita Andalucía. La secretaria general del PP andaluz, Loles López, redundó en el mismo mensaje: "todos somos uno".

Desde este domingo Bendodo afrontará un nuevo mandato con el beneplácito de Génova, que le aprobó la compatibilidad cuando entró en el Gobierno regional como consejero de la Presidencia y que ahora se la ha respetado. En los estatutos dice textualmente que "estos cargos solo son compatibles con aquellos de representación institucional en corporaciones locales y provinciales, en Parlamentos autonómicos y en el Senado". No obstante, que se produzcan estas excepciones también está contemplado en la citada normativa.

El presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo. EP

Tras este intenso fin de semana, Málaga, una de las provincias más importantes para los populares al contar con 33.000 afiliados, y Granada ya tienen a sus presidentes provinciales. Francisco Rodríguez fue elegido el sábado con 98,5 % de los votos y el congreso de Córdoba se celebrará el fin de semana que viene.

La duda estaba en su número dos, Patricia Navarro. Bendodo informó de su propuesta para que esta siguiera al frente de la Secretaría General. Según informa EFE, fuentes de la dirección nacional afirman que ésta rechazará el nombramiento, porque contraviene los estatutos de la formación al ser incompatible con el cargo de delegada de la Junta en esta provincia.

Las demás provincias

En estas tres provincias ambas direcciones pactaron un único candidato y todo ha transcurrido con normalidad, pero quedan otras cinco. La plaza más dura será Sevilla, cuyo cónclave está fechado para el 27 de marzo. Tras encallarse la negociación, la semana pasada saltó por los aires. 

El equipo de Casado ha respaldado expresamente a la actual presidenta, Virginia Pérez, con la oposición nada discreta de la dirección regional andaluza, que propone al actual alcalde de Carmona, Juan Ávila. Desde Génova niegan cualquier intromisión en los congresos de esas tres provincias, aunque reconocen, eso sí, que la pugna existe por controlar el partido en la provincia sevillana.

En Cádiz y Jaén los actuales presidentes del PP en sus provincias, Ana Mestre y Juan Diego Requena, también pueden tener problemas de incompatibilidad. Mestre es delegada del Gobierno andaluz en Cádiz y Requena es diputado nacional.

Huelva y Almería tampoco son plazas seguras por el momento aunque las negociaciones continúan y los congresos no están fechados. En Huelva puede ser que solo haya un candidato, el actual presidente Manuel Andrés González, a falta de un referente afín a Casado.

Por último, en Almería el presidente provincial, Gabriel Amat, tras 17 años en el cargo, manifestó hace unas semanas que se sentía con "ganas y con fuerzas" para optar de nuevo a la reelección. Aunque, por primera vez, señaló que esta decisión aún no está tomada en firme.

En cualquier caso, la voluntad de guerra es nula, al menos por parte del PP andaluz. No es el momento tampoco teniendo en cuenta los resultados obtenidos en Cataluña y la evolución de la pandemia de la Covid-19. Podría ser un tiro en el pie porque para que Génova esté fuerte, Andalucía también tiene que estarlo.