El debate de las primarias del PSOE andaluz ha dejado un enfrentamiento claro y distancias insalvables entre las candidaturas de Juan Espadas y Susana Díaz. El alcalde de Sevilla, combativo, ha centrado parte de sus intervenciones en resaltar los errores de su compañera en estos años al frente de los socialistas andaluces. Por su parte, Díaz ha eludido entrar en el cuerpo a cuerpo protagonizando un debate que ha querido construir sobre críticas al actual Gobierno andaluz y "en positivo" de puertas hacia dentro.
De ahí, que él haya pedido a los militantes la renovación del partido y la expresidenta de la Junta que el PSOE sea una federación "autónoma" de Ferraz que se decida aquí "por, para y desde Andalucía".
El tercer candidato, Luis Ángel Hierro, ha resultado ser un contrapunto interesante que ha despertado consensos entre los debatientes. Suelto, con su personaje de profesor universitario, sólo se ha encendido en los momentos finales del debate para reprochar a Juan Espadas que sacara pecho sobre la participación de la militancia en el debate: "No mintamos, Juan", ha dicho.
Una anécdota, Hierro llevaba para el debate un abanico que sacaba entre intervenciones. Se trata de un abanico del Parlamento andaluz que utilizaba en su época de diputado autonómico entre 2000 y 2004.
A lo largo de toda la campaña, Díaz se ha encargado de transmitir que Juan Espadas es el candidato de Ferraz y que eso implicaría que el partido estuviera teledirigido desde Madrid como "un mando a distancia". En ese sentido, Espadas ha asestado un golpe al argumento de Díaz: "Ningún socialista va a permitir que Andalucía sea sucursal de nadie. Decir eso es faltar al respeto al partido".
Precisamente esa dicotomía ha sido uno de los ejes argumentales de Díaz y Espadas en sus discursos. Por un lado, el PSOE "con autonomía" y separado del federal que ahora busca la expresidenta; por otro, el partido unido, que vuelva a conectarse con Ferraz y que ha defendido el alcalde de Sevilla y basado en la "renovación".
En los diferentes bloques, los candidatos han tendido a mantener unos perfiles muy marcados: en el caso de Díaz, sus mensajes se han dirigido a la crítica al Gobierno de Juanma Moreno, a la asimilación de éste con la extrema derecha y a los mensajes positivos hacia sus compañeros de partido.
Espadas, sin embargo, ha querido ir al cuerpo a cuerpo con Díaz, quien ha estado contenida en este aspecto. Nada más comenzar, el primer dato: una gráfica con la que la atacaba por la sangría de votos durante su gestión. Hierro, por su parte, ha mantenido un perfil técnico y por momentos muy teórico en posiciones económicas. En todo momento ha aludido a las bases, a las que dice representar. "Yo no he comido con nadie en Madrid", dijo.
Bloques temáticos
Han sido cuatro los bloques temáticos: Sanidad, empleo, servicios públicos y la relación de Andalucía con España y Europa. Ha sido precisamente en el bloque sanitario donde más consensos se han despertado: aumentar el presupuesto con más de 14.000 millones de euros, blindar el 7% anual o reforzar el Estado del Bienestar han sido los argumentos de los contendientes.
En el apartado económico, Díaz y Hierro han coincidido en la necesidad de realizar un reparto justo de los Fondos Next Generation. En este punto, la expresidenta de la Junta ha lanzado un recado a Pedro Sánchez por la subida de la factura de la luz: "Andalucía es el territorio con más posibilidades de almacenar energía y mientras las grandes eléctricas se hacen millonarias, los trabajadores cada vez se empobrecen más". A Espadas le han criticado su política fiscal cambiante en el Ayuntamiento de Sevilla.
El tercer bloque ha sido el dirigido a las propuestas relativas a los servicios públicos. En este sentido, Díaz ha repetido en varias ocasiones su verbo fetiche en este debate: blindar. Lo ha usado para hablar de los derechos de la mujer y de la Educación y los servicios públicos en general. Dos asuntos han servido para encontrar el consenso: la llegada de la Memoria Histórica a las aulas y, sorprendentemente, una propuesta de Hierro: "Estaremos todos de acuerdo en que hay que sacar a Queipo de Llano de la Basílica de la Macarena". Todos asintieron
En el último bloque temático, Espadas ha vuelto a atacar a Díaz a cuenta de la etiqueta que la expresidenta le ha otorgado durante la campaña como "candidato de Ferraz". El alcalde de Sevilla ha afeado a Díaz ese apelativo: "Es una falta de respeto al partido" pensar que algún líder permita "ser la sucursal de nadie". Así, Espadas ha insistido en el peso de la federación andaluza del PSOE y ha criticado que ésta haya perdido peso "por intereses personales", en clara alusión a su rival en estas primarias.
Declaraciones finales
En sus declaraciones posteriores a la prensa, ninguno de los candidatos se ha considerado el ganador, pero Hierro ha dicho claramente que él no ha sido el perdedor. En ese sentido, es el candidato que menos tiene que perder, al no formar parte actualmente de ninguna estructura orgánica u ostentar algún cargo relacionado con el partido. Espadas, por su parte, cree que ha sido un debate "de sinceridad y respeto", sin embargo, ha sido el que ha canalizado más reproches hacia Susana Díaz.
En sus últimas intervenciones, de un minuto para cada candidato, Díaz ha tirado de tablas para presentarse con una sonrisa como la candidata de la "ilusión, la valentía y la esperanza" para "votar en libertad". Espadas ha terminado como empezó, achacando a Díaz la sangría de votos: "Este es el principio del fin de las encuestas que consolidan a la derecha". Hierro, por su parte, ha sacado pecho: "Las mayores coincidencias las ha generado esta candidatura"
Por último, ella ha reconocido que venía en son de paz y con una actitud totalmente distinta a la que adoptó hace cuatro años en el debate con Pedro Sánchez, con quien entró en el cuerpo a cuerpo.
Díaz dice que ha cambiado tras perder aquellas primarias y no poder gobernar la Junta ganando las elecciones en 2018 y hoy, al menos, en el debate se le ha notado ese cambio.