El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, obvió este jueves en la Comunidad Valenciana el mayor problema que padece la autonomía: su infrafinanciación por parte del Estado. En su discurso de cerca de una hora para exponer las virtudes de los Presupuestos Generales del Estado se limitó a esa cuestión y a aplaudir su gestión ante la pandemia. Pero no recogió el guante que le lanzó minutos antes Ximo Puig.
El presidente de la Generalitat Valenciana sí aprovechó su intervención previa para reclamar una solución por parte del Estado. “Es urgente corregir la insuficiencia y la inequidad del actual sistema de financiación autonómica”, aseveró el socialista ante el líder nacional de su partido y presidente del Ejecutivo.
Puig amortiguó sus palabras: “Es cierto que hemos experimentado avances en los últimos meses de acuerdo con una voluntad expresada por el Gobierno. Primero, con el reparto del Fondo estatal de 16.000 millones, que ha atendido como nunca el peso poblacional de cada territorio. Y ahora, con unos presupuestos generales que dedican el 9,6% de inversiones a la Comunidad Valenciana, un aumento histórico”, agregó.
Pero no por ello ocultó la principal demanda del territorio. “Ahora, presidente, es el momento de acabar con los agravios y las asimetrías entre ciudadanos para evitar una recuperación a diferentes velocidades. Por cohesión social, y también por cohesión territorial. Porque un reparto más justo de los recursos y de las oportunidades será la mejor manera de unir a la España plural, diversa y real que trasciende la M-30. Insisto: No es un debate identitario, sino de derechos, de igualdad de oportunidades, y de bienestar”, manifestó.
Pese a la claridad con la que se expresó, Sánchez ignoró esta cuestión, algo que contrasta con lo que acostumbra a hacer el propio presidente al visitar la Comunidad Valenciana. El dirigente suele tener la deferencia de hacer suya esta reclamación, a pesar de que su Ejecutivo todavía no ha aportado soluciones al respecto. Pero, en esta ocasión, no se produjo mención alguna.
Para colmo, este mismo jueves la secretaria general de Financiación Autonómica y Local del Gobierno de España, Inés Olóndriz de Moragas, reconoció que habrá un retraso en la reforma del sistema por la pandemia. Fuentes conocedoras de la negociación trasladan a este diario que el Ejecutivo pretende abordarla tras la negociación de los presupuestos estatales y la celebración de las elecciones catalanas en febrero, unos meses más tarde de lo previsto.
El agravio
Tal y como reconoce el propio Gobierno de España, la Comunidad Valenciana es la peor tratada con el actual sistema de financiación autonómica, caducado desde 2014. Según las cifras de ingresos por habitante correspondientes a 2019 que maneja la Generalitat Valenciana, la región percibe 2.035 euros por ciudadano frente a los 2.880 euros que ingresa Cantabria -la más beneficiada de las pertenecientes al régimen común-.
La autonomía se encuentra en estos momentos a la espera de una propuesta por parte del Gobierno sobre cómo será el nuevo sistema de reparto, el que será el "esqueleto" del nuevo modelo de financiación. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, se comprometió con el diputado de Compromís, Joan Baldoví, a tenerlo preparado en enero del año próximo.
Pedro Sánchez, por contra, sí respondió a Puig ante otra de las reivindicaciones que le trasladó. En concreto, el líder del Consell, señalando a la Comunidad de Madrid, reclamó “caminar hacia la armonización fiscal sin paraísos fiscales, sin dumpings, sin los abusos de un efecto capitalidad que ha convertido a Madrid en una gran aspiradora”.
Sobre este particular, Sánchez sí se comprometió ante Puig. “Me parece fundamental que renovemos después de pandemia nuestro sistema fiscal. Hay algunos elementos que ya se están poniendo en marcha a nivel europeo que tenemos que incorporar también en nuestro diseño de sistema fiscal. Tenemos que abrir un gran debate de recursos propios en la Unión Europea y eso tiene, lógicamente, un impacto y un recorrido en nuestro país”, afirmó.