La cabalgata de Reyes del coronavirus no solo será recordada en Valencia por la desafortunada concentración de personas que tuvo lugar en la Plaza del Ayuntamiento en plena segunda ola de la pandemia. Compromís y PSOE, socios de gobierno en la ciudad y en la autonomía, ofrecieron en las redes sociales un espectáculo tanto o más bochornoso. Altos cargos como la consellera de sanidad Ana Barceló y la vicealcaldesa Sandra Gómez -por parte de los socialistas- o la vicepresidenta Mónica Oltra -en representación de la coalición- protagonizaron durísimos enfrentamientos durante la tradicional noche de concordia del 5 de enero.
El consistorio de Joan Ribó (Compromís) planteó un recorrido “secreto” para la cabalgata municipal, pero este atrajo igualmente a una multitud a su llegada a la plaza principal de la ciudad. Ello ocurrió justo el día en que la Comunidad Valenciana alcanzaba su récord diario de muertes (85) y contagios (3.930) por la Covid-19. El error del Ayuntamiento fue flagrante y desató una censura generalizada al trascender los vídeos e imágenes de la aglomeración de cientos de personas.
Además, se dio la circunstancia de que Compromís incurrió en una gran contradicción, pues el mismo día 5 por la mañana la coalición echó un pulso al presidente valenciano Ximo Puig. Los representantes de Compromís en la Mesa Interdepartamental para la Prevención y Actuación ante la Covid-19 propusieron un confinamiento exprés de 14 días en la autonomía, algo que fue rechazado de plano por los socialistas. Se aprobaron nuevas restricciones como adelantar el toque de queda a las 22.00 horas y el cierre de la hostelería a las 17.00, pero ninguna tan drástica como las que planteaba la coalición.
En este contexto de tensión entre los socios del gobierno autonómico se produjeron las concentraciones por la cabalgata, organizada por la concejalía de Cultura Festiva que lidera Carlos Galiana (Compromís). Y los socialistas no supieron -o no quisieron- reprimir las críticas a sus compañeros de Gobierno.
Cruce de tuits
Uno de los primeros en atacar a sus socios fue Manolo Mata, portavoz del PSPV en Les Corts Valencianes. “Creo que lo mejor es callar”, tuiteó en clara alusión a las restricciones que Compromís había solicitado tan solo unas horas antes. La vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, no dudó en contestar al socialista: “Pues no callamos, ¡esto es incomprensible! no podemos callar en la situación de gravedad en la que estamos”.
Tras las palabras de Mata llegaron las de Ana Barceló, consellera de Sanidad de la Comunidad Valenciana. “Esta imagen y sus consecuencias eran evitables si se hubieran cumplido las recomendaciones de Sanidad. Debía evitarse a toda costa la concentración de personas. Lamentable”, criticó la socialista pasadas las 21.30 horas.
Y fue Oltra quien, de nuevo, defendía en público los argumentos de Compromís. Replicó que fue precisamente Sanidad quien permitió la celebración de cabalgatas. “Sí, lamentable. Y también evitable, consellera”, le respondió junto a una captura con las actividades autorizadas. Esto fue pasadas las 23.00 horas. Dos compañeras de Gobierno dedicaban las horas centrales de la noche de Reyes a reprocharse en público lo sucedido.
Poco antes de la medianoche se sumó a la bronca la vicealcaldesa socialista de Valencia, Sandra Gómez. Lo hizo en respuesta al último mensaje de Oltra y con una grave acusación: “Lo que me quedaba por leer. Yo misma he pedido a compañeros tuyos que anularán los autobuses. Por lealtad no he aireado públicamente la discrepancia como tú continuamente haces. Pero es inasumible que encima culpabilices a la consellera de un acto organizado por un compañero tuyo”, aseveró.
La revelación de Gómez fue una valiosa munición para la oposición. Hasta el punto que el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, pidió la dimisión del concejal de Compromís Carlos Galiana.
“Después de leer las declaraciones de la vicealcaldesa, Sandra Gómez, en las que manifiesta que pidió que anulasen la cabalgata de autobuses en la Plaza del Ayuntamiento y que el señor Galiana no hizo caso, y sabiendo que dentro de las competencias de la vicealcaldesa y de su partido está la delegación de la Policía Local, entiendo que el señor Galiana ha actuado por libre y a última hora y que ha provocado la lamentable. Galiana tiene que dimitir”, aseveró Giner.
En la misma línea, la diputada y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, anunció este miércoles que el Partido Popular pedirá en les Corts la comparecencia de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, por la celebración de la Cabalgata de Reyes en la ciudad de Valencia.
“Nos parece de una irresponsabilidad absoluta que el Consell no levantara el teléfono y prohibiera a Ribó esta cabalgata cuando teníamos 85 muertos y más de 3.900 contagios. Por ello, además de pedir explicaciones en Les Corts también vamos a exigir a Ribó que dé explicaciones”, señaló Catalá.
“Momento puntual”
Tanto Joan Ribó como Carlos Galiana huyeron del enfrentamiento directo en las redes sociales durante la noche de Reyes. El concejal sí atendió a diversos medios de comunicación durante el día 6. Defendió que las imágenes de las concentraciones respondieron a “un momento puntual” y, en línea con Mónica Oltra, se aferró al decreto socialista que autorizaba las cabalgatas para defender su celebración.
La dualidad de Compromís frente a la pandemia se produce desde el inicio de la misma. Fue el presidente Ximo Puig quien suspendió las Fallas en marzo de 2020 en un acto en el que ni siquiera estuvo presente Joan Ribó. El alcalde compareció el día siguiente, en un acto independiente junto a Galiana, y reconoció que había planteado “alternativas” para que no fueran canceladas por completo. Todo pese a la gravedad de la desconocida pandemia en la que el mundo se sumía.
En la misma línea, el Ayuntamiento ha mantenido durante las últimas semanas un pulso similar con la consellera Barceló para la celebración de las Fallas de 2021. Todo mientras Compromís, a nivel autonómico, se encuentra en las antípodas de Ribó. Oltra no ha dudado en afirmar en repetidas ocasiones que las medidas de los socialistas para combatir la pandemia están siendo insuficientes.