Valencia

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, eligió el feudo de Ximo Puig para presentar este sábado en sociedad a los principales candidatos del partido a las elecciones locales de mayo. Se trata, pese al largo historial de desencuentros entre ambos, de un barón considerado amigo, máxime si se le compara con sus homólogos de Castilla-La Mancha, Aragón o Extremadura. El presidente valenciano, sin mención directa a estos últimos, criticó su "electoralismo", si bien reconoció "dolor" y "sufrimiento" por las cesiones del Ejecutivo central al separatismo catalán.

Las palabras de Ximo Puig provocaron inicialmente un silencio tenso. Pocos esperaban la sinceridad del presidente de la Generalitat Valenciana. Quizá tampoco él mismo, que pareció improvisar esas palabras -al menos parte de ellas- sobre los recientes acontecimientos ocurridos en el Congreso de los Diputados. La mayoría de la investidura ha suprimido el delito de sedición y ha rebajado el de malversación para contentar a ERC, todo ello en medio de una inmensa bronca por rebajar también la mayoría necesaria para elegir a magistrados del Tribunal Constitucional.

A Puig le tocaba bailar con la más fea, respaldar como anfitrión del acto en Valencia unas medidas que nada suman al PSPV-PSOE de cara a las elecciones autonómicas y locales previstas para la próxima primavera. Así lo reconoce en privado el grueso de los socialistas valencianos, "molestos, pero leales" ante la deriva de Sánchez, según describía este sábado un importante dirigente. Y eso mismo transmitía el discurso de Ximo Puig.

"No podemos orillar los problemas que tienen que ver con la convivencia. Yo entiendo el dolor, el sufrimiento a veces que significa la toma de decisiones. Pero, para avanzar en la convivencia, para generar un espacio de vida en el que todos nos sintamos confortables… Sin audacia, Pedro, no hay posibilidad de avanzar", manifestó el mandatario en primer lugar.

Apagar la soflama independentista justifica las controvertidas concesiones, según Puig. "Es fundamental garantizar en nuestro país la convivencia, es fundamental ser audaz. Y donde hay un problema político, hay que buscar una solución política. Donde hay una ruptura y una confrontación, hay que buscar el diálogo, el diálogo ahora y siempre. Antes, ahora, mañana y siempre. El diálogo. Diálogo, diálogo, diálogo", exclamó Puig.

Fue a continuación cuando el socialista valenciano cargó contra los críticos, en aparente alusión al presidente de Castilla-La Macha, Emiliano García Page; el de Aragón, Javier Lambán; y el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Los tres, ordenados de mayor a menor vehemencia, han manifestado abiertamente su discrepancia con la deriva del Gobierno de España.

"Perplegidad"

"Me causa perplejidad oír a personas relevantes que, en momentos determinados, parece que obvien que los problemas existen. Y, o se quieren solucionar, o se quieren gangrenar. Y mirad, con total claridad: nosotros desde aquí podríamos tener una visión, digamos, más electoralista, más rutinaria, insensible en lo político. Pero estamos para solucionar de verdad los problemas", aseveró Ximo Puig.

Al respecto, el presidente de la Generalitat agregó que "liderar es fácil si te pones a la cabeza de la manifestación. Sea la que sea", pero agregó que "liderar es lo que está haciendo Pedro Sánchez". "Liderar es intentar solucionar un problema grave que había dejado aquí el Gobierno de la derecha, eso es liderar. Liderar para la convivencia", consideró.

Y su crítica a los díscolos todavía fue más allá. "El PSOE ha hecho, durante los últimos 40 años, todos los esfuerzos necesarios para solucionar problemas, para suturar heridas, para acabar con fracturas. Y eso, con total claridad, lo están haciendo los compañeros Salvador Illa, Jaume Collboni y todo el PSC. Lo tenemos que hacer todos, porque queremos vivir juntos. Es que queremos vivir juntos. Y quien se posiciona en el enfrentamiento, es, no solo un irresponsable, sino que no quiere realmente este país", zanjó.

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Pedro Sánchez, que intervino a continuación de Puig, recogió el guante. Afirmó en primer lugar que la "crispación" del PP con Alberto Núñez Feijóo es "igual" que en la etapa de Pablo Casado. "Yo no noto la diferencia. Bueno, sí, antes me llamaban felón y traidor, ahora me llaman dictador y golpista", ironizo.

"Lo que está pasando es que estamos resolviendo el problema de Cataluña", aseveró sobre las concesiones realizadas al suprimir el delito de sedición y rebajar el de malversación para favorecer a los condenados del procés. "En Cataluña, por fin, prima la concordia frente a cualquier tipo de confrontación", insistió. "Los catalanes están hartos de la matraca de proyectos que solo buscan dividir", contrapuso.

Sobre la petición de la oposición de que adelante los comicios, Sánchez criticó que "el PP solo tiene el argumento de las elecciones anticipadas". "Venga una pandemia, un volcán, una DANA o la guerra de Putin, piden elecciones anticipadas, todos los días y para todo", manifestó.

Financiación

Ximo Puig, ya en clave de política autonómica, aprovechó su intervención para reclamar a Pedro Sánchez "un esfuerzo" para encontrar una solución "en un espacio de diálogo permanente" sobre la cuestión de la financiación autonómica. Se trata de un tema "de justicia social y de convivencia", con el fin de "garantizar la igualdad" entre territorios. "Cuando alguien le pone la zancadilla a la democracia no se puede ser equidistante", defendió.

Respecto al trasvase Tajo-Segura, Puig reivindicó que la Comunidad Valenciana tiene "derecho al agua de calidad y para siempre" y esto mismo, según subrayó, ha reclamado en la Vega Baja, "con todos los recursos disponibles". "Hemos superado la guerra del agua, no queremos eso, vamos a estar siempre en la vía del diálogo, con la máxima racionalidad y sin partidismos, para conseguir agua para nuestros agricultores", destacó.

También ejerció de anfitriona la vicealcaldesa de Valencia y candidata del PSPV a la alcaldía de la ciudad, Sandra Gómez. La dirigente llamó a todos los socialistas a "confiar" en Sánchez, y alertó de que los dirigentes de la formación "no se pueden sumar a postulados de la derecha". "Eso no suma fuerzas, suma errores, y no quiero que ningún compañero mío de este partido se equivoque", ha advertido.

"El PP es el Partido que más rota quiere a España. Y por eso no soportan que Pedro Sánchez lo que haya roto sea el independentismo, ha acabado con el procés, que en Cataluña se cumple la Constitución y solo se vota cuando hay elecciones", consideró.

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