Valencia

María José Catalá va a asumir un liderazgo sin precedentes en la Comunidad Valenciana. Será la portavoz del PP tanto en el Ayuntamiento de Valencia como en Les Corts, el parlamento autonómico. El alcalde Joan Ribó (Compromís) y el presidente Ximo Puig (PSPV-PSOE) se enfrentarán a una misma mujer, que aglutinará la oposición a ambos.

Se trata de una controvertida acumulación de cargos cuyo propósito es reconocido sin ambages en el partido. Buscan mayor visibilidad para la dirigente con el objetivo de vencer en la capital del Turia. "Mi objetivo es Valencia", reiteró esta semana una política de dilatada trayectoria pese a sus 40 años de edad.

Catalá fue alcaldesa de Torrent entre 2007 y 2012, fecha en la que dejó el cargo para convertirse en consejera de Educación en el Gobierno de Alberto Fabra, del que también fue portavoz entre 2014 y 2015.

Es una cara de sobra conocida en la política valenciana, pero el PP es bien consciente de que el grado de conocimiento del primer edil de Valencia es muy superior. Por ello ha decidido hacer de la necesidad virtud. Como Carlos Mazón, el presidente autonómico del partido y previsible candidato para competir con Ximo Puig, no es diputado autonómico y no podía asumir la portavocía parlamentaria, ha decidido brindar a Catalá un doble escaparate.

La decisión fue del propio Carlos Mazón, según exponen fuentes del PP. Contó con el visto bueno tanto del presidente nacional, Pablo Casado, como del secretario general, Teodoro García Egea. Ambos, en sus recientes visitas a Valencia, se han referido a la dirigente como "la próxima alcaldesa de Valencia", y su elección como portavoz autonómica confirma que, al menos en estos momentos, su hoja de ruta contempla que sea Catalá quien pelee con Ribó por la alcaldía en 2023.

Es la dirección nacional quien elige al candidato en las grandes ciudades, y en Valencia se llegó a especular con la posibilidad de que el alcaldable fuera Toni Cantó. Pero el nombramiento de María José Catalá como portavoz autonómica y la estrategia explicada por la formación dan buena cuenta de la apuesta por la dirigente.

Cabe recordar que María José Catalá es, a su vez, presidenta del Partido Popular en la ciudad de Valencia y secretaria general a nivel autonómico -la número dos de Mazón-. Sumará, por tanto, cuatro importantes responsabilidades en el PP valenciano.

María José Catalá, cuando tomó la vara de mando como alcaldesa de Torrent en 2007. EE

El ascenso interno de Catalá ha sido vertiginoso en los últimos meses. Isabel Bonig asumió las riendas del PP en 2015, una etapa muy dura para el partido en la que fue ella quien asumió el grueso del desgaste que Catalá sí logró esquivar. Finalmente, asumió la difícil tarea de reflotar el PP en la ciudad, donde la formación llegó a tener imputados a sus 10 concejales.

Catalá tomó las riendas poco antes de las elecciones municipales de 2019. En su contra jugaba la descomposición del partido a nivel local y su procedencia de Torrent, la mayor de las ciudades del área metropolitana de Valencia. Su condición de exalcaldesa de este municipio visibilizaba que procedía de una ciudad distinta a la capital, y Ribó trató de aprovechar esta circunstancia.

Pese a su escaso margen de maniobra, el centro derecha se quedó a solo un concejal de arrebatar la alcaldía al alcalde de Compromís, que formó gobierno junto al PSPV-PSOE de la vicealcaldesa Sandra Gómez.

Los 10 concejales de la coalición nacionalista y los 7 socialistas sumaron los 17 necesarios para la mayoría absoluta del actual Ejecutivo. El PP fue segunda fuerza con 8 representantes. Ciudadanos obtuvo 6; y Vox, los 2 restantes del pleno municipal. La oposición suma en estos momentos 16, solo uno menos que el Gobierno local.

Fue considerada una derrota digna, y el PP cree que el contexto político de 2023, con Catalá mucho más asentada en la ciudad tras cuatro años de oposición y Ciudadanos en claro peligro de extinción, propiciará su regreso al poder. Y en esa línea trabaja el partido, con el objetivo de recuperar la ciudad ocho años después de que Rita Barberá perdiera la alcaldía en 2015.

María José Catalá, junto al expresidente Alberto Fabra en una imagen de archivo. Al fondo, Rita Barberá. EFE

Pero ser de nuevo la persona escogida ha requerido mucho trabajo a nivel orgánico por parte de Catalá. Ella, como Bonig, procedía del gobierno anterior, pero Génova escogió sendas distintas con ambas dirigentes. Apartó a Bonig y escogió a Mazón para liderar la formación a nivel autonómico. A nadie le hubiera extrañado que apostara también por un cambio en la ciudad. Pero Catalá sí logró ganarse la confianza tanto de la dirección nacional como la del propio Mazón, de quien se ha convertido en número dos.

El previsible estreno de Catalá como portavoz autonómica se producirá el próximo 27 de septiembre en el Debate de Política General, donde ya será quien interpele a Ximo Puig. En el partido explican que apenas le ha coincidido un par de veces el pleno municipal con el autonómico desde que está al frente del PP en el Ayuntamiento de Valencia, pero está por ver si se encuentra con este obstáculo en las próximas fechas, ya que el calendario de los plenos lo controla la izquierda.

Según precisaron los populares, Catalá contará con Elena Bastidas, José Antonio Rovira y Miguel Barrachina como portavoces adjuntos. La actual portavoz, Eva Ortiz, permanecerá como presidenta del grupo parlamentario y continuará en el consejo de dirección del partido. Todos ellos tendrán un papel destacado por tratarse de una nueva portavoz con la mirada puesta en el Ayuntamiento.

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