Mariano Rajoy ha comenzado la ronda de contactos para sondear las posibilidades reales que tiene para formar gobierno y lo ha hecho a su manera. El primer político al que ha sondeado ha sido Fernando Clavijo, el líder de Coalición Canaria, con el que intercambió unas breves palabras y se emplazó a verse el martes para acercar posturas. El presidente del Gobierno en funciones rompió así con las previsiones de todo el arco parlamentario, ya que todos pensaban que el primer rival con el que contactaría sería con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
Fuentes cercanas al presidente simplemente se limitaron a confirmar la conversación con Clavijo y no revelaron ningún dato más sobre cuándo telefoneará a Sánchez o a Albert Rivera ni cuándo planea citarlos en Moncloa para ver la disposición de los grupos a investirlo como presidente. Según su versión, Rajoy quiere llevar el control absoluto de las negociaciones y quiere alejarse de la “teatralización” con la que, a su juicio, se vivieron las negociaciones en la investidura fallida de Sánchez. Entonces se filtraba “cada conversación entre líderes casi antes de que salieran del despacho. Al presidente eso no le parece serio”, confiesa uno de sus asesores más cercanos.
La idea que tiene en la cabeza Mariano Rajoy es verse con todos durante la primera semana de julio para montar antes de que se constituyan las Cortes el 19 de julio una comisión de negociación en la que estén representadas todas las fuerzas políticas constitucionalistas y buscar así el apoyo a su figura. El líder del PP todavía no se rinde a no formar un Gobierno en coalición con el PSOE. Un Ejecutivo en el que aceptaría perfectamente a Pedro Sánchez como vicepresidente.
Una legislatura imposible con 137 escaños
Sin embargo, ni los socialistas ni los dirigentes de Ciudadanos están dispuestos a formar parte de un Ejecutivo con el PP. En todo caso, los dos partidos estarían dispuestos a abstenerse 'in extremis' para evitar otro fracaso electoral y forzarían a Rajoy a gobernar en solitario durante un tiempo limitado, imposible durante una legislatura entera con 137 escaños. No obstante, Sánchez se reservaría consultar a las bases qué hacer en última instancia antes de decidir si finalmente permitiría un gobierno de Mariano Rajoy.
Por su parte, el partido de Rivera insiste en una negociación de contenidos y no de nombres. Sin embargo, el portavoz de C´s en el Congreso, Juan Carlos Girauta, ha sugerido este jueves que el compromiso del PP de celebrar una moción de confianza a mitad de legislatura puede ser una de las llaves para facilitar la investidura de Rajoy, aunque no ha dejado claro si con un sí o con una abstención.
Los presupuestos
Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, ha incluido en los puntos que hay que negociar con los demás partidos los Presupuestos Generales del Estado para 2017, que se tienen que presentar antes del 1 de octubre y en los que "se tiene que trabajar". De hecho, el techo de gasto se tendría que aprobar por las Cortes y es algo que no puede hacer un Gobierno en funciones.
"Cuando nos sentemos a hablar, de lo que se tiene que hablar no es solo de los apoyos a la investidura, sino de la aprobación de los Presupuestos de 2017. Eso es un primer elemento para la negociación y el acuerdo”, declaró Levy en una entrevista televisiva. La dirigente del PP indicó que hay que comenzar cuanto antes la legislatura para poner en marcha medidas que son "fundamentales" para el país y que se pueden negociar, como la reforma del sistema de financiación autonómica, la garantía del sistema de pensiones, la educación o el fortalecimiento del sistema institucional.