Pedro Sánchez no ha podido escapar de los barones ni tampoco de Twitter. La respuesta al paradero del secretario general del PSOE la encontró un tuitero, que perdió una buena cantidad de dinero por compartir en las redes sociales la imagen de Sánchez y su esposa Begoña Gómez en un chiringuito de Mojácar (Almería) en lugar de venderla.
Sánchez se ocultaba en un gorra al más puro estilo de Robert Redford en El gran Gatsby y unas gafas de sol de cristales oscuros, con los laterales cubiertos por unas gruesas patillas, para que ni las patas de gallo delaten su presencia en el chiringuito. Ese modelo de gafas fue popular en los 90, pero últimamente se prefieren otras más llamativas de cristales polarizados.
El político, sin embargo, prefirió hacer su gran Gatsby particular para mantener un perfil bajo y desviar las miradas ajenas. Curiosamente, Leonardo Di Caprio, protagonista de la segunda versión que llevó al cine el famoso libro de Scott Fitzgerald, también suele optar por el mismo tipo de gorra y gafas de sol oscuras cuando quiere pasar desapercibido.
La escapada del líder socialista a Mojácar, dónde veranea habitualmente, finalizó este lunes. A Sánchez se le acumula una montaña de trabajo en Madrid antes del decisivo Comité Federal de este sábado, en el que el PSOE debe decidir su posición ante la investidura de Mariano Rajoy.
¿Abstención calculada?
Sánchez se reunirá discretamente estos días con los principales barones del partido en la calle Ferraz para preparar el comité del sábado. Las posiciones no son unánimes hasta el momento. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, sugirió una abstención matemática, sólo el número de diputados socialistas necesarios, para poner en marcha la legislatura. Josep Borrell apostó por una fórmula similar. En Andalucía, no han querido entrar a valorar la propuesta de Fernández Vara y se inclinan por un doble no: ni Rajoy ni gran coalición.
En mitad del debate irrumpió este lunes Jordi Sevilla. El responsable económico del PSOE sugirió al PP la posibilidad de buscar un candidato alternativo a Rajoy con el fin de lograr respaldos suficientes para sacar adelante la investidura. En este caso, Sevilla parecía más bien un verso suelto.
Sánchez no ha hecho declaraciones desde la noche electoral hace casi diez días y no se conoce su postura, pero sus portavoces han prometido un "no" en cualquier caso y nunca una abstención o un voto afirmativo al candidato del PP.
Antes de viajar a Mojácar, el secretario general del PSOE se reunió en privado con el ex presidente Felipe González. Nada trascendió del encuentro y nada más se ha sabido de su agenda desde entonces. Está previsto que Rajoy llame a Sánchez en los próximos días para sondear el apoyo del PSOE a su investidura.
Díaz pide una lectura adecuada de los resultados
La presidenta de Andalucía, Susana Díaz, mostró este lunes su "confianza" en que el líder de los socialistas y el partido sabrán hacer "una lectura de lo que ha pasado, del lugar donde nos han situado los ciudadanos". Pero al mismo tiempo dijo que el partido "cumplirá su palabra" y no será "cómplice" de "las políticas de sufrimiento" de los ciudadanos.
Días pidió a Rajoy que se ponga "a trabajar cuanto antes" porque le toca "mover ficha" tras las elecciones. "Ahora a quien le toca mover ficha es al presidente del gobierno, es el que ha ganado las elecciones, no puede poner en hombros del partido que ha perdido las elecciones su responsabilidad", dijo durante una visita a La Línea de la Concepción (Cádiz).
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