El independentismo marcó la anterior legislatura. Lo explicaba en una entrevista en EL ESPAÑOL el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. "Si hubieran sumado escaños suficientes PP y Ciudadanos, habría Gobierno ya. Si sumaran Podemos y PSOE, creo que era inevitable un Gobierno", explicaba. "La piedra que obstaculiza el camino es claramente el independentismo", concluía el presidente autonómico, uno de los socialistas con más peso en el partido.
Los escaños independentistas son, de nuevo, una complicación para los pactos. Esquerra Republicana tiene nueve escaños y Convergència Democràtica (CDC), ocho. Bildu tiene dos, pero es una formación con la que a priori ni PP ni PSOE se atreverían a pactar por sus vínculos con ETA. El PNV, partido nacionalista pero sin la independencia como reivindicación urgente, suma cinco parlamentarios. En total, los partidos nacionalistas reúnen 24 escaños de los 350 del hemiciclo. En otras legislaturas fueron el complemento perfecto a mayorías apuntaladas por el PP o el PSOE. Hoy, sus pretensiones independentistas los marginan de las grandes decisiones del Estado.
Es en Cataluña donde ha prendido con más fuerza la posibilidad de una candidatura alternativa a la presidencia del Gobierno encabezada por Pedro Sánchez y que pueda tratar de tejer una solución al problema territorial que afecta a todo el Estado. Tendría que contar obligatoriamente con los votos del PSOE, de Podemos, que ya se los ha ofrecido, y de partidos nacionalistas.
La oferta de Homs
"Pido a Pedro Sánchez que tome la iniciativa para construir la alternativa a Rajoy", dijo el miércoles Francesc Homs, portavoz de CDC en Madrid, un día después de reunirse con Mariano Rajoy. "A Rajoy no le salen los números para la investidura y, en tanto que él no lo logrará, Sánchez debe gestionar la aritmética alternativa", explicó. "Las opciones de Sánchez son difíciles, pero el resto de opciones son imposibles", dijo antes de anunciar que votará "no" a la candidatura del presidente en funciones.
El punto de vista de Homs es significativo, ya que CDC es el partido del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que apuntala el Govern autonómico junto a ERC. En Cataluña ya se han experimentado formaciones de Gobierno creativas o hasta estrafalarias, empezando por el actual.
La predisposición de Homs es infinitamente más favorable a la investidura de Sánchez que cuando el socialista era formalmente candidato, en la anterior legislatura.
"A Homs le gusta demasiado el teatro"
Fuentes de ERC consultadas por este diario se muestran mucho más cautas. "A Homs le gusta demasiado el teatro", explican. ERC cree que hoy por hoy es mucho más probable la abstención de parte del PSOE para que gobierne Rajoy que el Gobierno alternativo, pero Sánchez sembró dudas el miércoles al esquivar la cuestión cuando se le preguntó directamente.
En Twitter, el diputado de ERC Gabriel Rufián salió al paso de las informaciones sobre un posible Gobierno alternativo:
Las hipótesis no son conjeturas mediáticas. Las alimentan día a día dirigentes territoriales del PSOE que defienden el "no" en todo momento a Rajoy y consideran al mismo tiempo una obviedad que el PSOE tendrá que intentarlo si el candidato del PP no consigue otros apoyos.
Los coqueteos del PSC
Este jueves, Miquel Iceta, líder del PSC, consideró "temerario" e "irresponsable" la posibilidad de que el PSOE facilitase el Gobierno de Rajoy, que ahora sólo cuenta con 137 síes, los de su grupo. Si lograse más, por ejemplo a Ciudadanos, estaríamos ante "otra situación" que habría que "valorar", explicó.
Eso sí, si Rajoy no revalida la presidencia "no se va a acabar el mundo", según él. En ese caso, le tocaría a Sánchez "hablar con todos". Ese puente puede haber que cruzarlo, pero no ahora, según el socialista. "El PSOE sólo debería tomar la iniciativa si Mariano Rajoy no lo consigue, bien porque no sale investido o bien porque ni siquiera lo intentara". Para algunos, es sólo cuestión de tiempo.
Además de la aritmética o, especialmente antes que ella, está la política. Los sectores que en el PSOE rechazan de plano negociar con independentistas explican que partidos como ERC o CDC no dan nada a cambio de nada y que no facilitarían la investidura de Sánchez solamente porque genéricamente lo prefieren a Rajoy. Son los mismos socialistas que arremeten contra el derecho a decidir que defiende Podemos.
La postura del Comité Federal
Esos sectores del PSOE, especialmente pujantes en Andalucía, Extremadura, Aragón, Castilla-La Mancha o Asturias, donde hay presidentes socialistas, pusieron por escrito su rechazo a los independentistas tras las elecciones del 20-D. La resolución del Comité Federal socialista, una semana después, era muy crítica. "La autodeterminación, el separatismo y las consultas que buscan el enfrentamiento sólo traerán mayor fractura a una sociedad ya de por sí divida. Son innegociables para el Partido Socialista y la renuncia a esos planteamientos es una condición indispensable para que el PSOE inicie un diálogo con el resto de formaciones políticas".
Eso fue tras el 20 de diciembre. En el último cónclave socialista, el pasado sábado, nada quedó explicitado por escrito. El Comité Federal se conformó con un apoyo por asentimiento al líder del PSOE cuando anunció que su partido votará "no" en la investidura de Rajoy.
Este miércoles, Sánchez dijo aplaudir la decisión de Rajoy de hablar de la investidura con Convergència. Uno de sus argumentos fue que el PP debía tomar conciencia del problema territorial de España y de la situación en Cataluña para la que el propio PSOE asegura tener la solución. Si intentará ponerla en práctica con Sánchez en la Moncloa es todavía una incógnita.