Ha habido una cadencia casi familiar en la llegada este miércoles a La Zarzuela de Ana Pastor, la nueva presidenta del Congreso de los Diputados. Este es el inicio de la cuarta ronda de consultas de Felipe VI en siete meses: su padre, Juan Carlos I, hizo 10 en casi 38 años y medio de reinado. El coche oficial, el salón de audiencias, la carpeta de cuero del Congreso, los saludos. La liturgia ha perdido la sensación de novedad del pasado 14 de enero, cuando Patxi López hizo el mismo camino que Ana Pastor este miércoles.

“El rey me ha transmitido su satisfacción porque esta legislatura se ponga en marcha, y creo que ha mostrado el sentir de todos los españoles”, ha explicado Pastor en el Escritorio del Congreso a su regreso de Zarzuela, donde se ha reunido durante 40 minutos con el monarca. También como el resto de los españoles, ha añadido, “su deseo es que haya un Gobierno estable lo antes posible”.

Este jueves, Felipe VI le enviará el calendario de consultas que ahora elabora Zarzuela con la lista que le ha entregado a media mañana Pastor. “Los tiempos están ahora en sus manos”, ha dicho Pastor, que comenzará a citar a los representantes políticos este jueves en cuanto reciba la comunicación del Jefe del Estado. Como en las cuatro anteriores ocasiones, irán todos los partidos menos ERC y Bildu.

CORDIALIDAD EN VERDE

La fecha de inicio de las consultas sigue estando en el aire y por tanto también el calendario político: para que el martes 2 de agosto se celebre el debate previo a la votación de investidura en el Congreso, el rey tendría que nominar un candidato el próximo viernes 29 de julio a lo sumo. “Los plazos son los que determine su majestad el rey”, ha señalado Pastor, que desde el primer momento ha mostrado sus tablas institucionales: ni una palabra de más, ni una sonrisa de menos.

Felipe VI conoce a Ana Pastor desde hace casi 20 años, cuando inició su andadura ministerial con José María Aznar. El encuentro ha sido por eso especialmente cordial y cómodo, ha explicado la propia presidenta. El rey la ha felicitado por su nombramiento y ha hecho una broma con el color de las indumentarias: la presidenta ha elegido un traje dos piezas verde esmeralda que hacía juego perfectamente con el verde manzana de la corbata de Felipe VI. “Ni que nos hubiéramos puesto de acuerdo”, le ha dicho el rey a la tercera autoridad del Estado.

Pío García-Escudero, el presidente del Senado, también ha acudido a Zarzuela una hora después que Pastor. “Se hace raro por segunda vez en seis meses”, ha dicho a los periodistas en el salón de audiencias mientras esperaba al rey aunque en realidad son siete meses desde que acudió a Zarzuela por primera vez.

La Casa del Rey mantiene la misma estrategia de distancia y prudencia que desde la primera ronda en enero. Se trata de hacer hincapié en el papel estrictamente constitucional del primer monarca español que inicia su reinado jurando la Carta Magna de 1978. En Zarzuela se intenta evitar la instrumentalización política del monarca: si a principios de año desde el PP se insinuó que favorecía a Pedro Sánchez, ahora se empieza a sugerir que el PP requiere de su intervención para presionar a Sánchez y Albert Rivera.

La semana que viene, si vuelve a haber desistimiento como ocurrió en enero, será la Casa del Rey quien lo anuncie vía comunicado. De lo contrario, será Ana Pastor la encargada dentro de una semana de poner nombre y apellidos al hombre que concurrirá a la investidura a la presidencia del Gobierno.

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