"Nadie que quiera ser presidente de este país puede bloquear a su país aunque no sea presidente". En vísperas de la investidura, Albert Rivera ha decidido marcar distancias tanto con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. En una reunión de su grupo parlamentario, el líder de Ciudadanos ha asegurado entender que el PSOE no confíe en Rajoy. "Nosotros tampoco confiamos", ha dicho a pesar de que han suscrito un pacto con los populares. Por eso ha exigido un "pacto anticorrupción" al líder del PP. Eso sí, Sánchez debería "pensar en España" antes que en sí mismo.
Según Rivera, los socialistas "no han estado ni se les espera", pero su líder no puede "decir no a España y a los intereses de los españoles". "Pido una reflexión al PSOE" para "que no haga lo que le hicieron" el PP y Podemos, es decir, votar contra su investidura en el mes de marzo. "Le pido al PSOE que haga oposición responsable" porque "no puede olvidarse del país", ha dicho ante los restantes 31 diputados de la formación.
Rivera se ha mostrado más optimista que el candidato a la investidura, que este lunes ha asumido que su investidura no prosperará al contar con el voto en contra del PSOE. "Lo que vamos a defender son soluciones, reformas" para representar "a muchos más" de los tres millones de votantes que optaron por Ciudadanos en las últimas elecciones.
Rivera se ha desmarcado así de "los viejos partidos" de izquierda y de derecha, a los que esboza poco menos que como a los protagonistas de un estéril duelo a garrotazos. "Estamos consiguiendo hablar con los que no se hablan" mientras que "los viejos partidos son incapaces de ponerse de acuerdo", reivindicó ante su grupo parlamentario.
Según él España vive un "la decadencia de un bipartidismo agotado" frente a un nuevo partido que "reagrupa y reorganiza la vida pública española".