"¿Qué se va a hacer? ¿Se le echa de España? ¿Si un funcionario no puede ser funcionario, esto qué es?". Mariano Rajoy respondía con preguntas a las cuestiones de los periodistas sobre el nombramiento del Gobierno del exministro José Manuel Soria para que opte a un puesto en el Banco Mundial. Lo hizo en Kazán (Rusia), en una escala aérea rumbo a la ciudad china de Hangzhou, donde se celebra la cumbre del G20. Sus explicaciones, que tenían por objetivo minimizar la carga política del asunto, desencadenaron no obstante una serie de reacciones entre los demás partidos: desde la huida de Ciudadanos hasta el refuerzo de las tesis de Pedro Sánchez en su 'no' a Rajoy.
El Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente, adoptó la posición de desvincularse del nombramiento y de incidir en el carácter técnico tanto del puesto como del currículum del exministro: no quieren que el nombramiento influya en la idea de regeneración que rige en las negociaciones electorales. "No es una decisión ni del ministro -aseguró Rajoy- Yo ni sabía que existía este cargo en el Banco Mundial".
El ministro de Economía, Luis de Guindos, también atendió a los medios momentos antes de la celebración de la cumbre del G20. "Se trata de un puesto estrictamente administrativo", advirtió. Siguiendo esa línea, consideró que a Soria, quien estaba en "su derecho" de presentar su candidatura, "no se le podía decir que no".
Pese a estos intentos de intentar restar de carga política esta decisión, la noticia terminó por sacudir las piezas en el tablero del bloqueo político: Ciudadanos ha cerrado las puertas a prolongar el acuerdo con el PP más allá de la investidura fallida de Rajoy, mientras que Pedro Sánchez se ha armado de argumentos para defender su 'no' en el Congreso ante los barones y postularse como candidato con el apoyo de las "fuerzas del cambio".
Rivera ve a Rajoy "sin pudor"
Tras conocerse la noticia del nombramiento de Soria, los focos políticos se trasladaron inmediatamente a Albert Rivera. Ese mismo día -el viernes-, el líder de C's había expresado su respaldo a la investidura de Rajoy. Un 'sí' marcado por el paquete de medidas contra la corrupción que naranjas y populares habían rubricado en las negociaciones electorales.
La propia Cospedal, en la misma rueda de prensa en la que explicó la postura del PP en el caso Soria, ya expresó "la voluntad de preservar el acuerdo con Ciudadanos y con Coalición Canaria". Si había alguna duda, el nombramiento del exministro ha terminado por despejar la incógnita.
Pero la reacción del presidente de Ciudadanos no tardó en llegar. En un acto celebrado en Vitoria, Rivera lamentó que un presidente en funciones propusiera "sin ningún pudor" a un exministro que abandonó el cargo por "tener dinero en paraísos fiscales": "¿No había otro español? Mira que hay españoles, que proponer", se preguntó, no sin antes prometer que pediría explicaciones por este nombramiento en el Congreso.
"Si no hay investidura, el pacto se cae", afirmó este domingo el secretario general de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez, durante su participación en la marcha de la comunidad venezolana en Madrid. Según señaló, el acuerdo únicamente buscaba "lograr una investidura de un presidente del Gobierno".
Sánchez se ofrece como alternativa
Las pocas explicaciones de Rajoy sobre el nombramiento de Soria han reforzado a Pedro Sánchez en su defensa a ultranza del 'no', frente a aquellas voces del partido que le recomiendan una abstención que facilite la investidura del líder popular, colocando al PSOE como principal fuerza de la oposición en el Congreso.
El secretario general socialista puede poner ahora a Soria -y los comentarios de Rajoy- en el centro de su discurso. Lo hizo este domingo en San Sebastián, donde cargó contra el "inmovilismo" del PP, con el presidente del Gobierno en funciones y el exministro de Industria como máximos representantes.
Por eso, Pedro Sánchez incidió en la propuesta de un cambio que, en su opinión, debe estar "liderado por los socialistas". Y para ello reclamó el apoyo de las "fuerzas del cambio", eludiendo directamente a Ciudadanos y Podemos. Además les pidió que no den "una tercera oportunidad" a Mariano Rajoy.
Ante esta afirmación, no faltaron los desaires, incluso desde el propio seno del partido socialista. El concejal de Madrid Antonio Miguel Carmona puso palabras al descontento de un sector de la formación: "No puede echarse el país sobre sus hombros" con 85 diputados, inquirió, no sin antes advertir a su secretario general que el PSOE "no pactará nunca con independentistas".
Explicaciones en el Congreso
El propio partido socialista fue el primero en expresar su intención de exigir una comparecencia urgente del ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Congreso de los Diputados. Desde Unidos Podemos no tardaron en sumarse a la propuesta, que finalmente quedó registrada con el siguiente contenido: "Explicar la propuesta del Gobierno para el nombramiento, como director ejecutivo en el Banco Mundial, de José Manuel Soria, que tuvo que dimitir como ministro de Industria, Energía y Turismo tras hacer pública su implicación en sociedades radicadas en paraísos fiscales".
Con la investidura fallida de Rajoy, los de Pablo Iglesias han abierto la posibilidad a insistir en un camino con Pedro Sánchez al frente, siempre con el apoyo de otras fuerzas políticas.
Ante una hipotética abstención de Ciudadanos para facilitar una suma de izquierdas, Iglesias ofreció una valoración escueta: "Estaría bien". Pero desde C's no se contempla esta opción: "No creo que tenga viabilidad ninguna", sentenció su secretario general de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez.
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