Uno de los puntales en los que se apoya Susana Díaz política y personalmente, llegando a ser inseparables, es Verónica Pérez. Es la única mujer que se puede contar en el núcleo duro que rodea a Susana Díaz. Es la secretaria general del PSOE sevillano y presidenta del Comité Federal del partido. Este último cargo es el que, de acuerdo con los estatutos del partido, le convierte en quien puede coger el timón para corregir el rumbo del PSOE.
“En este momento la única autoridad que existe en el PSOE es la presidenta del Comité Federal, que, les guste o no a algunos, soy yo, porque me eligieron mis compañeros y compañeras del Comité Federal”, ha dicho a las puertas de Ferraz.
Curtida en las Juventudes Socialistas
Su aspecto aniñado engaña (tiene 38 años y ella es la primera en contar anécdotas al respecto, como cuando alguien no quiso hacer una foto del equipo de gobierno de San Juan de Aznalfarache hasta “que se quite la niña”, y se quedó de piedra cuando se enteró que era la concejal de Hacienda). Es firme y rotunda en su discurso político. Tiene tablas. Se curtió primero en casa y de la mano de su padre, y desde los 14 años en las Juventudes Socialistas para cuatro años después entrar de lleno en política municipal de su localidad natal, San Juan de Aznalfarache (Sevilla). Lo ha demostrado de nuevo este jueves. Aparte de colocarse como única autoridad en el PSOE, ha lanzado un mensaje: “Pueden intentar atrincherarse con argumentos reglamentarios pero es cuestión de dignidad; pediría dignidad personal y política”. Y si ella estuviera en esa tesitura no dudaría, “no tardaría ni un minuto en recoger e irse a casa".
Aunque ahora sí está en primera línea de fuego, suele mantenerse en un segundo plano político, pero no de los focos, porque pocas imágenes de Díaz hay donde ella no esté a su lado. Sus carreras políticas han ido en paralelo, aunque Pérez un par de paso más atrás, es de las pocas que puede saber de primera mano qué va a hacer Díaz, a la que da muestras de una lealtad inquebrantable. Son amigas, compañeras de partido, comparten ideales y les une una admiración mutua.
Siempre en las quinielas
Aunque su nombre ha sonado en las quinielas como posible consejera de Díaz, no la ha sentado en su Consejo de Gobierno. Díaz ha preferido mantener a su amiga al frente de una de las provincias socialistas más poderosas y así dar continuidad al estilo de gobernanza que ella implantó. Le ha llevado de la mano en su carrera. Fue Susana Díaz quien le aupó y colocó en la Ejecutiva regional del PSOE cuando ella accedió a la secretaría de Organización, cuando llevaba el bastón de mando José Antonio Griñán. Luego Pérez llegó a la secretaría general en 2013 como relevo de Díaz, una vez que esta asume la presidencia de la Junta y la secretaría general del PSOE andaluz. Es parlamentaria desde hace doce años y secretaria primera de la Mesa del Parlamento andaluz.
Fue de las primeras en lanzarse al ruedo tras la debacle electoral del pasado domingo en Galicia y en el País Vasco. En un tweet se despachó a gusto: “Harta de 'resultados históricos' del partido al que quiero tanto. Harta de volver a pulverizar nuestros peores resultados... ¿y ahora qué?". Muchos vieron que tras ese tweet estaba también la mano de Díaz.