Entre los corrillos del Círculo de Bellas Artes de Madrid, escenario en el que se celebró el Consejo Ciudadano de Podemos, se dibujaban sonrisas y abrazos. Lejos de los cruces de declaraciones que en las últimas semanas han protagonizado Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, los dos dirigentes políticos decidieron firmar una tregua. El motivo: el nuevo escenario político que se les abre tras la crisis socialista. El debate, con algunas divergencias en cuanto a las "líneas estratégicas" -tal y como advirtieron Iglesias y Errejón-, se centró en la postura que adoptará la formación política en una oposición que consideran 'de facto' ante un Mariano Rajoy sostenido por Ciudadanos y socialistas.
La sensación general que primaba en la reunión de Podemos era la de haber firmado una tregua. Se mantenían las diferencias de análisis sobre lo que había propiciado la crisis en el seno socialista. Los más cercanos a Pablo Iglesias consideraban que el ultimátum que había lanzado Podemos a Pedro Sánchez -"O gobiernas con nosotros o dejas gobernar a Rajoy"- ha desencadenado el enfrentamiento en Ferraz. Desde las posturas errejonistas, no obstante, se consideraba que el crecimiento de Podemos había comido terreno al PSOE y generado la inestabilidad socialista.
Pero eso poco importaba en el Círculo de Bellas Artes. Divergían los análisis sobre lo que había ocurrido, pero el escenario político que ahora se abre reclamaba la unidad de la formación. "Tenemos que estar a la altura", era el mensaje que reivindicaban tanto Iglesias como Errejón.
El primero advertía de la necesidad de "ser valientes" y asumir el papel de líderes de la oposición tras la caída de un PSOE "desnortado" y "bochornoso"; el segundo señalaba que "ser la fuerza alternativa no va a caer del cielo". Esa diferencia de opiniones son las que marcan las diferencias en las "líneas estratégicas" que unos y otros admitían en el Consejo Ciudadano de Podemos. Pero ese debate, señalaban, es la "marca de identidad" de la formación.
"Oportunidades y peligros"
Tras las primeras declaraciones de Pablo Iglesias -"Hoy vamos a ver a la fuerza política que ha quedado como la principal oposición en España", señalaba-, el Consejo se reunió a puerta cerrada. En los continuos recesos que marcaron la jornada, los diferentes líderes de la formación incidían en la necesidad de mirar hacia el futuro y en la definición del espacio que le tocará jugar a Podemos.
De acuerdo a las conclusiones que ofreció Iglesias al término del Consejo, Podemos deberá "hacer compatible el trabajo del Parlamento con politizar lo cotidiano": "Hemos discutido sobre el momento de ahora, en el que tenemos que hacer oposición. Hemos reflexionado sobre las oportunidades y los peligros de las instituciones -advirtió-. Cómo si te encierras en la institución puedes perder el sentido de lo que ocurre fuera".
En su opinión, Podemos ha perdido parte de identidad en los últimos meses, víctima de "la enorme presión que hemos recibido en estos dos años": "Ha hecho que tuviéramos que hablar con excesivos matices y metáforas. Cuando decimos las cosas claramente es cuando le gusta a la gente".
Iglesias calificó como "terrible" que el PSOE pueda abstenerse para terminar facilitando la investidura de Mariano Rajoy. "Decadente" y "patético" fueron algunos de los adjetivos que empleó para definir la situación que está atravesando Ferraz y su gestora, liderada por Javier Fernández.
Un debate "de largo recorrido"
Íñigo Errejón se expresó en términos similares poco antes de abandonar el lugar del debate. "Tenemos que trabajar y debatir sobre cómo encarnar un proyecto alternativo al del PP", explicó. Sus sensaciones al término del mismo eran, igual que las de Iglesias -reforzando esa idea de tregua-, la de "estar a la altura" y "construir una alternativa".
Pero, a pesar de esa tregua, la discusión entre ambos dirigentes es de las de "to be continued" ["continuará"], tal y como advirtió el propio Errejón: "Será de carril largo y sosegada, que se dará en los próximos meses".
La última pregunta de los periodistas a Errejón incidía en su relación con Iglesias. "Con Pablo, ¿bien?". "Siempre bien -respondía éste-. Siempre discutimos en abierto, como hacemos desde hace 15 años".
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