Salvo sorpresas de última hora, este viernes puede pasar a la historia como el último que preside en funciones Mariano Rajoy en 10 meses. Nada, y mucho menos el juicio de la Gürtel que se celebra esta semana, parece que vaya a a interponerse en su camino para ser investido antes del 31 de octubre.
Según el Gobierno, Rajoy ha ya dado suficientes explicaciones sobre la financiación ilegal del PP que esta semana está desgranando en ante el tribunal Francisco Correa "en las comparecencias parlamentarias, que han sido muchas".
“Es al juez al que le corresponde determinar o no la veracidad de esas declaraciones”, ha dicho Soraya Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo, donde se ha habido tres intentos fallidos para que conseguir que la vicepresidenta diera explicaciones sobre una época que ella ha situado "en los 90" pero en la que Rajoy tenía responsabilidades orgánicas en el partido.
Correa ha explicado esta semana cómo el PP se benefició de la trama y cómo uno de los principales implicados fue Luis Bárcenas, el tesorero al que Rajoy envió mensajes de apoyo tras saberse que ocultaba una fortuna en Suiza. Aún así, Santamaría ha salido de la línea oficial de no pronunciarse cuando se está celebrando un proceso judicial.
Sí ha insistido, sin embargo, en la la idea de que las declaraciones de Correa se enmarcan dentro de la "estrategia de defensa" de un encausado. También, que el Gobierno está trabajando "con la vista puesta en el futuro" mientras que los hechos que se juzgan pertenecen al "pasado".
El próximo viernes, Rajoy tiene previsto estar en Bruselas en la reunión del Consejo Europeo. El siguiente, 28 de octubre, es una de las fechas que se barajan para la sesión de investidura. Santamaría ha subrayado, como hizo Rajoy durante la recpción del 12 de octubre, que la única fecha realmente importante es la del 23 de octubre, cuando el PSOE tiene previsto celebrar el Comité Federal que decida la abstención.