Ni siquiera la confesión de cómo cobró dinero negro durante años el Partido Popular ha servido para que el PSOE dé el portazo definitivo a la investidura de Mariano Rajoy. La confesión del cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha llegado apenas dos semanas antes de que las Cortes se disuelvan si ningún candidato es capaz de ser investido presidente. Es precisamente el líder del PP el único que tiene alguna posibilidad real de volver a ser presidente siempre y cuando el PSOE decida abstenerse en un Comité Federal.
Las palabras de Correa, que este jueves detalló ante el juez cómo se quedaba el 3% de las obras que él conseguía, no ha servido para que los socialistas den el portazo definitivo a la investidura de Mariano Rajoy. De hecho, los socialistas han evitado revelar si estas revelaciones complican un posible giro de la abstención hacia el no definitivo. El portavoz económico del PSOE, Pedro Saura, aseguraba en los pasillos del Congreso que Correa “está poniendo al PP ante su espejo” al admitir que había “una trama de corrupción organizada para financiarse ilegalmente”.
Sin embargo, Saura capeó como pudo a los periodistas que insistían en si esta bomba de relojería perjudicaría la investidura de Rajoy. Será la gestora del partido, insistió Saura, la que tendrá que plantear al Comité Federal “la encrucijada” de ir o no a terceras elecciones. “Y el Comité Federal decidirá”, remató Saura, dejando entrever que él mismo acatará la decisión que se tome en el máximo órgano del partido. Tampoco quiso responder Rafael Simancas sobre si la declaración del cabecilla de la Gürtel complica la investidura de Rajoy. Mario Jiménez, portavoz de la gestora del PSOE, tampoco quiso adelantar una postura que “tendrá que decidir” los miembros del comité federal. “Se tomará teniendo en cuenta todos los elementos”, se limitó a decir.
En Génova, el cuartel general de los populares, escucharon con atención las declaraciones de Correa y respiraron tranquilos cuando levantó el cordón de seguridad en 2004: el año en el que José María Aznar dejó la presidencia del partido. Con la llegada de Mariano Rajoy se rompieron las relaciones porque el número dos de Correa, Pablo Crespo, no tenía feeling con el nuevo líder. “No había química, pero empezamos a mantener relación en Valencia con Camps”, indicó.
"Ya no están en el partido"
Este dato ha sido el dato al que se han agarrado como un clavo ardiendo en la actual cúpula para justificar que “todo pasó en una época anterior a Rajoy. El mismo Correa lo ha confesado”, resumen desde la dirección nacional del partido el tsunami de Gürtel. Desde Génova, además, niegan que pueda hablarse de financiación ilegal del PP. “Correa utilizó el nombre del partido para sus negocios personales,cobrando comisiones que se repartían entre Luis Bárcenas y él mismo”, añaden.
Desde Almendralejo, donde se celebraba una reunión interparlamentaria del PP regional, María Dolores de Cospedal respondió que “se están juzgando acontecimientos que ocurrieron hace muchos años. Los militantes del PP queremos que se diriman, de una vez por todas, las responsabilidades penales que puedan derivarse”, comentó.
El caso Gürtel está “amortizado” y los dirigentes del PP desvinculan estos escándalos “del pasado” con la investidura que previsiblemente tendrá lugar a final de mes. De momento, se felicitan de que el PSOE no haya aprovechado las declaraciones de Correa para romper todos los puentes levantados con el PP. De hecho, Cospedal recordó que todos los afectados por el caso Gürtel “hace muchos años” que ya no están en el PP. Algo que, a su juicio, puede proclamar “con legítimo orgullo”.
Ciudadanos tampoco hace sangre
Tampoco Ciudadanos ha hecho sangre con este capítulo de corrupción. De hecho, el vicesecratario general de C´s, José Manuel Villegas, se limitó a decir que “las declaraciones de Correa son un tema muy grave pero lamentablemente no novedoso. Ya se sabían o conocían”. Unas declaraciones que avalan al partido de Albert Rivera a mantener el sí a la hipotética investidura de Mariano Rajoy si el PSOE finalmente cambia su no por una abstención.
Solo Podemos ha intentado hacer sangre con el asunto. El secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, ha cuestionado públicamente si un partido que se plantee apoyar "al PP de la Gürtel" "por activa o por pasiva" pueda mantener "las manos limpias".
En declaraciones a los periodistas en el Congreso, ha señalado que "como ciudadano" le avergüenza la declaración que el cabecilla de la trama está prestando ante el tribunal y ha afirmado que su confesión le recuerda a las "tácticas semimafiosas" que se producen en algunas series televisivas. "Me avergüenzan como español y como ciudadano, pero hay que reconocerle su honestidad cuando dice que pasaba mas tiempo en Génova que en su casa y que financiaba al PP de la Comunidad Valenciana con una artes que se parecen mas a las de las series", señaló.