La palabra abstención ya "no produce urticaria" en el PSOE. Según Juan Cornejo, secretario de Organización del PSOE de Andalucía, los socialistas tienen que estar preparados para facilitar el Gobierno de Mariano Rajoy y asumirlo sin rechistar una vez se decida en el Comité Federal que el partido tiene previsto celebrar este fin de semana. Y el que no quiera, debería plantearse abandonar el grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados.
En una rueda de prensa en Sevilla, el número dos de Susana Díaz en la federación socialista andaluza, la que más peso tiene de todas, confirmó lo que muchos comentaban: la presidenta de la Junta va a ir hasta el final en la presión por lograr que el grupo parlamentario socialista vote unido en la sesión de investidura que previsiblemente se celebrará la semana que viene, con Rajoy de nuevo como candidato.
A menos de una semana del Comité Federal socialista, que será convocado con seguridad este martes, los barones más partidarios de la abstención comienzan a invocarla sin referencias veladas. El tiempo corre y los tabúes comienzan a caer.
"Ahora o dentro de 55 días"
El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, aseguró en una entrevista en la Cadena Ser que Rajoy será presidente "ahora o dentro de 55 días", cuando habría que volver a las urnas. "En este Parlamento del PP en minoría se pueden hacer muchísimas cosas que en un Parlamento en futuro con un PP en mayoría no se podrán hacer, y esto es algo que hay que tener también presente", pidió.
Juan Antonio Sánchez Quero, presidente de la Diputación de Zaragoza, cargo que ocupó el hoy presidente regional, Javier Lambán, defendió en un artículo en el Heraldo de Aragón que el debate en el PSOE es "actuar con las vísceras o con responsabilidad ante los españoles" y pidió una abstención claramente. Su opinión es relevante por su importancia en el partido en Aragón, una de las federaciones que, junto a Castilla-La Mancha, más está dudando sobre qué decisión adoptar.
La abstención tiene muchas posibilidades de abrirse camino en el Comité Federal. Según algunas fuentes, el resultado podría ser de 150 o 160 votos a favor frente a 80 ó 90 en defensa del "no".
Ahora la incertidumbre se cierne sobre el desarrollo de esa reunión. ¿Se convertirá en otro tumulto? ¿Preparan alguna sorpresa los defensores del "no"? Hasta ahora, todo son especulaciones.
Una vez se tome la decisión, habrá nervios hasta el mismo día de la investidura por la posibilidad de ruptura del grupo parlamentario, ya anunciada por el PSC, que cuenta con ocho diputados, por diputados independientes como Margarita Robles en EL ESPAÑOL, y por algunos muy cercanos a Pedro Sánchez, como Susana Sumelzo (Zaragoza).
¿Qué hará Pedro Sánchez?
¿Qué hará ahora Pedro Sánchez? Es una de las grandes incógnitas. Recién vuelto de una semana larga de vacaciones con su familia en EEUU, su posición en la investidura es toda una incógnita. Sánchez podría movilizar a sus apoyos en el grupo parlamentario para dejar debilitada la posición global y desautorizar a los barones que lo derrocaron.
Según algunos en el partido, Sánchez no puede hacer otra cosa que votar "no" por coherencia y a sabiendas de que la investidura saldrá de todos modos adelante. Podría así exhibir coherencia ante los ciudadanos y comenzar a armar desde el Congreso de los Diputados su vuelta al partido en el próximo congreso del PSOE.
Otras fuentes aseguran que un ex secretario general no puede desafiar a los órganos de dirección de su propio partido y que se abstendrá o, como mucho, no irá a votar para no tener que pasar el mal trago. Ausentarse es, a efectos aritméticos, lo mismo que abstenerse. Sin embargo, un "no" de Sánchez podría granjearle un expediente de expulsión del partido que lo inhabilitaría hasta que se resolviese para poder presentarse a las primarias. También podría ser apartado del grupo parlamentario, algo que causaría sin duda un gran escándalo público.
Abstención: "Todo lo demás, sobra"
Según Cornejo, si el Comité decide la abstención, "todo lo demás, sobra". "Lo que tenemos que hacer todos es cumplir", porque "no sólo si sale abstención sino también si sale no. Tenemos que acatarlo. Unos y otros tienen que acatar el resultado que se produzca".
Y los que quieran votar "no", quizás deberían plantearse abandonar el Congreso. "Lo que yo haría, antes de hacer eso, es entregar el acta. La gente no se presentó individualmente a los ciudadanos. Fueron en la candidatura del PSOE", explicó. "Todo está perfectamente regulado y reglamentado. Cada uno sabe lo que tiene que hacer".
Ni Susana Díaz ni Javier Fernández, presidente de la gestora, se han planteado abrir la mano o plantear la libertad de voto. El Comité Federal deberá adoptar una decisión. Si se determina que sólo se abstengan 11 diputados (el mínimo imprescindible para que Rajoy salga elegido con los votos de Ciudadanos y Coalición Canaria), muchos respirarán aliviados.
Si se decide una abstención en bloque, vendrán los problemas: para los que han anunciado que no se abstendrán pase lo que pase y para la propia gestora y los barones que defienden permitir gobernar al PP, que quedarían en la tesitura de tener que decidir el castigo a los díscolos en medio de un gran cuestionamiento.
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