El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis (Jerez de la Frontera, 61 años), ha sido el escudero discreto del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en sus peores momentos durante las cumbres de la Unión Europea en Bruselas, cuando España estaba al borde de la quiebra y se vio obligada a aceptar el rescate para la banca. Si se repasa la hemeroteca, en la mayoría de las fotos de Rajoy durante los Consejos Europeos se puede ver a su lado, a modo de sombra protectora, a Dastis y su inconfundible bigote blanco.
"Hemos estado en situaciones complicadas, en las que la gente perdía la fe y tiraba la toalla, pero él mantenía la confianza", explica a EL ESPAÑOL una persona que ha trabajado estrechamente con Dastis en esta última etapa.
Desde enero de 2012 ha sido embajador permanente de España ante la UE y durante su mandato le ha tocado lidiar con lo peor de la crisis del euro y después también con la amenaza de multa a España por el incumplimiento del déficit. Además, ha sido testigo del peso menguante de nuestro país en las instituciones comunitarias, con la pérdida de la silla en el directorio del Banco Central Europeo o la presidencia del Eurogrupo. Es una de sus obsesiones, a la que ahora podrá dar respuesta como ministro.
Dastis puede considerarse como la antítesis de su antecesor, José Manuel García-Margallo. Mientras que a Margallo le encanta el protagonismo, el nuevo ministro ha huido hasta ahora de los focos y su perfil es eminentemente técnico. "El estilo es completamente distinto. No va a dar titulares y a Margallo le gustaba darlos cada vez que hablaba con la prensa", señalan las fuentes consultadas. "No sé para qué habéis venido, no tengo nada que contaros", era su frase favorita en sus reuniones periódicas con la prensa en Bruselas.
"No tiene mucho carisma, pero ha mejorado estos años en Bruselas y conoce a la perfección la UE", asegura a este diario otro funcionario europeo que trabajó con el nuevo ministro. "Interviene a menudo en las reuniones de embajadores de los 28 y se hace escuchar. No es el que más, pero sí le respetan. Es una persona minuciosa, quiere tener todos los elementos antes de decidir y a veces le cuesta decidir", añade.
Jurista entre diplomáticos
Casado y con dos hijos, Dastis es licenciado en Derecho e ingresó en 1983 en la carrera diplomática. Le gusta decir que se siente jurista entre los diplomáticos y diplomático entre los juristas. "Es muy sólido y reflexivo. Escucha a los demás pero suele tener ideas muy claras. No es fácilmente influenciable, le tienes que convencer de verdad", destacan sus colaboradores.
En las distancias cortas, el nuevo ministro de Exteriores es una persona educada, afable con un punto de timidez y tranquila, que nunca pierde los nervios. Y con un sentido del humor socarrón. Durante los años que ha estado en Bruselas, se ha ido soltando en su trato con la prensa, con la que ya se siente cómodo. Hasta el punto de que participaba personalmente en el chat de trabajo de los informadores de la capital comunitaria.
Empezó su carrera como asesor legal en el ministerio de Asuntos Exteriores. Su experiencia en política europea se remonta a 1987 como ayudante jurídico en el Tribunal de Justicia de la UE. Pero también tiene un profundo conocimiento de Naciones Unidas, donde fue consejero de la Representación Permanente de España entre 1989 y 1994.
Dastis fue un estrecho colaborador del ex presidente del Gobierno, José María Aznar, al que asesoró sobre cuestiones europeas entre 1996 y 2000. Después representó a España, como suplente de la entonces ministra Ana Palacio, en la Convención que redactó la fallida Constitución Europea. Allí cobró por primera vez protagonismo público al amenazar en nombre del Gobierno con vetar el Tratado alegando que el nuevo reparto del poder perjudicaba a España.
De aquella época guardan muy buen recuerdo de Dastis en la Eurocámara, donde se celebraban las reuniones de la Convención. "Es metódico, hace su trabajo sin hacer ruido. No es un político de partido sino un alto funcionario del Estado. Hizo un buen trabajo cuando sustituyó a Ana Palacio como miembro del secretariado de la Convención", asegura un alto funcionario.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no le tuvo en cuenta en el reparto de cargos. Durante esa etapa fue embajador en Holanda y representante de España ante la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, pero acabó regresando a Bruselas como consejero de la embajada hasta que Rajoy le nombró embajador cuando llegó al Gobierno.
Como ministro de Exteriores, Dastis tendrá como principales retos la gestión del brexit y la "crisis existencial" que vive la Unión Europea con múltiples frentes abiertos como el de los refugiados, la seguridad o la fragilidad de la recuperación económica.