Sevilla

"No nos resignamos a que, con eufemismos y nuevos lenguajes, se avance en la disolución de IU". Con esta frase, la corriente ‘IU, sí; con más fuerza’ de Andalucía, sector crítico con la dirección federal de IU de Alberto Garzón, ha querido mostrar su rechazo al anuncio del coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, de "acelerar" el proceso para cerrar con Podemos en esta comunidad en el plazo de un año no una confluencia, sino un "nuevo sujeto político" ante el reto de las próximas autonómicas y municipales.

Para este sector, que se autodefine como un espacio de reflexión y debate sobre la izquierda y sobre IU, lo que está haciendo el tándem político de Maíllo y Garzón no es más que la "huida hacia delante de una dirección a la deriva que no tiene otro rumbo ni objetivo que la unión con Podemos a cualquier precio". Una unión que lejos de ser una fusión, entienden que lleva camino de ser una "absorción" o "supeditación" en toda regla de sus siglas por la formación morada.

"Las direcciones andaluza y federal están más centradas en deconstruir IU que en intervenir con todas sus fuerzas en la política real", han criticado en un documento, anticipando ya la "desaparición" de IU como una organización política autónoma.

Consulta a la militancia

La falta de debate interno es lo que más molesta a este grupo. Consideran que la hoja de ruta trazada Maíllo y Garzón no se corresponde al acuerdo de ningún órgano de IU en Andalucía. Se amparan para esta maniobra, según denuncian, en los documentos que se aprobaron en la XI Asamblea Federal de IU, celebrada a principios del pasado mes de junio, pero no se ajusta a ningún debate o acuerdo de ningún órgano de IULV-CA, que son las siglas de esta formación en esta comunidad. En este punto, sugieren que ante la envergadura de esta decisión, se adelante la asamblea ordinaria prevista para junio de 2017 o bien posponiendo el debate hasta que la asamblea tenga lugar, y que el resultado sea consultado a la militancia vía referéndum.

Este sector cree que a IU le queda aún vida porque su proyecto "no está agotado", y que las afinidades entre Garzón y Maíllo son sus homólogos de Podemos Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias, respectivamente, no son razón "suficiente" para justificar ese aceleración de los tiempos para ir hacia esa confluencia. Una alianza que, como recuerdan, no se tradujo precisamente en una suma electoral el pasado 26-J.

En este punto, recuerdan que IU perdió cuatro de cada diez votantes de los que tuvo en las generales de diciembre. Y añaden: recientes estudios demoscópicos, es decir, el CIS; ponen de manifiesto que Unidos Podemos no sale rentable: sólo recoge un 0,7% de los votantes socialistas decepcionados por la abstención que ha permitido a Mariano Rajoy seguir al frente del gobierno.

Entre otros daños colaterales que puede tener esa prisa por la fusión de siglas, también señalan que IU perderá más fuelle aún si cabe en el Parlamento andaluz, uno de los pocos espacios que ya le sirven de altavoz para sus propuestas, y además aventuran el conflicto en el ámbito local, en especial, en pequeñas poblaciones, donde las relaciones entre los círculos de Podemos y las asambleas locales de IU "no son precisamente armónicas". Vaticinan problemas cuando haya que plantear la confección de las listas.

La candidatura ‘IU sí, con más fuerza’, liderada por la eurodiputada Paloma López, se midió con la candidatura ganadora de Garzón, y logró recabar el apoyo de un 20´8% de la militancia en la asamblea federal de junio. En Andalucía, pertenecen a esta vía miembros de la anterior dirección de IULV-CA, como su ex coordinador regional Diego Valderas, el ex secretario de Organización, José Luis Pérez Tapias, los ex alcaldes de Córdoba y Conil (Cádiz) Andrés Ocaña y Antonio Roldán, respectivamente, además de militantes de base.

La dirección andaluza de IU no ha querido hacer ninguna valoración al respecto, pero sí han recalcado que la política federal es de obligado cumplimiento.

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