"Rotundamente, no". Esa es la opinión de Íñigo Errejón sobre una posible integración o fusión entre Podemos e Izquierda Unida. El secretario político del partido de los círculos ha negado con vehemencia esa posibilidad en el Congreso de los Diputados tras la reunión de la Junta de Portavoces.
Errejón ha sido muy claro. "Con IU compartimos un grupo confederal y compartimos iniciativas políticas, también polos electorales; si me pregunta si queremos mantener esos polos electorales, rotundamente sí; si me pregunta por la disolución de alguna de estas fuerzas, rotundamente no".
"Ni la militancia de IU ni la de Podemos tienen la intención de disolverse", ha añadido. "Esa propuesta no está sobre la mesa y si alguien la tiene, la discutiremos en nuestra asamblea", ha apostillado. Este lunes el secretario de Organización, Pablo Echenique, adelantaba que la naturaleza de la relación entre Podemos e IU se debatirá y definirá en la II Asamblea Ciudadana que se celebrará en la próxima primavera.
Reforzar los lazos
Como ya ha contado EL ESPAÑOL, Pablo Iglesias y Alberto Garzón quieren reforzar los lazos que unen a Podemos e Izquierda Unida. Cada uno lo dice a su manera, de forma más o menos eufemística, pero caminan en la misma dirección. Sin embargo, sus planes de fortalecer la "unidad popular", que acaso tengan como finalidad una fusión definitiva, están ya encontrando fuertes resistencias en sus respectivas formaciones.
La vieja guardia de IU y el sector errejonista de Podemos no quieren ni oír hablar de una integración y remarcan su independencia. De hecho, este martes varias voces de los afines a Errejón han expresado en diversas redes sociales su total oposición a que Podemos se fusione o integre con Izquierda Unida.
Una opinión reveladora
Así, por ejemplo, Jorge Lago, conocido errejonista que se ocupa de los asuntos culturales de Podemos, ha escrito un mensaje cuanto menos revelador. "Podemos fue la fórmula (la hipótesis, la apuesta, el ensayo) que permitió articular un profundo descontento social en términos políticos radicalmente democráticos", expone al inicio.
El mensaje es cristalino: "Hay que decirlo claro, esa hipótesis o formula se arruina si Podemos se disuelve en una suma de siglas de partidos de izquierda, fórmula una y mil veces ensayada y que no ha conseguido, en las últimas tres décadas, los tres desafíos ante los que nos encontramos: frenar el avance del neoliberalismo, superar la impotencia socialdemócrata, cortar el paso a las derivas xenófobas y reaccionarias a ambos lados del Atlántico".
"Sin duda será necesario encontrarse y sumar fuerzas -concluye Lago-, de cara a las distintas elecciones que vengan, con las fuerzas políticas que mantengan una misma determinación contra los recortes de derechos y el secuestro de la democracia, pero no podemos disolver y arruinar la fórmula que nos ha permitido llegar más lejos que nunca". Se puede decir más alto, pero no más claro.