Zaragoza

La Exposición Internacional de Zaragoza de 2008 no ha traído más que quebraderos de cabeza para el gobierno municipal. La gestión realizada para urbanizar las orillas del Ebro, la construcción de emblemáticos edificios o la puesta en escena del evento ha originado un agujero millonario en las cuentas del ayuntamiento de Zaragoza. Un lifting que catapultó a Zaragoza a la vanguardia arquitectónica, pero que ocho años después es parte activa en el colapso financiero que vive la ciudad.

A su vez, según un informe al cual ha tenido acceso en exclusiva EL ESPAÑOL, la gestión municipal posterior a la Expo erosiona aún más la grave situación financiera del ayuntamiento de Zaragoza. Una cascada de concesiones administrativas, mediante la empresa pública ZGZ@Desarrollo Expo S.A, para la gestión de equipamientos en el entorno de la Expo que dibujan un negocio ruinoso para la capital aragonesa por valor de casi 3 millones de euros.

Centro hidro-termal en el entorno de la Expo - Parque del Agua E. E.

UN NAUFRAGIO EN EL RIO EBRO

El equipo municipal liderado por el exalcalde Juan Alberto Belloch (PSOE) ideó un sistema de navegación por el rio Ebro durante la Expo del año 2008. Una novedad en la ciudad con un importante atractivo turístico pese a las limitaciones para la navegabilidad. De esa manera, se concedió una concesión administrativa a la empresa Parque de Atracciones de Zaragoza S.A para su explotación durante cinco meses al año y, según cita el informe municipal, “exige el dragado del río para su indispensable navegabilidad y seguridad”.

Hasta el año 2015, el dragado del río se hizo para hacer viable la navegación de los barcos. Sin embargo, tras la llegada a la alcaldía de la marca blanca de Podemos e IU, Zaragoza en Común (ZEC), se deshecho la idea de no dragar el Ebro en su tramo urbano. “Es una cuestión de voluntad política, por criterios ambientales y por su elevado coste”, apuntan desde ZEC.

El citado informe municipal explica que la continuidad del servicio exige el dragado del Ebro, por lo que tras la negativa del consistorio, el concesionario no podía continuar el negocio salvo que el mismo costeara el dragado. De esa manera, según ha podido saber este diario, se logró indemnizar a la sociedad concesionaria “Parque de Atracciones de Zaragoza S.A” por un valor de 300.000 euros, pese a no estar contemplado en las condiciones de la concesión administrativa, para liquidar la concesión.

Una decisión establecida entre las partes, concesionario y ayuntamiento, mediante un coste de indemnización “subjetivo y arbitrario”, precisan fuentes municipales del área de Hacienda. E incluso, la posible indemnización en caso de ser un negocio frustrado fue negada por la empresa concesionaria durante meses. Es más, aseguraba la empresa gestora de los barcos del Ebro que asumía el riesgo del negocio sin contraprestación.

LA “RELAJANTE” EXPLOTACIÓN DEL PARQUE DEL AGUA

El citado informa al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL detalla la ruinosa gestión municipal y privada de tres concesiones administrativas ligadas con el negocio del ocio. Son los conocidos equipamientos del centro hidro-termal con un reducido campo de golf, Las Playas de la Expo, y el Soccer y Padel Center.

La situación actual que desgrana el informe sobre el spa y el campo de golf es complejo. La deuda total de la empresa concesionaria con el Ayuntamiento de Zaragoza, y por ende, con la sociedad municipal Zaragoza@Desarrollo Expo S.A es de 1,85 millones de euros. De hecho, el complejo se encuentra en concurso de acreedores desde 2008 y en liquidación desde 2014. Según afirma el informe municipal, el proyecto “es de una viabilidad extremadamente difícil, el diseño es poco funcional, caro en su construcción y la competencia en la ciudad es muy alta”.

De esa manera, el Ayuntamiento, según reconoce el informe técnico municipal, no puede asumir la gestión directa del equipamiento ni por el coste, ni por la especialización del centro. Actualmente, el consistorio está estudiando una oferta de la sociedad “Funchal Investment SL” para la gestión de la concesión, de la cual entiende el informe que “es la solución más beneficiosa y estable”.

Las Playas de la Expo es, a juicio del citado informe, un posible fallo empresarial al no existir ninguna rentabilidad por sus altos costes financieros y la incapacidad para hacer frente a sus obligaciones. Por lo tanto, el ayuntamiento pretende resolver la concesión durante este otoño haciendo hincapié en la deuda adquirida de 72.000 euros por la actual concesionaria, que será incluida como cláusula en un nuevo pliego.

Por último, la concesión del conocido como “Soccer y Padel Center” supone una deuda con el ayuntamiento de unos 300.000 euros. El centro está en funcionamiento pero, según recoge el informe municipal, no tiene capacidad para amortizar la inversión o el pago del canon al ayuntamiento. Y entiende el informe que supone “un claro fallo empresarial”. El consistorio no considera “interesante la gestión o asunción de esas instalaciones” y plantea una “posible gestión conjunta del centro “Spa-Golf junto con el centro deportivo “Padel-Soccer”.

UN MENDIGO COMO GUARDIA DE SEGURIDAD

El resto de concesiones administrativas, de las once existentes, evidencian una notable ruina en su gestión empresarial. Con una deuda mucho menor que las anteriores, pero que dejan un salgo negativo de unos 240.000 euros, se encuentran: el canal de aguas bravas, el club “Hípica Parque del Agua”, los huertos urbanos en Parque Goya y tres quioscos de hostelería.

En referencia a los quioscos en el entorno de la Expo, destaca la concesión del “Quiosco Acueducto” a la empresa “Gexpark SL”. Ubicado en el Parque del Agua, se construyó en 2008 con una inversión realizada de más de 500.000 euros. Es un equipamiento que nunca ha funcionado, ni ha estado abierto pese a su estratégica localización. La empresa concesionaria es la misma que gestiona el “Golf-Spa”.

El informe municipal asegura que “lleva ocho años cerrado, pero no está vandalizado. Dentro vive un mendigo que hace las funciones de seguridad y está controlado por el Dpto. de Acción Social y Cruz Roja”. También detalla que “nunca se ha llegado a pagar ninguna cuota de canon (3.025 euros anuales), así como que la sociedad acarrea una deuda de más de 20.000 euros, la cual será imposible de recuperar.

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