Albert Rivera ha defendido este lunes los artículos más controvertidos de la nueva ponencia de Estatutos, que prohíbe las corrientes de opinión internas y contempla la expulsión en caso de discrepancias graves con el ideario. Rivera ha dicho que en Ciudadanos hay "30.000 corrientes de opinión diferentes", tantas como el número de afiliados, y que el código disciplinario trata de frenar acciones organizadas de grupos que quieran "distorsionar" el partido.
"Ha habido casos de grupos de 100 personas que pagaban la cuota desde una misma cuenta bancaria para afiliarse e imponer su voluntad", ha dicho. "Este mecanismo sirve para detectar gente organizada que quiera distorsionar la voluntad de los militantes".
Los Estatutos pueden cambiar
Rivera ha recordado que las 750 agrupaciones de Ciudadanos pueden enmendar hasta la última coma de los Estatutos y las ponencias de Ideario y Estrategia y Valores en la Asamblea de febrero. "Espero las propuestas y las mejoras que se puedan hacer", ha señalado. Sobre la expulsión por motivos de discrepancia grave, el líder de Ciudadanos ha explicado que la decisión corresponderá a la Comisión de Garantías y que en cualquier caso la crítica a su gestión y la de la Ejecutiva ya se produce sin consecuencias.
"La prueba es que estamos hablando de críticas y no pasa nada", ha dicho. "Lo que tendría consecuencias sería ir contra los intereses del partido, organizarse en ámbitos externos. Eso es lo que queremos proteger y en todo caso decidirán los militantes".
En el último año, Ciudadanos ha abierto 188 expedientes de expulsión, de los que 83 resultaron efectivamente en la pérdida de afiliación.
Sobre la renuncia a la socialdemocracia, Rivera ha dicho que esa referencia aparecía en el preámbulo del antiguo ideario en un momento muy concreto: el debate del nuevo Estatuto de Cataluña. Según Rivera, aquel espacio estaba libre porque el PSC, que gobernaba con ERC, se había alineado con el independentismo.
Límites a la reforma de la Constitución
Por otro lado, Rivera también se ha posicionado a favor de discutir con PP y PSOE los límites de una posible reforma constitucional. Ciudadanos pedirá antes una reforma exprés para eliminar los aforamientos, tal y como acordó con el PP en su pacto de investidura.
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