A José María Aznar no se le pasa por la cabeza la idea de liderar un nuevo partido político como alternativa al Partido Popular. Así se lo ha hecho saber a los empresarios reunidos en el lobby valenciano AVE (Asociación de Empresarios Valencianos) que este lunes han mantenido un encuentro con el expresidente del Gobierno. “Ha dicho rotundamente que no”, han indicado varios de los empresarios que han estado en el almuerzo a puerta cerrada con el ya expresidente de honor del PP.
La visita de Aznar de este lunes a Valencia era su primera aparición pública desde que decidió abandonar la presidencia de honor del PP tras varios desencuentros con su sucesor, Mariano Rajoy. La reaparición coincide con la publicación del sondeo de EL ESPAÑOL que le daría a un futurible nuevo partido de Aznar la friolera del 15% de los votantes. Un porcentaje que implicaría 3,9 millones de votos y se plasmaría en 51 escaños ‘robados’ mayoritariamente al PP pero también a Ciudadanos.
Aznar ha evitado contestar a la pregunta de si lideraría o proyectaría un nuevo partido a su llegada al hotel valenciano donde se organizaba el encuentro, pero no ha podido evitar las insistentes preguntas de los empresarios que, ya a puerta cerrada, le han preguntado sobre si estaba entre sus planes liderar una nueva formación política. “Le hemos preguntado qué idea tenía y él ha dicho que lo tiene claro, que él es pepero”, ha dicho uno de los empresarios de AVE, la asociación que agrupa a los nombres más relevantes del empresariado valenciano. “Él ha dicho que por supuesto que no, ha dicho rotundamente que no”, ha manifestado también uno de los expresidentes de esta asociación, Federico Félix.
Los empresarios han insistido en que, aunque se le ha preguntado en varias ocasiones si realmente piensa regresar a la política con otro partido, Aznar ha dado portazo a la idea. Tampoco se ha abordado el liderazgo de Mariano Rajoy o se ha hablado de la situación interna del PP. “No estaba aquí para eso”, ha apuntado Félix.
De hecho, Aznar ha apelado durante su discurso en abierto ante los empresarios a las reivindicaciones que llevan demandando desde hace tiempo como una mejor financiación y abordar infraestructuras consideradas básicas para la Comunidad Valenciana.
LOS RIESGOS DE UN GOBIERNO EN MINORIA
Sí ha hablado sobre la situación política actual y sus riesgos. Así, Aznar ha afirmado este lunes que el gobierno en minoría que lidera Mariano Rajoy es un “escenario poco propicio” para llevar a cabo las reformas integrales que permitirían garantizar la “sostenibilidad de la recuperación” económica. Durante su discurso ante AVE, Aznar ha apuntado que el desafío que afronta España en la actualidad es la “sostenibilidad de la recuperación” económica que ha avanzado en los últimos años. Así, ha apuntado que en los próximos años la economía española no disfrutará de los “vientos de cola” que impulsó la recuperación y que, por ello, hay que hacer reformas integrales que apuntalen esta recuperación porque la agenda reformista “está incompleta”. Unas reformas que, según ha dicho, no serían posibles o estarían en dificultades con un gobierno en minoría.
“La fragmentación parlamentaria y el gobierno en minoría constituyen un escenario poco propicio para las reformas”, ha dicho. De hecho, ha apuntado que el principal riesgo que afronta la recuperación es “el riesgo político interno”. Además, el presidente de la Fundación FAES, ha afeado los pactos y acuerdos que se están cerrando en esta legislatura o que se puedan cerrar porque, ha dicho, “no incluyen reformas de calado y van a costa del aumento del gasto”.
Aznar ha aludido a su pasado para darle un tirón de orejas al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy: “Soy muy consciente de las limitaciones de un gobierno en minoría tras cuatro años de mayorías absolutas. Esta reflexión va a todas las fuerzas y apela a su responsabilidad. Sé muy bien que gobernar no es fácil y puedo evocar mi propia experiencia de un gobierno sin mayoría parlamentaria recién llegado a responsabilidades de poder y comprometido con unos objetivos muy exigentes de convergencia con Europa para la llegada del euro”.
Entre las reformas necesarias, el expresidente del gobierno ha citado que no es bueno que se asiente la creencia de que la única manera de reducir el déficit sea subir los impuestos y ha pedido una reforma fiscal integral. “No se trata de subir o bajar este o aquel impuesto, sino de orientar el sistema tributario al crecimiento económico y a su potencial recaudatorio. También ha reprochado que se acuda a la deuda para, por ejemplo, tener recursos para el sistema de pensiones porque “eso es suponer que el sistema sea igual pero su coste imprevisible y como consecuencia más caro”.
“La estabilidad presupuestaria y las reformas estructurales no son una opción, son un imperativo”, ha defendido el exmandatario español.