"Pedro Sánchez puede tener el arrojo" de presentarse a las primarias por el liderazgo del PSOE. "Y de cualquier otra cosa", según Javier Lambán. Así lo profetizó este martes el presidente de Aragón en una rueda de prensa tras la Conferencia de Presidentes. Lo suyo era ironía, porque se cuenta entre los críticos más feroces del que hasta octubre fue el líder del partido. Para los que presenciaron sus palabras, Lambán estaba definiendo a Sánchez como un temerario o un inconsciente. Su operación retorno a Ferraz inevitablemente se estrellará, si llega a presentarse, contra los "dioses del socialismo y la política" que "cubren a Susana Díaz" con un "manto" que el propio presidente aragonés evocó en diciembre durante un momento místico.
Es verdad. Hasta los enemigos más acérrimos de Sánchez, los que cuestionan su criterio e intenciones, no se atreven a dudar de su determinación. Eso explica los nervios entre algunos de los partidarios de Patxi López porque el anuncio sorpresa de su candidatura no haya surtido el efecto deseado: neutralizar a Sánchez (al que el domingo pidió apoyo) para intentar que la lucha por el PSOE fuese cosa de dos. Concretamente, del diputado vasco y de la presidenta andaluza.
¿Viva Sánchez manque pierda?
El miércoles por la noche, como adelantó EL ESPAÑOL, Sánchez anunció una gira de actos por España "para escuchar a quienes no fueron escuchados: los militantes". Este jueves reveló en un tuit que el primero sería en Sevilla. Después, el ex secretario general del PSOE escribió otro mensaje en la red social para adelantar un día la cita.
Es posible que Sánchez sea capaz de casi todo en el partido, manque pierda. Soportó dos años duros al timón del PSOE y, para más señas, es del Atlético de Madrid. Pero contra el Betis sí que no se atreve. Frente al equipo sevillano, que juega en casa el 29 de enero, "no hay quien compita", reconoció Sánchez al tiempo que pasaba su mitin al 28. Además, juega contra el F.C. Barcelona.
El Betis es el equipo del que es seguidor la presidenta de la Junta de Andalucía, que para además es del barrio sevillano de Triana. Y el Betis es el nombre con el que se bautizó el pacto entre las federaciones vasca y andaluza para repartirse el poder en el PSOE en el congreso de Suresnes de 1974 en el que emergió Felipe González.
En el entorno de Pedro Sánchez se extiende la sospecha de que López y Díaz podrían acabar pactando si se quedan solos en la carrera por el PSOE. Pero entre sus colaboradores ha prendido con más fuerza la amarga sensación de la traición. La de Patxi López, sus antiguos asesores en Ferraz y los líderes autonómicos que defendían el "no es no". Prácticamente todos estaban con Sánchez y ahora están con López.
Sánchez considera que no tiene ni un minuto que perder y por eso ha decidido que su primer acto en 2017 sea en Sevilla, la capital de Andalucía, del socialismo andaluz y hogar de la candidata que cuenta con más apoyos orgánicos. Ir a Sevilla es su manera de priorizar (el exlíder confía en conquistar a los críticos que Díaz tiene en la comunidad) y al mismo tiempo ignorar a Patxi López. Con él cree que comparte en teoría un mismo electorado entre la militancia: el del "no" a Mariano Rajoy, el ala más izquierdista que pide una oposición muy contundente al PP. No comparte equipo de fútbol (López es del Athletic de Bilbao), aunque el diputado vasco prefiere al Atlético de Madrid frente al conjunto que entrena Zinedine Zidane. Distanciados, pero con nexos comunes.
"Patxi se precipitó"
En el equipo de Sánchez creen que López se precipitó al presentarse, creyendo que un golpe de efecto dejaría al ex secretario general fuera de la carrera. Pero todos los pasos que está dando apuntan a una competición a tres. "Patxi se precipitó y con él algunos de los barones. Más de uno acabará dándose la vuelta", explica un colaborador de Sánchez.
La tesis de precampaña de Sánchez parte de la base de considerar que Sánchez tiene una gran ascendencia sobre las bases, especialmente sobre las que no quieren ver a Díaz al frente del partido. Al ponderar las posibilidades de López, el equipo de Sánchez señala que los equipos creados hasta ahora por el diputado vasco se limitan al aparato. "Y para aparato, el de Díaz. Ese sí que puede movilizar, porque además está en el Gobierno y tiene más que ofrecer", explica un diputado.
Otro argumento hace pensar a Sánchez que no hay mal que por bien no venga. Aunque la candidatura de López fue un claro contratiempo para el exjefe de Ferraz, sus colaboradores creen que López puede contribuir a dividir el voto de Díaz en comunidades donde Sánchez ya no iba a lograr apoyos significativos. En ese sentido, la campaña de Sánchez tratará de distanciarse cuanto más sea posible de la andaluza haciendo que López se quede en tierra de nadie y sea identificado con la presidenta de la Junta.
Pese a estos argumentos, lo cierto es que la campaña de Sánchez está, en estos momentos, mucho más desnuda que la de López y la de Díaz. El ex secretario general sólo puede reivindicar que las primarias no se ganan con el aparato sino directamente con la militancia porque a él no le queda ningún apoyo orgánico de relevancia.
El comportamiento de los afiliados es, en realidad, una incógnita y difícil de predecir por la situación de convulsión del partido y por tratarse, tras el ensayo de 2014, de la primera votación donde cualquier cosa puede pasar.
Noticias relacionadas
- Susana Díaz teme cambiar la Junta por el "agujero de Ferraz"
- Vara a Sánchez: "¿Por qué no convocó a los militantes para decidir sobre Rajoy?"
- Primer acto de la vuelta de Sánchez: el 28 de enero en Sevilla
- Soraya Rodríguez, abroncada como "traidora" por abstenerse ante Rajoy
- Los sanchistas, irritados con Patxi López, preparan una tercera candidatura
- Patxi López asegura que "siempre" ha sido "leal" a Pedro Sánchez
- Vara: "No me sorprende la candidatura de López y tiene las puertas de Extremadura abiertas"
- Así apuñalaron sus leales a Sánchez: la candidatura de Patxi López le deja sin espacio