Pablo Iglesias logra carta blanca para radicalizar Podemos y llevar su lucha a la calle
Con todo el poder en su mano, la hoja de ruta del secretario general es "construir un bloque histórico con fuerzas hermanas" y endurecer el fondo y las formas.
13 febrero, 2017 01:26Noticias relacionadas
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Pablo Iglesias puede hacer con Podemos lo que desee. Gracias a su holgada victoria frente a Íñigo Errejón en Vistalegre 2, el secretario general cuenta con el respaldo de las bases para poner en marcha su hoja de ruta política. A grandes rasgos, sus planes consisten en "construir un bloque histórico con fuerzas hermanas" y endurecer el discurso tanto en el fondo como en las formas, con más presencia en las calles.
La estrategia plebiscitaria de plantear a los inscritos que "o gano o me marcho" ha funcionado a la perfección para los intereses de Iglesias. En esta segunda Asamblea Ciudadana que marcará un antes y un después en la historia de Podemos, el secretario general no solo fue reelegido en su puesto, como se esperaba, sino que también venció a los errejonistas y anticapitalistas en el resto de votaciones en liza: la elección del Consejo Ciudadano Estatal y los documentos que regirán el futuro de Podemos.
Su lista y sus tesis serán la guía
Todo el poder es para Iglesias. Su candidatura, incluidos en ella esos pretorianos tan atacados en la campaña, y sus tesis políticas y organizativas serán la guía del partido de los círculos durante los próximos años. Depende de su generosidad o sus ganas de revancha contar o no con Errejón para el futuro, pero lo incluya o no en la dirección y lo mantenga o no en sus puestos relevantes, ya no lo necesita como pareja de baile.
A partir de ahora, seguramente las caras principales de Podemos serán otras. Iglesias tiene desde este domingo un Consejo Ciudadano a su medida, con una cómoda mayoría (37 de 62 miembros a los que hay que sumar una abrumadora mayoría de secretarios autonómicos pablistas).
Gracias a lo que dicta el documento organizativo "Mandar obedeciendo", elegirá en breve un Consejo de Coordinación -la ejecutiva de entre 10 y 20 personas que controla el partido en el día a día- lleno de afines. También desde el punto de vista estrictamente organizativo, Iglesias mantiene su prerrogativa de convocar consultas a las bases y puede mantenerse en el poder hasta 2026.
Sus planes políticos
En su primer discurso tras su victoria, el líder de Podemos prometió "unidad y humildad" para intentar ganar al PP en 2020. Recogía así el testigo de unas bases que se desgañitaron durante dos días pidiendo esa unidad. Habrá que ver si cumple su palabra en cuanto a las personas. Pero lo que está claro es que Iglesias quiere un nuevo rumbo para la formación de los círculos, alejándose de los postulados del derrotado Errejón.
Ya en su primera alocución Iglesias dio algunas pistas de por dónde pasan sus planes. En realidad, dichos planes ya están plasmados en el documento político que presentó a esta contienda electoral frente a Errejón. Como ya publicó este diario en su momento, el líder de Podemos quiere hacer hincapié en la lucha contra el sistema, con unos diputados que sean "activistas" en las protestas sociales.
En Vistalegre 2 Iglesias dijo que pretende "construir un gran bloque histórico" junto a "las fuerzas políticas hermanas". Es decir, acercarse a IU y al resto de confluencias estrechando lazos (al revés de lo que pretendía Errejón). Y dijo también, ante los gritos enfervorizados de los 8.000 asistentes, que Podemos estará en las protestas callejeras, con "humildad y unidad", con la intención de "construir la justicia social", hacer que "la gente recupere la soberanía", defender "el derecho a decidir" o "defender los derechos humanos frente al fascismo", entre otras cosas.
Se trata, en suma, de endurecer el discurso tanto en el fondo como en las formas. Sin el peso que el errejonismo tenía hasta ahora, Podemos será una fuerza política que impugnará el sistema luchando tanto en las instituciones como en las calles.