Carmena convierte las elecciones municipales de 2019 en un plebiscito sobre el coche
Las medidas más restrictivas -el blindaje del distrito Centro y la prohibición de circular a los vehículos más contaminantes- están previstas para 2020 y 2025.
14 marzo, 2017 02:38Noticias relacionadas
El nuevo Plan de Calidad del Aire de Manuela Carmena es herencia, un manual de instrucciones que en 2019, tras el desenlace de las elecciones municipales, caerá en manos del próximo alcalde. Las medidas restrictivas están previstas para 2020, 2025 e incluso 2030, todas ellas en manos de un Ejecutivo que todavía no existe y que tendrá que decidir si las aplica o no. De ahí que la campaña electoral que entrará en boga en un par de años será un plebiscito sobre el coche, su uso y los lugares que puede transitar.
Ahora Madrid ya ha dibujado la ciudad que quiere: un Madrid donde el peatón y las bicicletas tengan preferencia. También ha descrito el proceso de transformación. Pero PP y Ciudadanos consideran erróneo el planteamiento y ofrecerán a sus votantes un giro de 180 grados. En 2019, los coches y las urnas irán de la mano.
Con casi todo su Gobierno enfrente y un salón repleto, la regidora ha expuesto su "planazo" -la oposición luego lo llamó "chascazo"- para reducir las emisiones en Madrid y colocar la ciudad a la altura que exige Europa. Antes de irse, Carmena dictará la gratuidad de aparcamiento para los vehículos con el distintivo "Cero" y sólo permitirá la renovación de taxis con etiqueta medioambiental. Pero el blindaje del distrito Centro y la prohibición de circular en cualquier punto del término municipal a los vehículos más contaminantes serán cosa de 2020 y 2025.
¿Y si el resto se niega?
Ahora Madrid llegará a las urnas sin la necesidad de elaborar un programa medioambiental. No sólo eso, sino que habrá aprobado las políticas del ramo antes de empezar. Dado que PP y Ciudadanos se han negado a dar el visto bueno al documento recién conocido, la cita electoral de 2019 reunirá sobre el tapete varios planes, cada uno a su manera, dejando el futuro del coche en el aire.
Carmena ha reducido de 90 a 70 kilómetros por hora la velocidad en la M-30, promete una red de puntos de carga eléctrica y asegura que construirá una red de aparcamientos disuasorios. Pero, ¿y si el resto de partidos se niega?
Un dirigente de Ciudadanos, en conversación con este periódico, considera que Carmena "ha dado una patada hacia delante". Con este movimiento, explica, Ahora Madrid tratará de "hablar de futuro" en la campaña, y así "evitar la rendición de cuentas". "Además, se empeñan en prohibir los coches y en situarlos como la causa del problema, pero estamos al borde de un salto tecnológico tremendo. Los vehículos de 2025 no tendrán nada que ver con los de ahora".
El PP: "Si ganamos, claro que haremos cambios"
"Claro que haremos variaciones si ganamos nosotros las elecciones, estoy seguro", dice un concejal del PP a EL ESPAÑOL. "Por supuesto que estamos de acuerdo en que Madrid debe ajustarse a lo requerido por Europa, pero apostamos por un camino distinto: la disuasión en lugar de la prohibición. Ellos prefieren restringir, nosotros no". Otro apunte: "Nuestro 'no' al cierre de la Gran Vía será rotundo, es una arteria fundamental".
Los matices, la diversa paleta de colores que separa a los distintos partidos, convertirán el debate medioambiental en el plato fuerte de la campaña. Más y cuando no se trata sólo de proponer, sino de enmendar un camino marcado en caso de que el próximo alcalde sea de signo político distinto.
"Es necesario un pacto entre Administraciones"
"Por eso debemos sacar esto adelante en un clima de consenso. Es lo que vamos a buscar en el periodo de alegaciones", explican fuentes socialistas. El PSOE ha visto con buenos ojos el documento recién estrenado, aunque ya trabaja en algunas medidas para "pulirlo". "Incluso convendría ir más allá. Lo proyectado, además del acuerdo entre grupos, requiere un pacto entre Administraciones", apostilla este portavoz.
Quedan veinticuatro meses. Si Ahora Madrid gana las próximas elecciones, Madrid se blindará al tráfico y las emisiones mediante las restricciones ya conocidas. El resto de partidos ya trabaja en su propia propuesta. Carmena, con su proyecto a largo plazo, pone el sello medioambiental a una campaña que todavía está muy lejos.