El diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo se reunió durante la noche de este martes con el ministro de Hacienda para avanzar en las negociaciones de los Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno llevará este viernes al Consejo de Ministros para su tramitación. La posición del parlamentario canario es, a día de hoy, un voto negativo que implicaría que el PP se queda sin margen de maniobra para sacarlos adelante. "No nos sorprende nada", replicó a los minutos el propio Cristóbal Montoro.
El Ejecutivo central ha hecho caso omiso a su petición de incluir en los PGE los 480 millones de euros que costaría blindar el Régimen Económico y Fiscal de Canarias que a día de hoy está introducido en la financiación autonómica, la condición indispensable que puso encima de la mesa del Gobierno el diputado Quevedo para negociar su sí. "Esto no es lo que nosotros consideramos una negociación. Ese presupuesto no tiene nada nuestro", criticó el parlamentario en un receso del Pleno de este miércoles.
Quevedo ha anunciado al ministro de Hacienda que su posición es un no al debate de la totalidad y se comprometen a avanzar en la negociación en el debate de enmiendas siempre y cuando el Gobierno se abra a estudiar su propuesta. "Ahí tendrá que corregirse lo que no se ha hecho ahora". Lo único que pide este parlamentario es "corregir el maltrato que se ha hecho a Canarias en los últimos cinco presupuestos".
Según la intuición del propio Quevedo, el Partido Nacionalista Vasco tampoco ha garantizado el respaldo de sus cinco diputados a los PGE del Gobierno de Mariano Rajoy. El canario cree que el voto de Coalición Canaria "está bastante implícito desde hace tiempo". Sin embargo, el respaldo afirmativo de Ana Oramas y los 32 de Ciudadanos sería insuficiente para que el Partido Popular pudiera sacar adelante las cuentas del Estado.
La interpretación que el propio parlamentario canario hizo de su reunión con Montoro es que "no hizo el mínimo esfuerzo por convencerme". En otras palabras, la sensación que recorre a los diputados a los que el PP tiene que cortejar para recibir respaldo es que quizá el Gobierno no está haciendo todo lo que debería para aprobar los PGE. "Es como si la culpa fuera de los demás", afirmó el propio Quevedo.