Podemos interpreta la camisa azul de Sánchez como otro acercamiento a sus tesis

Miles de personas acudieron a la manifestación de Barcelona contra los atentados yihadistas vestidos de azul para mostrar su rechazo a las relaciones comerciales con Arabia Saudí y a la política armamentística del Estado, ya que sostienen que el Gobierno vende armas a determinados países que financian el terrorismo. También era una forma de mostrar el rechazo a las relaciones del rey Felipe VI con la monarquía saudí.

Entre quienes acudieron ataviados con este color a la marcha se encontraban muchos representantes de la izquierda política. Gerardo Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona, no dudó a la hora de enfundarse la camisa azul. Como tampoco dudó Pablo Iglesias. Era previsible que los representantes de Podemos siguieran estas directrices. Llamó la atención que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también luciera una camisa azul; atuendo que desde Podemos interpretan como un acercamiento por parte del líder de los socialistas.

De este modo los representantes políticos respondían a la llamada de 170 entidades y colectivos -entre ellos agrupaciones independentistas como la ANC y Òmnium Cultural- que, bajo el eslogan "Anem de blau" (Vayamos de azul), pedían vestir este color en la marcha para evidenciar su descontento por la presencia de determinados representantes políticos y la Casa Real en Barcelona.

"El color azul simboliza el Mediterráneo y la unión de muchos pueblos", explicaba el sábado el portavoz de Casa Nosta Casa Vostra, Rubén Wagensberg, una de las asociaciones que suscribe el manifiesto y que defiende la acogida de refugiados.

Con este gesto Pedro Sánchez habría demostrado un distanciamiento de Ciudadanos y habría dado un nuevo paso para intentar entenderse con el partido morado, como ya hizo al reconocer la plurinacionalidad de España. Algo que desde la formación naranja consideran una "aventura peligrosa".

Sin embargo, precisamente fueron los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils (Tarragona) de la semana pasada los que pusieron en evidencia que también existen diferencias de criterio entre PSOE y Unidos Podemos respecto al pacto antiyihadista.

El pacto fue firmado hace algo más de dos años por Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, y meses después se sumaron otras fuerzas, pero no lo hicieron Podemos ni IU -entonces aún no eran socios parlamentarios-, que discrepan sobre su utilidad.