El Gobierno da por desmontada la estructura del referéndum del 1 de octubre. La intervención de las actas con los nombres de los ciudadanos que debían formar las mesas electorales en la empresa Unipost ha sido, según fuentes de Moncloa, un golpe prácticamente definitivo a la logística de la consulta. La Guardia Civil ha decomisado más de 45.000 certificados de notificación, que suponen el 80% de las comunicaciones necesarias para cubrir las mesas.
"No hay actas, no hay papeletas, no hay censo", dice un alto cargo del Ejecutivo. "Todo lo que define la estructura de un referéndum no existe".
El Gobierno admite que quedan flecos pendientes. Y no descarta que algún pueblo pueda sacar alguna urna a la calle el 1-O. Pero no cree que existan esas 6.000 urnas escondidas de las que habló Carles Puigdemont al Financial Times. "Puede ser que en algún pueblo saquen una urna, pero un referéndum propiamente dicho ya sabemos que no habrá", aseguran las mismas fuentes.
El 155 pierde fuerza
El Gobierno sostiene que las operaciones policiales contra la logística de la consulta, la falta de legitimidad internacional, la intervención de las cuentas de la Generalitat y la acumulación de prohibiciones y causas judiciales abiertas son motivos suficientes para creer que el 1 de octubre no tendrá lugar un referéndum de autodeterminación en Cataluña. La vía del 155, todavía no descartada, empieza a perder opciones.
El debate se centra ahora en el 2 de octubre. La actuación del Gobierno a partir de entonces, según ha podido saber EL ESPAÑOL, tendrá dos vías. Por un lado, el diálogo político en la comisión que está promoviendo el PSOE en el Congreso. En Cataluña tampoco se descartan elecciones autonómicas anticipadas. Por otro, se impulsarán todas las actuaciones judiciales necesarias si la Generalitat sigue sin cumplir con la legalidad vigente. "La vía judicial sigue abierta y todas las causas van a seguir su camino", explican desde el Gobierno.
En ese sentido, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha acusado al número dos de la Generalitat, Oriol Junqueras, de cometer una "manipulación absoluta" diciendo que el Supremo ha suspendido la intervención de las cuentas catalanas. En declaraciones en el Congreso, Sáenz de Santamaría ha señalado que lo que ha hecho el Supremo ha sido "poner un sello" y dar "admisión de entrada" al recurso que presentó Junqueras contra la intervención de las cuentas.
"Si hay un terreno en el que no hay posverdad es el judicial", ha dicho.
Desánimo en el separatismo
Varias fuentes consultadas por este diario señalan que el desánimo empieza a cundir en las fuerzas separatistas, que ven el referéndum como algo inviable. "Al menos sacaremos algo de todo esto", comentaba en privado el concejal de un partido independentista. La actuación policial y judicial en Cataluña se ha centrado en operaciones para requisar material tanto de organización del 1-O como de propaganda. Sin embargo, no se ha intervenido (ni se va a intervenir) en mítines políticos, que han ido perdiendo fuerza y asistentes en los últimos días.
"La policía se ha puesto las pilas, hay una mayor presencia de agentes y se ha requisado material", explica el portavoz de un partido contrario a la independencia.
En la sede de Unipost en Terrassa, los Mossos desalojaron a algunos manifestantes que trataban impedir el acceso de la comitiva judicial con la orden de intervenir y abrir los sobres incautados por la Guardia Civil. El independentismo ha presionado a la policía en algunas actuaciones, pero no se han producido incidentes.
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